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Cash is king. Esta norma no escrita de la gestión financiera es hoy la que rige las decisiones del cuarto mayor grupo de distribución de moda del mundo: Gap. El gigante estadounidense ha decidido prescindir del 10% de su plantilla en oficinas y acaba de firmar un acuerdo para licenciar tres de sus marcas.
La empresa prescindirá de unos 1.200 trabajadores en su cuartel general, donde emplea a 120.000 personas, según Business of Fashion. La medida afecta a varios departamentos de todas sus cadenas.
Tras el estallido de la pandemia y el cierre de sus tiendas en todo el mundo, Gap anunció un paquete de medidas que incluían el despido temporal de 80.000 trabajadores de tienda, el retraso en los pagos de sus alquileres y el cierre de tiendas no rentables. La semana pasada, la empresa comunicó también una emisión de bonos de 2.250 millones de dólares para hacer frente a la crisis.
Gap ha firmado un acuerdo con IMG para producir ropa de hogar, mobiliario y puericultura
En paralelo, la compañía ha firmado un acuerdo con IMG para licenciar las marcas Gap, Banana Republic y Janie and Jack, la cadena de moda infantil que compró en 2019 tras la quiebra de Gymboree.
El acuerdo incluye la producción y distribución de ropa de hogar, decoración, mobiliario y puericultura, entre otros, y se distribuiría tanto en las tiendas de las cadenas como en el canal multimarca, hasta ahora inexplorado por el grupo, según WWD.
Gap lleva varios años inmersa en una profunda reestructuración para encontrar su hueco en un sector dominado hoy por Inditex y H&M. La empresa está pilotada desde este año por Sonia Syngal, ex consejera delegada de Old Navy y que relevó en el cargo a Art Peck.
El grupo cerró 2019 con un beneficio neto de 351 millones de dólares, un 65% menos que en 2018, y una cifra de negocio de 16.383 millones de dólares, un 1,1% menos.