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La hipótesis que planteo es, por qué las famosas DNVB (Digital Native Vertical Brands) como Ben&Frank, Gaia, Luuna, entre otras, están posicionando y haciendo disrupción en sus sectores a través de la omnicanalidad.
Diego lleva un tiempo trabajando en esta aceleración digital, no solamente de herramientas tecnológicas, sino en el pilar principal, el talento, donde está capacitando a diferentes áreas, desde comerciales a retail en temas digitales, como marketing e e-commerce.
Por su parte, L’oreal ha enfocado sus esfuerzos en desarrollar junto a sus partners retailers, tecnología que pueda ser adaptada al punto de venta y online, para generar experiencias de compra 360.
Hoy es clave tener una visión clara de que la transformación digital, no es solamente estar en redes sociales, es adoptar la tecnología que transforme la experiencia del cliente, tanto digital como física.
Debemos entender la omnicanalidad como un concepto firme y práctico de captar al cliente a través de cualquier medio (digital u offline), y donde el canal final de compra no debe verse afectado en términos de experiencia, usabilidad o precio.
El error más común y el mayor reto es unificar las áreas y departamentos para que no compitan entre ellos y alinear los incentivos como empresa, donde hay que iniciar por manejar los mismos precios en cualquiera de los canales de ventas.