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Con la actividad comercial paralizada, tras el cierre de los establecimientos no esenciales por la crisis del coronavirus, las compañías especializadas en logística se adaptan a un nuevo escenario, en el que la capacidad de reaccionar rápido y de ampliar la superficie de almacenaje cotizan al alza.
“Nuestro reto más importante es salvaguardar la salud de los empleados y, al tiempo, seguir dando servicio y velar por la viabilidad económica de la empresa, hay muchos empleos en juego”, explica a FashionNetwork.com Diego Larrañaga, director para Europa de Logisfashion, compañía centrada en servicios de logística para el sector de la moda.
Según el directivo, la actividad de la compañía se ha reducido a la mitad, con el canal online “medio vivo” y la totalidad de establecimientos del sector cerrados.
En este contexto, ¿cuáles son las limitaciones a las que se enfrenta Logisfashion en su día a día? “Por un lado, las limitaciones para organizar al equipo. No tenemos ningún caso registrado, pero tenemos que cuidar su salud y fomentar que los grupos de riesgo trabajen desde casa. Por otro, la falta de previsión de trabajo. No sabemos qué nos vamos a encontrar mañana, tanto en volumen como en normativa. Tenemos que vivir al día y ese es el cambio más drástico para nosotros: nuestro trabajo se centra en la planificación”, detalla Larrañaga.
Logisfashion se anticipó a la actual situación: hace 10 días, dejó de contratar personal de refuerzo para contar únicamente con su plantilla habitual (unas 1200 en toda España); además, activó unos protocolos que le permitieran “garantizar la seguridad de los empleados y seguir dando servicio”. Ahora, la capacidad de reaccionar rápido es uno de sus valores fundamentales para seguir operando, según su director para Europa.
“Tomamos decisiones cada 15 minutos, según los problemas que surgen; adaptamos los protocolos a las directrices del Gobierno y estamos alerta por si, por ejemplo, los camiones deben dejar de circular”, apunta el directivo.
La capacidad de reacción es también relevante para atender las nuevas demandas de los clientes en este marco. “Las empresas de retail también están haciéndose a este escenario. Hay servicios menos recurrentes que ahora nos piden más. Por ejemplo, muchas empresas tienen mercancía en tránsito entre Asia y Europa. Ahora necesitan un lugar donde guardar todo ese producto. Nosotros no disponemos de ese espacio como tal, pero estamos habilitando centros pop up de almacenaje para dar el servicio”, ahonda.
“Algo que también nos están pidiendo es la gestión del stock de sus tiendas. Es decir, muchas compañías tienen stock en sus establecimientos físicos: lo que quieren es sacarlo a la venta online, para perder lo menos posible”, continúa Larrañaga.
Logisfashion, con presencia en Asia, Europa y América, está “poniendo ya en marcha los protocolos específicos de actuación en todos los centros”. “La foto en Europa y Estados Unidos es la misma que en España. En Latinoamérica, aunque aún no haya efecto económico, tenemos que estar preparados”, incide.
La gran cuestión, según Diego Larrañaga, es ver “qué va a pasar después”. “Tenemos muy claro que nada será igual, pensaremos en cómo evitar situaciones similares y buscaremos nuevas formas de fabricación. Todos nos vamos a tener que adaptar”, concluye.
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