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Se estima que en 2020, el 5% de las unidades totales de franquicias cerraron sus puertas, como uno de los efectos colaterales de la crisis económica que generó la pandemia.
De acuerdo con la consultora Feher Consulting, hasta la fecha no se conoce de alguna marca que haya desaparecido por completo; “han cerrado las unidades que no son tan fuertes, para impulsar a las que sí lo son, por número de ventas, ubicación, entre otros”.
Ferenz Feher, directivo de la consultora señaló que si bien hubo pérdidas importantes, hay giros que resistieron y crecieron ante la pandemia, tales como uniformes, laboratorios médicos, farmacias, productos químicos desinfectantes e, incluso, locales de alimentos y bebidas.
Comentó que marcas como Gallantdale de uniformes, llegó a 30 unidades, y 10 de ellas las abrió durante la pandemia, Sus ventas se incrementaron hasta en un 40% y el e-commerce pasó de representar el 3% a un 13% de sus ventas.
Feher explica que durante esta prolongada crisis se han tenido importantes aciertos.
“Sin duda, también contribuyó fuertemente la capacidad de los franquiciatarios al negociar reducciones en rentas y sueldos del personal. El giro de Alimentos y Bebidas, principalmente, aceleró su crecimiento en cuestión de omnicanalidad, vendiendo comida no sólo en sus sucursales, también a domicilio, por medio de dark kitchens y/o desde su página web”.
Posible crecimiento del modelo
La consultora proyecta que este año se podrá observar una demanda en el modelo de franquicias en los próximos meses, a partir de un número importante de inversionistas potenciales, por tres motivos principales: jubilaciones anticipadas, despidos y herencias cobradas.
Finalmente, señalan que aquellas que cuenten con big data y mejor atención y calidad en el servicio omnicanal, como venta en línea y experiencia presencial, serán las que den mejores resultados.