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Las terrazas de España están llenas, los centros comerciales, no tanto. Marineda City, en A Coruña, el mayor complejo comercial de Galicia, ha podido reabrir hoy con el salto de la región a la fase 2, pero no había colas en la puerta ni clientes mirando escaparates. La afluencia fue escasa y la mayoría de compras, planificadas, en el día de reapertura en la desescalada del estado de alarma por el Covid-19.
El centro será el termómetro de la reapertura para grupos como Inditex, que juega en casa en Marineda, y es el segundo mayor complejo que puede abrir hoy, tras Puerto Venecia, en Zaragoza.
“Hay poca gente, pero la gente que viene compra, no hay gente que venga a mirar”, señala la dependiente de una de las cadenas que ha vuelto a la actividad. Primark ha sido el gran ausente en la reapertura. En la puerta, un cartel explica que abrirá en los próximos días y que la empresa está “trabajando para convertir nuestra tienda en un espacio seguro”. Tampoco H&M ha optado por abrir.
Más allá de las compras, tampoco hay alternativa: los restaurantes están cerrados y las zonas comunes, aunque abiertas, tienen menos mobiliario y no invitan a sentarse. En Bershka o Zara, habitualmente abarrotados, los visitantes se cuentan por decenas.
A la entrada del centro, una pantalla indica con un código de colores el estado del aforo
El centro comercial mide tanto la entrada de personas como la de coches para controlar el aforo. A la entrada del centro, una pantalla indica con un código de colores el estado del aforo: verde, “adelante”; amarillo, “alta ocupación”; rojo, “aforo completo. Por favor espere”.
La pantalla indica el color verde, así que el visitante puede entrar sin problema. En caso de que se superase la cota permitida, tal y como explica el personal del punto de información, la seguridad del centro acudiría a las puertas de entrada y pediría a la gente que esperara en cola, al tiempo que se avisaría por la megafonía.
Junto a las escaleras mecánicas y en cada tienda hay gel hidroalcohólico, y las pantallas, como manda la normativa, están inhabilitadas. Las tiendas que cuentan con dos puertas, como Bershka, han habilitado una de entrada y otra de salida para facilitar el conteo de personas, pero el aforo no termina de llenarse.
Aunque en el hilo musical del centro comercial predominaba la música ambiente, de vez en cuando la melodía era interrumpida para emitir mensajes para que se respeten las medidas de seguridad sanitaria, animando, por ejemplo, a no tocar los pasamanos de las escaleras mecánicas.
En los baños, no hay mayor control que un cartel que recuerda las normas básicas de higiene: usar los dispensadores de gel, mantener la distancia de seguridad y evitar tocar superficies.
Marineda City abrió sus puertas en 2011 y fue entonces el mayor complejo de España y el tercero de Europa, con una superficie construida de 500.000 metros cuadrados y 197.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable (SBA).