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El sector inmobiliario global, paralizado a la espera de superar la crisis sanitaria. La inversión internacional en el real estate ha sufrido un duro impacto a causa de la pandemia generada por el Covid-19. A la práctica paralización de la economía de algunos países, se le ha sumado la restricción de movimientos en muchos otros, lo que impide avanzar con los proyectos que siguen en marcha y ha provocado la caída de algunas transacciones.
“Las operaciones que estaban en marcha sólo se están dilatando en el tiempo, en parte porque los notarios también han tenido que reducir su actividad”, explica Oriol Molas, presidente de Orience International, una empresa especializada en la inversión internacional en residencial, oficinas y retail. De todos modos, no se están iniciando nuevas operaciones y el directivo asegura que “en el real estate no se mueve absolutamente nada”.
Molas asegura que el mercado comenzó a notar los efectos del coronavirus en enero, “cuando los inversores asiáticos, especialmente los chinos, empezaron a cancelar operaciones”. Era un momento en el que día a día aumentaban los casos de infectados en el país y las medidas aprobadas por el Gobierno chino para frenar el avance del virus.
“Habrá un rebote en la inversión internacional en el sector inmobiliario cuando superemos la crisis sanitaria”
Un efecto que se maximizó cuando la pandemia alcanzó Europa. “Con los primeros casos en el continente, empezaron a caer operaciones de oficinas”, explica Molas. En este sentido, las empresas han pospuesto sine die los planes de expansión y crecimiento, lo que ha provocado que las ampliaciones de espacio y los cambios de emplazamiento se hayan congelado.
De todos modos, el directivo asegura que “habrá un rebote en la inversión internacional en el sector inmobiliario cuando superemos la crisis sanitaria”, aunque “es difícil predecir si España se podrá sumar a la ola”, puesto que antes de la pandemia ya era un mercado “con unos precios elevados”.
“Una vez superada la crisis sanitaria, algunos inversores aprovecharán que las bolsas estarán bajas – añade Molas –; pero el real estate será un mercado interesante”, ya que ofrecerá rentabilidades atractivas en un momento en el que los tipos de interés seguirán en mínimos históricos.
“Teóricamente el dinero se moverá más y el sector inmobiliario puede ser un buen lugar para invertir”
En este sentido, si los diferentes bancos centrales continúan con la política de rebajar los tipos de interés, “teóricamente el dinero se moverá más y el sector inmobiliario puede ser un buen lugar para invertir”, asegura el directivo.
Molas también apunta que los inversores asiáticos pueden considerar atractivo tener obtener los permisos de residencia y de trabajo en España, que se conceden con inversiones inmobiliarias a partir de 500.000 euros.