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La plataforma de comercio electrónico más importante de Latam ofrece diversas funciones avanzadas para aprovechar al máximo el boom de las ventas online
El e-commerce creció de forma acelerada en América Latina. No sólo por aquellos comercios que debieron reconvertirse, sino también que usuarios que perdieron su empleo o vieron cómo sus ingresos disminuyeron y se lanzaron a vender online para enfrentar el parate por la pandemia.
La empresa fundada por Marcos Galperin trazó un plan en estos últimos años para democratizar el comercio electrónico mediante una plataforma digital efectiva. Desde el marketplace aseguran que grandes y pequeños vendedores deberían gozar de igualdad de condiciones para el desarrollo de sus negocios.
Lógicamente, al ser la Argentina su lugar de origen, la plataforma ganó mucha notoriedad en territorio local, con un crecimiento en la facturación de 124% respecto al año anterior, más que duplicando a la inflación registrada.
A nivel regional, desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), comentan a iProUP que el gran ganador en Argentina fue Mercado Libre, que acapara el 65% de todas las ventas digitales, por encima de Brasil (43,8%) y el promedio regional (24%). Asimismo, duplicó sus oficinas y equipos e trabajo en países como Chile y Uruguay. Ahora, datos revelaron un nuevo país en el que la firma de e-commerce domina el mercado.
Se trata de Venezuela, donde la empresa ganó notoriamente a partir del confinamiento, y actualmente, es vitrina para 254.000 vendedores en el país, que comercializaron más de 2 millones de ítems con 661.000 compradores. Allí, el sitio de la firma recientemente más de 58 millones de visitas mensuales, lo que coloca como una de las plataformas más visitadas del país.
William Caballero, gerente general de Mercado Libre Venezuela, remarcó que la compañía «impulsó el crecimiento de todo tipo de empresas, asesorándolas a lo largo de su carrera, ayudándolas a consolidar su negocio y mejorar sus ventas». Además, indicó que algunos de los vendedores que comenzaron en el portal, lograron posteriormente abrir sus tiendas físicas.
Por otro lado, detalló que se encuentran constantemente en la búsqueda de mejorar la experiencia para los usuarios, mediante soluciones innovadoras que satisfagan sus necesidades.
A su vez, destacaron una serie de hechos como la apertura de Tiendas Oficiales, que reúnen marcas de gran calidad, el lanzamiento de Mercado Envíos, que agiliza el trámite de compra y venta, o la conformación del centro de atención al cliente que trabaja en pos de garantizar un mejor servicio la comunidad.
«A pesar de la complejidad del entorno, Mercado Libre se ha mantenido durante 22 años al lado de quienes apuestan por el sector. Seguiremos realizando las adecuaciones necesarias para estar al día con las necesidades de nuestros usuarios y continuar robusteciendo la plataforma», puntualizó Caballero.
Asimismo, en este nuevo aniversario lanzaron una campaña centrada en conectarse emotivamente con la comunidad venezolana, a partir de la cual buscan celebrar su crecimiento en territorio vinotinto con ofertas exlusivas en miles de productos.
Galperin se crió en una familia dedicada a un negocio tradicional. Estudió en una universidad de la Ivy League. Lanzó su propia empresa en un garage. Creció, estuvo a punto de cerrar, intentaron comprarlo, sobrellevó crisis y ahora comanda la compañía más valiosa del país.
Esta parece la historia de un típico multimillonario que encabeza el ranking de Bloomberg, pero se trata de uno criado en la mismísima provincia de Buenos Aires.
Ya pasaron 22 años desde que Galperin cofundó Mercado Libre –su idea original era llamarla Libre Mercado – y su discurso pasó de querer «ser la empresa de subastas online más grande» a izar la bandera de la democratización del dinero y el comercio.
Nacida a imagen y semejanza de eBay, la firma mutó y ahora se asimila más al modelo de Alibaba, aunque muchos la describen como la «Amazon criolla».
De una avivada bien «argentina» en un aeropuerto para lograr su pitch, a ser el modelo emprendedor local cool sin oficina propia, Galperin se erige como gran self made millionaire argentino del nuevo milenio.
En agosto de 2019, Mercado Libre cumplió 20 años. En ese lapso tuvo que adaptarse a las circunstancias e ir mutando. Se transformó de una empresa de simples subastas online a una que también procesa pagos -mediante Mercado Pago-, otorga créditos, financia emprendimientos y hasta permite invertir en fondos comunes de inversión.
Si bien en aquel momento atravesaba épocas de bonanza económica gracias a Sadesa, la curtiembre fundada por su abuelo materno en 1941, su familia no era acaudalada. Los de Galperin llegaron sin dinero desde Rusia previo a la Segunda Guerra Mundial, al igual que los Lebach, la familia por parte de su madre, que eran oriundos de Alemania.
El surgimiento de MeLi –sigla con la que cotiza en Nasdaq desde 2007 y con la que los propios empleados se refieren a ella– se gestó en las entrañas de la Universidad de Stanford, donde aquel chico criado en San Isidro realizaba su MBA.Antes de pasar por la universidad californiana, ya se había convertido en el primero de su clan en estudiar fuera del país. No realizó su formación de grado en Argentina sino que, motivado por el caos de la universidad pública y sin privadas que lo contentaran, consiguió ingresar en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania.
El niño nerd que programaba en lenguaje Basic y leía libros de ajedrez se había transformado en un joven rugbier antes de dar el salto a los Estados Unidos.
De regreso a tierras argentinas comenzó su primera experiencia laboral dentro del área financiera de YPF. Al poco tiempo las ganas de viajar para estudiar volvieron a invadirlo, más allá de la motivación por el networking de lujo, que le brindaba la oportunidad de pasar por una universidad de la llamada «Ivy League».
La génesis
El gen emprendedor ya estaba en su organismo. Sin embargo, en 1995, aún no pasaba por su cabeza la idea de volcarse en el, por entonces, incipiente negocio del e-commerce.
Todo cambió cuando quedó desempleado. Galperin continuaba trabajando a distancia para YPF; no obstante, la compra de la petrolera por parte de Repsol hizo que desmembraran su departamento, por lo que comenzó a pensar proyectos.
Es más, su primer boceto de emprendimiento tenía que ver con un sitio de información económica y operaciones bursátiles. Pero, investigando modelos de negocios de compañías, vio una oportunidad en el mundo de los remates en línea.
Durante el MBA, Galperin adoptó como gurú a uno de sus profesores de finanzas, Jack McDonald –fallecido en enero de 2018-, quien tenía la costumbre de llevar a sus clases a celebridades del mundo de los negocios.
Incluso, en una ocasión, estuvo sentado (sin saberlo) unos diez minutos en el aula junto al mismísimo Warren Buffett, situación que consideró casi imperdonable, por lo que pidió a McDonald que lo pusiera en contacto con algún peso pesado del mundo de las inversiones para poder contarle su idea. Fue así como se gestó el famoso «pitch del aeropuerto» que le dio la primera gran inyección de dinero a su proyecto.
En noviembre de 1999, Mercado Libre, con sólo tres meses de vida, consiguió levantar u$s7,6 millones para su financiamiento. Uno de los que apostó por el joven emprendimiento por HM Capital Partners, cuyo socio fundador era John Muse.
Galperin lo había convencido unos meses antes, cuando el inversor visitó Stanford para contar su experiencia. Durante aquella jornada, McDonald arregló que el argentino llevara a Muse al aeropuerto de San José, pero no contaba con que dos amigos del estudiante, bastante extrovertidos, se subirían al auto.
Entonces, Galperin utilizó su «viveza criolla»: fingió equivocarse en una salida de la carretera para ganar 20 minutos de viaje y poder realizar su speech. Finalmente, Muse dijo las tres palabras que el emprendedor tanto quería escuchar: «Voy a invertir». En mayo del 2000, al desembolso de HM Capital se le sumó el de otros interesados que inyectaron u$s46,5 millones en la segunda ronda de inversión de la firma.
Primeros pasos
Pero, como en toda empresa las primeras olas no fueron fáciles de sufear. Solo había una treintena de sitios que vendían artículos por Internet siendo eBay, fundado en 1995, su principal exponente.
Al poco tiempo surgieron competidores locales, con De Remate como su gran némesis –incluso copiándose entre sí estrategias de visibilidad como la de pagar publicidad durante los partidos de fútbol-, pero el gran cimbronazo lo enfrentó con la burbuja de las puntocom.
Ese fue el primer momento en que Galperin vio muy de cerca el final de «MeLi». Incluso, admite que fue la primera vez que lloró por la empresa. Aunque logró sobrellevar la crisis, gracias a una agresiva estrategia de ajuste tanto de gastos como de ingresos, volver rentable la compañía se transformó casi en una odisea, algo que recién logró en 2005.
A esto se le sumó una oferta de compra por u$s200 millones de la mismísima eBay, con la cual se convertirían en socios estratégicos en 2001, a cambio de un 19,5% de la compañía. Así, nacía el primer unicornio argentino.
Al mismo tiempo que la economía local atravesaba una de las etapas más críticas en su historia, la compañía de Galperin comenzaba a remontar vuelo. «En 2002 fue récord de crecimiento por el contexto recesivo que impulsó a que la gente vendiera todas esas cosas que no necesitaba», reconoció el mandamás de ML.
La expansión regional no tardó en llegar, primero con Uruguay –país en el que se radicó de 2002 a 2016 y desde el cual viajaba a Buenos Aires todas las semanas para trabajar-, México y Brasil, y luego con Ecuador, Chile, Venezuela y Colombia, hasta llegar a los 19 países en los que opera actualmente.
A pesar de haber nacido en territorio nacional, Argentina es el segundo mercado para la empresa, ya que aporte 26% del share de la facturación neta. En primer lugar se encuentra Brasil con el 60%, es decir, unos u$s1.213 millones.