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Gucci vuelve a estar en números negros y ha permitido a Kering terminar el año con una nota alta. La casa italiana, que por sí sola representa más de la mitad de la facturación del grupo de lujo y tres cuartas partes de su beneficio operativo, cerró 2021 con éxito, con un aumento de las ventas del 31%, hasta los 9730 millones de euros, recuperando su nivel previo a la pandemia, de un total de 17 600 millones para toda la compañía, que también posee Yves Saint Laurent, Balenciaga y Bottega Veneta, entre otras.
Con la llegada al frente del director artístico, Alessandro Michele, y del CEO, Marco Bizzarri, la casa había experimentado un salto espectacular entre 2015 y 2019, antes de marcar el tiempo en los últimos años. En el tercer trimestre de 2021, en particular, sus resultados habían decepcionado con un aumento de sólo el 3,8%, debido al resurgimiento de los casos de Covid en Asia y la llegada tardía a las tiendas de su colección Aria para el otoño-invierno 2021/22. Sin embargo, una clara aceleración en el cuarto trimestre (un 17,8% más) le permitió recuperarse.
El canal directo, que ya representa el 91% de las ventas de la marca, se mostró especialmente dinámico a pesar del cierre parcial de las tiendas debido a la pandemia, con un incremento del 37% respecto a 2020. En comparación con 2019, que había sido un año récord, el aumento alcanzó el 10,4%, lo que supone un rendimiento mucho mejor que el crecimiento comparable de las ventas globales de la marca en dos años (un alza de 3,4 %). Sólo en el cuarto trimestre, la escalada fue del 35 % en su propia red (una subida del 25% en dos años). A ello se suma el comercio electrónico, cuya penetración ha alcanzado casi el 16% de la actividad minorista: las ventas online se han disparado literalmente (un 55,1% más respecto a 2020 y un aumento 163% en dos años). Además, la empresa cuenta con un retorno gradual de sus actividades en el canal del travel retail.
Como señaló el jefe del grupo, François-Henri Pinault, durante una teleconferencia con analistas, Kering ha reforzado la exclusividad de su canal de distribución en todo el mundo, empezando por Gucci, cuyas ventas al por mayor solo representarán el 9% en 2021, frente al 15% de 2019, siendo el objetivo a largo plazo estabilizarse entre el 5 y el 7%. Así, el canal mayorista registrará un descenso del 10 % en 2021 y del 39% respecto a 2019.
La casa florentina ha reforzado notablemente sus fundamentos en 2021, y vio cómo su beneficio operativo corriente se elevaba un 42 % el año pasado, hasta los 3715 millones de euros, con un margen operativo corriente del 38,2%. «Gucci ha experimentado un importante repunte de la rentabilidad al tiempo que ha puesto en marcha un plan estratégico de inversiones, sobre todo en actividades de clientela y comunicación, pero también en la mejora de su red de ventas, a través de nuevas aperturas y reubicaciones», dijo el director financiero, Jean-Marc Duplaix.
Esta aceleración a finales de año fue impulsada por la comercialización de la colección Aria y la cápsula The Hacker Project creada con Balenciaga, así como por un intenso calendario de iniciativas a través de eventos y pop-ups organizados en las tiendas y colecciones cápsula, como el dedicado al centenario de Gucci o la colaboración con North Face, que permitió crear una nueva categoría. El programa debería ser igual de rico en 2022 con nuevas colaboraciones.
En 2021, Gucci también ha ampliado su oferta, subiendo de gama en términos de valores. «La marca está ganando en los segmentos de alta joyería y alta gama del mercado», se entusiasmó François-Henri Pinault, explicando que «esta nueva oferta ha aumentado significativamente y es mucho más alta en términos de precio que la oferta anterior de Gucci». Por lo tanto, este año desempeñará un papel importante.