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Si hay un negocio que ha experimentado un gran crecimiento desde que la pandemia irrumpió en nuestras vidas, ese es el de la comida para llevar. De hecho, en la primera semana de confinamiento (en marzo) se reveló que los pedidos habían aumentado hasta el 50%. Y no ha parado de crecer. Además, el 56% de la población online española usó algún proveedor de comida a domicilio en 2020, según la macroencuesta Statista Global Consumer Survey elaborada por Statista, realizada entre julio y agosto del pasado año a 12.553 a residentes que pidieron comida a domicilio online en los últimos 12 meses en España.
Este análisis señala a Just Eat como la plataforma de comida a domicilio preferida por el 51% de los españoles. Durante la pandemia esta plataforma ha incorporado 8.000 restaurantes a su aplicación computando un total de más de 16.000 y tiene presencia en 24 países. Le siguen en esta clasificación Burger King (49%), Glovo (36%), Domino’s (35%), Uber Eats (24%) y Deliveroo (21%).
Just Eat Takeaway.com opera en Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Canadá, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Irlanda, Israel, Italia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, España y Suiza, así como en Colombia y Brasil a través de alianzas. En nuestro país tiene más de dos millones de usuarios activos.
PROS Y CONTRAS
Las ventajas de esta opción son numerosas. Puede pedirse cualquier tipo de comida, desde fresca y saludable hasta la de cadenas de comida rápida, pasando por comida china o japonesa, por poner solo algunos ejemplos.
Sin embargo, los economistas no terminan de ponerse de acuerdo en si a la larga esto resultará beneficioso o perjudicial para este sector. Algunos fundamentan sus opiniones negativas al respecto poniendo como ejemplo a China, indiscutible líder. Bastantes dueños de restaurantes de ese país han reconocido que cerrar sus restaurantes ha sido igualmente perjudicial a pesar de contar con esta opción de mandar su comida a domicilio.
Por otro lado, los que se muestran a favor hablan de Estados Unidos, donde casi el 30% de usuarios hicieron uno de estos pedidos por primera vez. Una cifra que fue bastante inferior durante el año anterior. Por supuesto, también hay que tener en cuenta el tema regulatorio, que puede variar mucho de un país a otro.
Sin duda, casi el 90% de la restauración ha reconocido que se ha visto en la necesidad de reorientar su negocio incluyendo nuevos servicios y aprovechando todo lo que lo digital puede ofrecer para no sucumbir ante esta crisis.
Algunas encuestas revelan que cuando las circunstancias lo permitan muchos usuarios agradecidos visitarán esos restaurantes que les han llevado la comida a domicilio. Este esfuerzo por no dejar ‘colgada’ a su clientela es algo que es muy tenido en cuenta por ellos.
Asimismo, no son pocos los que han probado este servicio por primera vez y encuentran una gran comodidad en el hecho de poder encargar cómodamente lo que quieren para que se lo sirvan a domicilio sin que les suponga ningún tipo de desplazamiento. Por supuesto, piensan incorporarlo a sus rutinas, echando mano de esta alternativa que ha ganado una gran popularidad.