Crédito: fuente
El saqueo de arena en Puerto Cancún, y con él el ecocidio, comenzó hace varias semanas, cuando el desarrollo SLS Harbour Bech y SLS Marina Beach, aprovecharon la cuarentena para robar arena de la bahía para crear las playas de su lujosas torres de 600 departamentos.
A través de una barcaza de dragado atracada a un kilómetro de la playa de Puerto Cancún, se extrae la arena en una zona de alta anidación de tortugas.
El complejo de súper lujo tiene diversos socios, pero el principal es Jorge Pérez, director ejecutivo de la cadena SLS Hotels.
El, junto con los empresarios Sam Nazarian, director ejecutivo Related Group; Carlos Rosso presidente de grupo Related; Roberto Kelleher, director ejecutivo de Inmobilia Desarrollos, y Antonio Elosúa, director general de grupo U-Calli, son los que desarrollan el proyecto que tendrá una inversión de 1 billón de dólares.
A través de las redes sociales se ha documentado que el saqueo de toneladas de arena ha sido criminal sobre todo en las últimas tres semanas, sin importar que esa zona sea conocida por su copiosa anidación de tortugas que llegan a este sito para su desove.
Nadie ve, nadie oye
Pese a las múltiples señalamientos en medios de comunicación y en redes sociales, ni las autoridades estatales, las federales, y menos las municipales, han acudido a frenar el ecocidio, que podría convertirse en una catástrofe ambiental advertida desde hace varios años a la Semarnat.
El ecocodio tiene como corresponsables al conglomerado inmobiliario de Estados Unidos llamado FRBC-PC Club Dos, S. de R.L. de C.V. que habría obtenido la complacencia de Alfonso Flores Ramírez, director general de Impacto y Riesgo Ambiental de Semarnat, para obtener las autorizaciones para el desarrollo.
El representante legal de la empresa en México es Javier Barros Sánchez, cofundador de MIRA, empresa que promueve el desarrollo y otros más en el país, en destinos como Cancún, Los Cabos, Querétaro y Polanco y Cuajimalpa, en la CDMX.
La empresa se ubica en el edificio ubicado en la calle Javier Barros Sierra 540, en Santa Fe, una zona de alto lujo de la Ciudad de México, y se presenta como una empresa dedicada a los servicios inmobiliarios y alquiler de inmuebles e intangibles.
Desde 2017, la empresa tiene la autorización para el desarrollo, que tendría además de los 600 departamentos, un hotel de súper lujo, pese a que fue rechazado por el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, que adviertieron el riesgo.
“La zona donde se proyecta la construcción de duna es un potencial sitio de anidación de tortugas marinas (especies con estatus de protección especial por la Norma Oficial Mexicana)”, señala el estudio.
Aun con las advertencias, Flores Ramírez aprobó el desarrollo a través del proyecto denominado“Mejoramiento y Estabilización de la Zona de Playa Frente al Desarrollo Puerto Cancún”.
Sin embargo, información dada a conocer revela el propio dictamen de autorización señala la grave afectación e impacto ambiental que tendría el desarrollo en la zona.
“La zona de pastos (marinos) frente a Puerto Cancún tiene una superficie total de 240,500 metros cuadrados, de los cuales sólo se realizará la afectación de pastos en una porción de 52,675.80 metros cuadrados, que equivale a un 22% del total de la superficie del proyecto”, señala el documento.
Arman playa con arena robada
El dragado masivo de arena, se realiza amparado en el permiso 23QR2017T000, que tiene vigencia por dos años pero es prorrogable.
Y amparados en él, pretende extraer el material pétreo para rellenar los 144 metros de playa que tiene la zona de Novo Cancún, donde se realiza el desarrollo de SLS.
Cómplices gubernamentales
Diversas investigaciones han señalado que las autorizaciones bajo las que se realiza el ecocidio tienen nexos que llegan hasta el expresidente Carlos Salinas de Gortari, pues MIRA companies comparte negocios con Jerónimo Marcos Gerard Rivero.
Este hombre es hermano de Ana Paula Gerard Rivero, actual esposa de Salinas de Gortari, quien preside en México dos empresas: Infraestructura Institucional (I2) y Mexico Retail Properties (MRP), ambas filiales de Black Creek Group.
Soni embargo, en todas las autorizaciones otorgadas al conglomerado de empresas que han desarrollado estos proyectos, aparecen las firmas de Alfonso Flores Ramírez, director general de Impacto y Riesgo Ambiental de Semarnat, o subalternos como Ricardo Juárez Palacios, director general de Impacto Ambiental, quien dio el aval ilegal a las obras del Malecón Tajamar en 2005 y 2006.
Ante las denuncias, se espera que las autoridades ambientales frenen el ecocidio que está cometiendo SLS con su desarrollo en Puerto Cancún, además de la intervención de las autoridades estatales y municipales para que frenen la extracción del material, poniendo fin al ecocidio en Cancún.