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El coronavirus salpica las cuentas de Kering. El conglomerado francés de lujo ha finalizado el primer trimestre del ejercicio con una caída de sus ventas del 15,4% lastrado por el impacto de la pandemia. El grupo, que mantiene sus tiendas cerradas, registró unas ventas de 3.203,2 millones de euros en los tres primeros meses.
Gucci ha sido la marca de Kering más penalizada por el coronavirus. Las ventas de la empresa han retrocedido un 22,4% en el periodo, mientras la facturación de Yves Saint Laurent ha descendido un 12,6%. Los ingresos de Bottega Veneta, en cambio, se han elevado un 10,3% en los tres primeros meses de ejercicio.
Sin embargo, la empresa ha señalado que Gucci tuvo un crecimiento “excepcional” en Norteamérica durante los dos primeros meses de ejercicio (enero y febrero), mientras que en Asia la crisis ya se reflejó a principios de año.
La compañía ha tomado medidas de contingencia ante el avance de la pandemia. En concreto, el grupo ha recortado un 25% el salario de Fraçois Henri Pinault, consejero delegado, y reducido un 30% el dividendo.
“Estamos trabajando arduamente para garantizar la continuidad y preparar nuestro negocio”, ha señalado Pinault en un comunicado. “Adaptar nuestra base de costos y preservar nuestra posición de efectivo son las principales prioridades”, ha añadido el directivo.