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«Las personas deberán permanecer en sus casas y hogares, y salir para lo necesario. Van a seguir teniendo abiertos supermercados, negocios de cercanía, farmacias, ferreterías, pero desde la medianoche las fuerzas de seguridad estarán controlando a quien circula por las calles, y el que no pueda explicarlo será sometido a la sanción que prevé el Código Penal”, había dicho Fernández.
Lo cierto es que en la capital provincial son muchas las personas que temen que exista un desabastecimiento de productos básicos y se hicieron presentes en los comercios en el que se observan largas filas para ingresar.
Los supermercados y mayoristas que permanecen abiertos aplican protocolos de seguridad con horarios especiales para los grupos de riesgo; límites en el acceso para asegurar el espacio adecuado entre todos; demarcación de la distancia entre personas; uso de guantes de látex, uso de alcohol en gel y medidas de limpieza en todos los puntos de venta.
Los clientes ingresan en grupos reducidos y en caso de formarse filas deben mantener una distancia de un metro.
