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Conforme las medidas de confinamiento se van relajando poco a poco en el país son muchos los mexicanos que comienzan a prepararse para retomar sus actividades de forma gradual ante la nueva normalidad a la que nos enfrentamos. Nielsen comparte 6 ángulos sobre los que el consumidor basará sus decisiones para reajustar sus hábitos de consumo.
El primero de ellos guarda estrecha relación con la presión del ingreso que obligará a los consumidores a reconformar el gasto y con ello a hacer cambios en el consumo. Nielsen ya ha señalado que el panorama estará dominado principalmente por dos tipos de consumidores, los de mayor poder adquisitivo y aquellos que se consideran restringidos.
En este primer ángulo, los segundos (restringidos) priorizarán el consumo de básicos y sacrificarán la calidad para priorizar el precio, mientras que para los de mayor poder adquisitivo, la adquisición de productos indulgentes seguirá siendo parte de sus compras y a pesar de no sacrificar la calidad de los productos, si lo harán con reservas.
Se espera una reconfiguración de canales, ya que se esperan cambios significativos en la manera en que los mexicanos compran, lo que compran y en dónde hacen sus compras, por lo que Retailers y Fabricantes deberán replantear la oferta de productos y dinámicas de precios.
Entre los principales factores que generarán estos cambios se encuentran la disminución en los viajes de compra y una mayor relevancia en la misión de la despensa, así como la búsqueda de medidas de protección, favoreciendo al Canal Moderno. Así mismo, las crecientes tensiones en los consumidores darán forma al impacto que el precio y promociones tendrán en la toma de decisiones de compra.
Los atributos de marca y producto que se valorizaron durante el confinamiento llegaron para quedarse, por lo que los consumidores valorarán más los productos para la salud y el cuidado, seguirán demandando medidas de protección, por ejemplo, un control de aforo en tiendas y procesos de desinfección, y muchos de ellos continuarán con las medidas de distanciamiento social.
Una nueva conciencia despierta en el consumidor un sentimiento de patriotismo favoreciendo a productos locales y priorizando lo ‘Hecho en México’, preocupado por las afectaciones y el desgaste que han sufrido los pequeños comercios y la economía local, por lo que no será extraño atestiguar campañas de comunicación que alientan el consumo local se hacen presentes en distintas entidades del país.
Finalmente, Nielsen comparte que la comunicación deberá centrarse en un propósito, empatía y significado, sensible a las circunstancias. Las estrategias de marca deben ser ágiles y flexibles con la posibilidad de adaptar sus mensajes y tono para garantizar que resuenen en el nuevo consumidor.
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