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A través de una entidad, que agrupa a las 70 mayores empresas de comercio en la primera economía de América Latina, se presentaría una denuncia ante el organismo antimonopolio. Filial del gigante rechaza acusaciones.
El año 2020 fue un año de crecimiento para MercadoLibre a pesar de la pandemia, pero ese desempeño estaría teniendo efectos en la industria. Los grandes retailers de Brasil están preparando una denuncia ante el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el organismo regulador de la competencia de ese país, contra la empresa de origen argentino.
¿La razón? Las tiendas -que, por el Covid-19, concentraron mucha de su actividad en el comercio electrónico- acusan a la firma de distorsionar el mercado y ejercer prácticas de competencia desleal. Sin embargo, según medios de ambos países, la empresa lo niega.
La denuncia sería canalizada a través del Instituto do Desenvolvimento do Varejo (IDV), que agrupa a los 70 principales jugadores del negocio minorista de Brasil. Entre ellas, figuran multinacionales como Avon, Calvin Klein, Carrefour, Estée Lauder, McDonald’s, Sephora y Zara. Pero también, figuras regionales como Cencosud y empresas brasileñas (Centauro, Dafiti Hering, Grupo Avenida, Riachuelo y Lojas Americana, entre muchas otras).
De hecho, un expresidente del IDV, Flavio Rocha, dueño de Riachuelo, calificó a MercadoLibre de “camelódromo”, un término usado en ese país para las grandes ferias de vendedores ambulantes, con mercadería no necesariamente legal. Una figura común en la frontera con Paraguay.
Con esta acción, las compañías buscan que MercadoLibre exija en todos los productos que vende su marketplace brasileño una “nota fiscal”, documento al que están obligados a emitir todos aquellos comerciantes que se mueven en el marco legal. Según los retailers, quienes operan en la plataforma y no generan esa factura, le dejan a MercadoLibre un ingreso por la venta hasta tres veces mayor que aquellos que la emiten.
En la práctica, alegan, eso equivale a un subsidio que le permite al gigante regional ofrecer productos más baratos (y cobrar por ellos) que aquellos vendedores que están formalizados. Por lo tanto, entienden que es una práctica de competencia desleal.
“El IDV tiene como premisa la venta minorista formal y aceptará solicitudes de sus asociados para defender el tema”, declaró el actual presidente de la entidad, Marcelo Silva, al diario económico Valor.
Respuesta de la empresa
Fernando Yunes, vicepresidente senior y country manager de MercadoLibre Brasil, habló de “campaña de desinformación” y “falta de comprensión” sobre cómo opera la empresa.
Y agregó: “Actualmente, más del 80% de las ventas del marketplace de MercadoLibre ocurren por medio de vendedores que utilizan la red logística de la compañía, que exige la emisión de nota fiscal en el 100% de los casos. Inclusive, disponemos de un software sin costo para auxiliar al vendedor a generarla”.
Así, afirmó que pagan todos sus impuestos en Brasil y que trabaja desde hace años para formalizar a sus vendedores. Cuando llegan al nivel de una venta por día, ejemplificó, se invita a crear una microempresa. Según MercadoLibre, en 2020, 51.000 de estos usuarios formalizaron su actividad.
La importancia de MercadoLibre en Brasil no es menor. Si bien su origen data de hace 21 años en Argentina, donde tiene al 50% de su personal, y opera en cerca de 20 países de América latina, Brasil es su mayor fuente de ingresos.