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Hoy es clave tener una visión clara de que la transformación digital no es solamente estar en redes sociales, es adoptar la tecnología que transforme la experiencia del cliente, opina Oscar Jiménez.
A raíz de la pandemia y lo que se está viviendo, los retailers vieron afectados sus canales de ingreso de manera agresiva, la necesidad latente de ver el e-commerce como una salida de respirar en esta pandemia fue 100% accionada.
Si fuera tan fácil hacer la transición del retail al e-commerce, veríamos en el mercado miles de marcas y empresas creciendo y tomando una posición relevante en este canal.
En una gran plática que tuve con Pablo Sanchez Liste, actualmente CMO/CDO de L’Oréal México y con Diego Coppel, CMO de Coppel, abordamos el panorama de cómo una de las marcas de belleza más grande del mundo y uno de los retailers más grandes de Latinoamérica están enfrentando la actualidad.
La hipótesis que planteo es, por qué las famosas DNVB (Digital Native Vertical Brands) como Ben&Frank, Gaia, Luuna, entre otras, están posicionando y haciendo disrupción en sus sectores a través de la omnicanalidad.
Diego lleva un tiempo trabajando en esta aceleración digital, no solamente de herramientas tecnológicas, sino en el pilar principal, el talento, donde está capacitando a diferentes áreas, desde comerciales a retail en temas digitales, como marketing e e-commerce.
Por su parte, L’oreal ha enfocado sus esfuerzos en desarrollar junto a sus partners retailers, tecnología que pueda ser adaptada al punto de venta y online, para generar experiencias de compra 360.
Hoy es clave tener una visión clara de que la transformación digital, no es solamente estar en redes sociales, es adoptar la tecnología que transforme la experiencia del cliente, tanto digital como física.
Debemos entender la omnicanalidad como un concepto firme y práctico de captar al cliente a través de cualquier medio (digital u offline), y donde el canal final de compra no debe verse afectado en términos de experiencia, usabilidad o precio.
El error más común y el mayor reto es unificar las áreas y departamentos para que no compitan entre ellos y alinear los incentivos como empresa, donde hay que iniciar por manejar los mismos precios en cualquiera de los canales de ventas.