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El futuro del rey del low cost, en manos de la ciencia. Primark, propiedad del conglomerado británico AB Foods, se juega su futuro a la aparición temprana de una vacuna, según un informe publicado ayer por Morgan Stanley. La compañía estima que la cadena irlandesa está particularmente expuesta a la pandemia pero, a diferencia de otros retailers, sus problemas terminarán cuando se puedan levantar las medidas de contención.
Los analistas trabajan con tres escenarios: si se produjera una “fuerte” recuperación en verano de 2021, el beneficio de Primark caería hasta en torno a 240 millones de libras en el ejercicio 2020 (que cierra en septiembre), pero se recuperaría rápidamente, alcanzando 940 millones de libras en el ejercicio 2022-2023, con un margen a largo plazo del 12,5%.
El peor escenario que maneja Morgan Stanley es que haya segunda oleada y la vacuna no llegue hasta 2022
El siguiente escenario, base para el estudio, contempla que la crisis del coronavirus termine con una vacuna en verano de 2021. En ese contexto (sin “fuerte” recuperación), Primark reduciría su beneficio hasta 150 millones de libras este año, pero se recuperaría “gradualmente” hasta alcanzar un resultado bruto (ebit) de 800 millones en 2022-2023.
El peor escenario que baraja Morgan Stanley es que haya una segunda oleada de la pandemia y que la vacuna no llegue hasta el verano de 2022. En ese caso, el ebit de Primark se hundiría hasta sólo 50 millones de libras el próximo ejercicio y después se recuperaría, “pero sólo gradualmente”. A largo plazo, el margen de ebit se reduciría a sólo el 6%.
En cualquier caso, la vacuna no llegará al menos hasta el próximo año, por lo que Morgan Stanley considera que la cadena tiene “un ejercicio excepcionalmente difícil por delante”. En primer lugar, como el resto de retailers de moda, la empresa ha tenido cerradas la mayor parte de sus tiendas durante los últimos tres meses, y todavía no ha reabierto ni la mitad.
Las medidas de distanciamiento social afectarán duramente al negocio de Primark
Por otro lado, subraya el informe, sus tiendas están generalmente en el centro de las ciudades, por lo que muchos de sus clientes acuden normalmente en transporte público. Pero mientras el distanciamiento social sea necesario, el uso del transporte caerá y, por tanto, también el tráfico a las tiendas de la cadena.
Más allá de estos dos factores, comunes a la mayor parte de los retailers de moda, Primark tiene también sus propios desafíos que le exponen más a la pandemia. “El modelo de negocio de Primark se basa en vender ropa en cantidades muy grandes, para poder hacer sus precios bajos económicamente viables”, recuerda Morgan Stanley.
Primark vende, de media, seis veces más artículos por pie cuadrado al año que H&M, ejemplifica el informe. En este sentido, “las medidas de distanciamiento social, como la limitación del aforo, van a hacer muy difícil mantener esa elevada tasa de densidad de ventas”, subraya el documento.
La cadena irlandesa se enfrenta a un desafío mayor porque no vende online
Además, las mismas medidas hacen que “probablemente, ir de compras no será un placer o una actividad de ocio en los próximos meses”. Hacer cola en la puerta, llevar mascarilla, tener que recorrer la tienda en un orden determinado y no poder probar la ropa harán la experiencia en tienda “bastante lamentable”. El problema añadido para Primark es que no vende online, por lo que depende sólo de la facturación en sus tiendas físicas.
Por último, Morgan Stanley destaca que gran parte de la ropa que se vende en Primark se compra para ir de vacaciones, festivales, fiestas, bodas u otros eventos sociales, actividades que se van a ver impactadas en los próximos meses.
Pese a todo, la firma de inversión confía en el potencial de Primark. En primer lugar, porque casi todos los problemas a los que se enfrenta Primark están relacionados con las medidas de distanciamiento social, que no van a ser necesarias para siempre. Además, Primark cuenta a su favor con que AB Foods tiene “el balance más fuerte de todos los retailers que analizamos, tras Inditex”, dice Morgan Stanley.
“Se ha escrito mucho sobre la nueva normalidad, pero poco sobre cómo vamos a vivir antes y después de la vacuna, y creemos que hay una enorme diferencia”, destaca el documento, que precisa que una vez que exista la vacuna las normas de distanciamiento social ya no serán necesarias y la vida puede “volver a la normalidad”.
“El nuevo normal -insiste Morgan Stanley-; empezará cuando la vacuna esté ampliamente disponible; hasta entonces estaremos en un periodo de interregno entre la vieja y la nueva normalidad”. ¿La buena noticia? Según el equipo de biotech de Morgan Stanley, la vacuna podría llegar en verano de 2021.
“Creemos que Primark podría estar muy bien posicionada de nuevo en el verano de 2021”, dice el informe. La empresa justifica que como la demanda de ropa será inusualmente baja durante los próximos dieciocho meses, los armarios de los consumidores llegarán a esa fecha “más pasados de moda o agotados”.
Además, las condiciones económicas continuarán siendo desafiantes, así que “los precios bajos de Primark serán particularmente atractivos”. Por último, Morgan Stanley discrepa con el consenso de mercado y cree que el auge del ecommerce no será permanente.
“Somos escépticos respecto a eso, especialmente en el comercio de moda”, apuntan. Si bien mucha gente ha descubierto el comercio online de alimentación durante el confinamiento, en moda no había tantas barreras iniciales.
“Entre el 25% y el 30% del negocio de la moda ya era online en países como Reino Unido y Alemania antes del Covid-19, y el hecho de que no fuera mayor no se debe a que el resto de consumidores no hubieran descubierto todavía el online”.
Morgan Stanley descarta que el auge del ecommerce sea un cambio permanente
Otros factores
Morgan Stanley apunta también varios factores que podrían alterar sus previsiones, además de la vacuna. En el lado positivo, que las medidas de distanciamiento social tengan menos impacto del previsto en Primark de las que asumen los analistas o que la cadena tenga por fin éxito en el mercado estadounidense.
En el negativo, Morgan Stanley apunta a un rebrote del Covid-19 en 2022, que las medidas de distanciamiento social sean necesarias indefinidamente o que el aumento de la preocupación por el medio ambiente impacte en las ventas de Primark.