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Una gran conmoción en el mundo empresarial ha causado el reciente fallecimiento de Reinaldo Solari Magnasco, presidente de Falabella desde 1986 hasta 2010 y principal impulsor del salto de la empresa chilena al mercado internacional.
Uno de los primeros en mostrar su pesar por la noticia fue el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio chileno, Juan Sutil, quien expresó que «desde la CPC manifestamos nuestro profundo pesar y nuestras condolencias a la familia de Reinaldo Solari, quien se destacó por ser un empresario visionario, un hombre de mucho esfuerzo y trabajo, pero sobre todo, una persona íntegra, de grandes valores, un ejemplo a nivel empresarial y familiar», dijo el líder de la organización que representa al empresariado chileno.
En tanto, el gerente general de Falabella, Gaston Bottazzini, apuntó que «don Reinaldo era muy claro en sus opiniones, apoyador de las iniciativas, muy exigente y respetuoso. La corrección y la consecuencia generaron un profundo respeto en todos quienes lo conocimos».
El legado de Solari
Bajo el mando y la visión de Don Reinaldo, la empresa chilena pasó de tener una pequeña tienda en el centro de Santiago a ser un retailer con más de 70 tiendas distribuidas en Chile, Argentina, Colombia y Perú. Además, el exitoso hombre de negocios creó otras empresas como Megeve Investments, el family office con inversiones en Inmobiliaria Enaco, Haldeman Mining Company, Parque del Recuerdo, la termoeléctrica Termotasajero en Colombia (Colgener) y la salmonera AquaChile.
Solari dejó la actividad empresarial en 2010, debido a su avanzada edad y problemas de salud, dejando a sus tres hijos a cargo de los negocios de la familia. Sus hijos Piero, Carlo, y Sandro Solari comparten el control de cerca del 11% de la Falabella, lo que le da a cada hermano un patrimonio neto de más de US$ 1.000 millones, según el listado de Bloomberg.