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Abrieron su tienda en el marketplace de Mercado Libre con todo su portafolio, además de inversiones en las aplicaciones de delivery, como Cornershop y Rappi.
El año pasado la pandemia provocó el cierre de uno de los canales de ventas para el vino: restaurantes; sin embargo, Concha y Toro México, empresa vitivinícola, logró capitalizar los cambios de habito, escasez de cerveza, hasta la tendencia de cocinar en casa y crecer un 20%, sin embargo, también hizo una fuerte apuesta por el comercio electrónico, donde sus ventas aumentaron hasta 300%.
La directora de Negocios y Mercadotecnia de la marca, María Fernanda Loyo Loyola, señaló a Forbes México en entrevista que 2020 fue bueno, ya que si bien hubo muchas industrias fueron afectadas por el Covid-19, en el caso en el caso de la empresa el consumidor los favoreció a la hora de hacer una la elección de compra.
“Tuvimos que adaptarnos y hacer del e-commerce uno de nuestros puntos también, donde nosotros participábamos antes era el de los autoservicios…desde el año pasado hicimos un trabajo minucioso desde el catálogo, que el nombre de los productos fuera el correcto, las fotos estuvieran actualizadas o las fichas técnicas”.
Abrieron su tienda en el marketplace de Mercado Libre con todo su portafolio, además de inversiones en las aplicaciones de delivery, como Cornershop y Rappi, para estar más cerca del consumidor.
Lo que les permitió que sus ventas por comercio electrónico registraran un avance de 300%, aunque las bases eran muy pequeñas; pero las tendencias siguen siendo positivas y las ventas por internet en la actualidad mantienen un mayor dinamismo frente al canal tradicional.
“Tuvimos un crecimiento a total compañía de aproximadamente el 20% en ventas en valor y 19% en volumen, lo cual también fue complejo, ya que tuvimos que rehacer todos nuestros planes, sobre todo de comunicar en un momento donde la gente no estaba saliendo al autoservicio y el canal digital se convirtió en algo más relevante que antes”, afirma.
Y es que, cuenta, que el canal de las tiendas especializadas, como La Castellana o La Europea, se vio más afectado para la categoría porque es quien le surte a los restaurantes, por lo que la compra se volcó al canal de retail y lo mexicanos empezaron a adquirir vino para sus casas.
“La categoría total de vino en México no presentó un crecimiento, solamente hubo un switch de canales, lo que se consumía en los centros de consumo se dejó consumir y se lo llevó a casa, lo cual en principio pudo estar influenciado por la escasez de cerveza, sin embargo, el vino se ha posicionado con el tiempo como un acompañamiento del alimento, en esta tendencia de cocinar en casa, recetas en amigos, el vino se volvió un acompañamiento”.
María Fernanda Loyo destaca que el consumidor le abrió la puerta a su hogar, tendencia que espera que se mantenga a lo largo de 2021, lo cual, sumando a la reapertura de los restaurantes, impulsaría este año un crecimiento del vino en el país.
De hecho, precisa que la categoría de vino aún es pequeña en México, el consumo per cápita es de 850 mililitros, tiene un gran potencial, donde el punto de decisión de compra se vuelve fundamental.