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El coronavirus ‘ahoga’ al textil sudamericano: caída de ventas del 41%
Los productores del continente han registrado un descenso de los pedidos del 41% desde el inicio de la pandemia, según una encuesta realiza por la Itmf.
Avalancha de cancelaciones, impagos y fábricas cerradas. El corte drástico en la demanda de moda en todo el mundo está afectando profundamente a la industria textil: sin clientes y sin tiendas, nadie necesita más stock.
Los pedidos se han reducido un 31% desde el estallido de la pandemia y los empresarios prevén una caída de ingresos de hasta el 28% este año. Los productores sudamericanos han sido los más afectados, con una caída del 41% de los pedidos desde el estallido de la pandemia.
Así se desprende de la encuesta realizada por la International Textile Manufacturers Federation (Itmf) entre el 28 de marzo y el 6 de abril. Los datos han empeorado notablemente en las últimas semanas: en un primer sondeo, realizado entre el 13 y el 25 de marzo, los industriales percibían una caída de los pedidos del 8% y anticipaban que su facturación se reduciría un 10% en 2020.
Desde entonces, la situación ha cambiado dramáticamente. Los cierres de tiendas, que entonces se limitaban a las potencias europeas, son ya la norma en todo el globo, y en los mercados productivos se suceden los despidos por la oleada de cancelaciones de pedidos.
Sólo en Bangladesh, unas 1.025 fábricas habían registrado un impacto en sus exportaciones por valor de 2.810 millones de dólares, entre pedidos cancelados y retenidos, según datos recogidos por la Itmf.
La caída más moderada la registran los productores del este de Asia, con un descenso de los pedidos del 20%
Desde que comenzó la pandemia, los industriales más afectados han sido los de Sudamérica, con un desplome de los pedidos del 41% por la contracción de la demanda de Estados Unidos, el principal destino de sus exportaciones.
Le sigue África, adonde también han llegado las medidas de contención. El norte del continente es un importante polo de aprovisionamiento en proximidad de la moda europea, mientras países subsaharianos como Etiopía llevan años posicionándose como el próximo gran hub para el sector. Sin embargo, la crisis ha cortado esas aspiraciones: los productores textiles del continente han registrado un desplome del 38% en los pedidos.
Las caídas son también notables, aunque más moderadas, en Europa, incluyendo Turquía (35%), en Norteamérica (33%), y en el sur y Sudeste Asiático (con descensos del 30% y 34%, respectivamente).
En cambio, el este de Asia, donde se incluye China, donde comenzó el brote del coronavirus, la caída es más moderada, con un descenso medio de los pedidos del 20% desde que comenzó la pandemia.
África es una de las regiones más afectadas, con un desplome de los pedidos del 38%
“En las últimas dos o tres semanas, la mayoría de compañías textiles de China han incrementado la producción; además, las tiendas han reabierto y el consumo se está recuperando”, apuntan desde la Itmf.
El mapa es similar en lo que se refiere a las previsiones de facturación para este año. De media, los empresarios estiman un descenso del 28% este año, frente al 10% de la primera oleada de la encuesta. África es en este caso el continente más pesimista, con un desplome previsto del 45% de la facturación.
Le sigue Sudamérica, donde las cancelaciones de pedidos motivarán un descenso del 41% de los ingresos, y Europa, con una caída del 33%. El sur de Asia es al región más optimista, con una caída prevista del 15%.
En el este de Asia, en cambio, pese a la reactivación de la industria los empresarios han empeorado drásticamente sus previsiones: de la caída del 8% que preveían en el primer estudio al 24% actual.
En Sudamérica, los productores anticipan una caída de la facturación del 41%
“Muy pocas compañías han registrado aumentos de pedidos desde el inicio de la crisis, y las que lo han hecho son empresas de confección que han podido adaptarse para producir equipos de protección personal y otros textiles médicos”, subraya la Itmf.
En este sentido, una de las pocas oportunidades que perciben los encuestados es un potencial aumento de la demanda de tejidos con funciones sanitarias o de protección. Además, algunas empresas han expresado que esperan salir de la crisis más fuertes tras haber optimizado sus procesos internos”.
Pero, a corto plazo, el desafío es mayúsculo. “La caída de las ventas de moda causada por la crisis del Covid-19 es relativamente peor que en muchas otras categorías de producto, quizás porque empezó desde una base más débil”, sostiene el informe.
A los problemas de liquidez por la caída de ventas se suma un potencial impacto en el margen por la oleada de descuentos. “Los grandes retailers online están ya intentando impulsar sus ventas ofreciendo grandes descuentos -apunta la Itmf-; esto se produce en el momento en el que se supone que la entrada de la primavera debe crear demanda de renovar los armarios en Europa y Estados Unidos”.
Esto impactará especialmente, sostiene la federación, en los operadores más pequeños, y ha motivado que asociaciones de países como Francia reclamen al gobierno regular los periodos de rebajas.
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