Crédito: fuente
La compañía estadounidense comenzó con la reapertura de sus locales y difundió un protocolo para reducir para asegurar la salud de empleados y clientes
Apple ha comenzado a reabrir sus tiendas físicas Apple Store tras su cierre por el coronavirus y anunció que tomará medidas para prevenir contagios como limitar el número de clientes, efectuarles controles de temperatura a la entrada y obligar al uso de mascarillas.
Así lo ha asegurado Deirdre O’Brien, vicepresidenta senior de Retail y Recursos Humanos de Apple, en una carta dirigida a los clientes de la marca tecnológica estadounidense para informar sobre cómo será el regreso de las tiendas, de las cuales casi cien en todo el mundo ya han reabierto sus puertas al público.
Las tiendas de Apple pasarán a tener «un aspecto algo diferente», comenzando por el hecho de que se limitará su ocupación, de forma que los clientes tendrán más espacio y habrá un «enfoque renovado en la atención personalizada uno por uno de la Genius Bar», según O’Brien.
En la mayoría de sus tiendas, Apple tomará medidas adicionales entre las que destaca la obligación de cubrirse la cara, tanto en el caso de los empleados como de los clientes, a quienes se les proporcionará una mascarilla si no disponen de una.
Asimismo, a la entrada de las tiendas Apple Store, a los clientes se les efectuará un control de temperatura corporal y en caso de tener síntomas de COVID-19 se les preguntará si han estado en contacto reciente con alguien infectado.
Durante el día, Apple ha asegurado que llevará a cabo «limpiezas en profundidad mejoradas» en sus tiendas físicas que afectarán a todas las superficies, los productos en exposición y a las áreas más transitadas. También se habilitarán zonas separadas para la recogida de pedidos por Internet.
Los consumidores que quieran consultar qué tiendas Apple Store cercanas ya han reabierto podrán hacerlo a través de la página web de la compañía, buscando por su código postal o por el nombre de su ciudad.
En la Argentina
Más allá de las medidas que el Gobierno ha tomado para combatir el virus, son varias las empresas argentinas que ya empezaron a pensar en el escenario post-pandemia y todas tienen en claro lo mismo: ya nada volverá ser como antes.
«Hemos sido sorprendidos por la crisis de salud de la COVID-19, que está muy lejos de terminar. Su impacto puede durar varios años«, asegura a iProUP Jorge Figueroa, director de Public Affairs y Sostenibilidad de Randstad Argentina.
Al especialista en gestión de Recursos Humanos no le tiembla el pulso al señalar que el mundo del trabajo no volverá a ser el mismo: «Nos estamos preparando para este desafío que implica asumir una nueva realidad, un cambio muy profundo que plantea hábitos y modalidades de trabajo diferentes a los que veníamos teniendo», asegura.
Tanto gobiernos, como empleadores y trabajadores se encuentran frente al desafío de reiniciar sus labores diarias buscando reducir el impacto económico pero con el foco puesto en preservar la salud de las personas.
«Deberemos convivir durante mucho tiempo con protocolos de distanciamiento físico que afectarán la manera en que las personas se vinculan en los ámbitos laborales y los estándares que deben procurar para brindarles a sus trabajadores ambientes seguros», agrega Figueroa.
Estos protocolos incluirán una mayor flexibilidad para todas las partes. En este sentido, el experto explica que esa nueva normalidad estará impulsada por la economía del distanciamiento físico temporal, en la que se intensificará el teletrabajo o trabajo remoto. «Sabemos que el mayor desafío radicará en el cambio de conductas y hábitos de las personas en esta nueva normalidad», añade. Para generar ambientes seguros, la tecnología e innovación aparecen como aliados fundamentales de la prevención.
Abanico de opciones
Más allá de los esfuerzos individuales de las compañías para proteger a sus empleados, los espacios de trabajo ya empiezan a adoptar los «nuevos estándares» del escenario post cuarentena.
Alex Sakkal, cofundador y director comercial de la desarrolladora inmobiliaria Nómada, explica que en sus proyectos ya se están implementando demarcación visual de distanciamiento, controles en las circulaciones verticales, estaciones de sanitización en áreas comunes y cámaras de detección de temperatura corporal en los pasillos.
En esta sintonía, la búsqueda de cámaras térmicas se volvió un tema de consulta recurrente en tiendas online. Las opciones que ya se comercializan abarcan un amplio abanico de precios y se pueden encontrar en Mercado Libre:
– Cámara térmica de mano Hikvision DS–2TP31B–3AU: $100.000
– Cámara IP Termográfica Dahua Domo TPC–SD2221: $170.000
– Cámara IP Térmica Dahua Bullet Tpc–bf5400–b35: $410.000
– Cámara con medidor de temperatura corporal Jetion JT–66K: $430.000
– Cámara portátil de detección de fiebre Hikvision DS–2TP21B–6AVF/W: $598.000
La diferencia de precios refleja, principalmente, sus funcionalidades: precisión para medir la temperatura, cantidad de personas que pueden ser analizadas en simultáneo e integración con sistemas de inteligencia artificial. Más allá de estos valores de referencia, las compañías instan a «revisar cada caso particular» para ofrecer soluciones a medida.
«Las cámaras térmicas serán una herramienta cada vez más expandida para el control de acceso a espacios de trabajo. Son los mismos dispositivos que se están instalando en el espacio público, como en el Aeropuerto de Ezeiza y hospital Meléndez, y permiten prevenir que personas con alta temperatura ingresen a un lugar», asegura a iProUP, María Florencia Comeron, Marketing Manager de Dahua Technology. Estas cámaras cumplen funciones similares a las de las estaciones de Constitución, Once y Retiro, propietarias de la empresa Danaide.
Para el uso de estos dispositivos se aconseja su instalación en halls y entradas, sobre todo en accesos con molinetes, para evitar que un individuo pueda llegar, por ejemplo, hasta el ascensor si es que presenta fiebre. Si este equipamiento ya tiene bastante tiempo en el mercado, la novedad que registró una demanda exponencial en el último tiempo es la tecnología que permite medir con un «+/– 0,3 grados de precisión». «Esto se logra porque funcionan en conjunto un lente óptico y uno térmico: el primero identifica que se trata las figuras humanas; el otro, el de la temperatura, determina la radiación de esa figura con una significativa precisión», explica Comeron.
Asimismo, las empresas especializadas afirman que se acentuará el protagonismo de herramientas biométricas. «Todo lo relacionado a tecnologías de reconocimiento facial o de iris y, en general, el contactless, que soporta la identificación a distancia, será lo que prevalecerá en un futuro muy cercano», asevera Comeron.
Desde Hickvision aseguran que detectaron grandes ventajas en la experiencia ‘sin contacto’ que proporciona el reconocimiento facial». «Gracias a la tecnología avanzada Deep Learning y a sus diversas funciones prácticas, esperamos que estas terminales aporten más seguridad y eficiencia a empresas pequeñas y medianas, facilitando en gran medida el control de acceso«, añaden.
Soluciones locales
Por fuera de estas soluciones, un emprendimiento argentino busca ser protagonista de la «nueva era de las oficinas». Se trata de UVRobotics, firma que fabrica dispositivos que utilizan tecnología de luz UV–C (ultravioleta del rango «C») para desinfectar distintos espacios.
Inspirados en un modelo creado en Dinamarca, la empresa diseñó su propio robot que apunta a revolucionar el mercado local. «UVRbot opera controlado de manera remota por el usuario a través de una app. Una vez que es dirigido al área de interés, se lo enciende y comienza su ciclo de descontaminación», afirma a iProUP Sabrina Lecam, directora de investigaciones de UVRobotics.
Este equipo, que puede costar entre u$s3.000 y u$s12.000 -dependiendo de las necesidades de los clientes- actúa en espacios que permiten su desplazamiento. Es decir, en pasillos de al menos 80 centímetros por el que se pueda movilizar. Una vez encendido, realiza un procedimiento de reconocimiento espacial con tecnología láser y crea un mapa del entorno. A través de un algoritmo, traduce las distancias en tiempos de desinfección necesarios para entregar la dosis requerida en todos los rincones del ambiente.
UVRbot emite una dosis de luz UV–C letal para la gran mayoría de virus, bacterias, hongos y protozoos, lo cual también incluye al SARS-CoV-2, virus responsable de la pandemia de covid-19.
«Hemos tenido contacto con compañías no solo argentinas sino también de todo el mundo, muy interesadas en adquirir estos dispositivos. Es necesario estudiar las necesidades de cada cliente para poder recomendarles el producto que mejor se adapte», asegura la ingeniera.
Por último, explica que su producto se caracteriza por haber abordado el problema desde una perspectiva «innovadora e ingeniosa» que permitió aprovechar las tecnologías disponibles, con las cuales estaban muy familiarizados.
Otra de las empresas locales que está trabajando en este sentido es TechCom, que comenzó con la fabricación del modelo de mascarilla homologado por el Ministerio de Salud y avanza con la creación de un respirador artificial de bajo costo. También está lanzando una cabina de sanitización para oficinas y consultorios médicos.
«Cuesta entre $60.000 y $100.000 dependiendo de algunas variantes de cada empresa. Se trata de una cabina chica, de 1,2 metros de ancho por 0,8 de profundidad», explica a iProUP Danny Lew, general manager de Techcom SRL. Al ingresar allí, la persona aprieta un botón y es ‘bañada’ por una barrera de aire cargada de ozono durante cinco segundos», señala.
«Descontamina el recinto y la vestimenta de la persona gracias al efecto bacericida, fungicida y viridicida potente del ozono, el cual no tiene efectos tóxicos a dosis controladas sobre el ser humano», añade el ejecutivo, quien también es presidente del departamento de Formacion e Innovacion de la Union Industrial de Avellaneda.
Para su desarrollo, la compañía cuenta con el asesoramiento del doctor Gabriel Calle, miembro de la Asociación Argentina de Ozonoterapia y uno de los profesionales más prestigiosos en la materia. Según Lew, se trata de una versión más económica y «limpia» que «los portones que bañan con rocío sanitizante, que son ideales para una fábrica pero no para una oficina o consultorio médico ya que derraman líquido en el suelo».
La prevención como regla
La vuelta al trabajo requerirá la readecuación de espacios, reubicación de escritorios, menos personas por metro cuadrado y más distancia en los sectores compartidos», comenta a iProUP Hernán Castro, broker de la consultora de real estate Cushman.
En muchos casos se verá una importante inversión en tecnología: cámaras infrarrojas que midan la temperatura, sensores que funcionen por movimiento ubicados en aperturas de puertas o en los ascensores, indicadores de espacios completos -como en los estacionamientos de los shoppings- entre muchos otros dispositivos.
Uno de los espacios que cambiará serán las recepciones. También se verá alterado el uso del ascensor, el recorrido hasta el puesto de trabajo y se añadirán cintas en el piso para delimitar en qué lugar se debe esperar respetando el distanciamiento.
Tal como diera cuenta iProUP, muchas empresas ya están trabajando en establecer un plan que apunta a:
1. – Organizar la entrada de forma escalonada y evitar aglomeraciones
2. – Fomentar las reuniones por videoconferencia
3. – Instalar cámaras térmicas con sensor de temperatura corporal en la entrada
4. – Usar los ascensores de forma individual, con fila de 2 metros de separación entre personas
5. – Recurrir a tapabocas en espacios comunes
6. – Suspender el fichaje con huella dactilar (o dejar desinfectantes a mano)
«La circulación será siempre en dirección de las agujas del reloj, de izquierda a derecha, en todos los ambientes para evitar el cruce en pasillos y cercanía ocasionales», explica Castro.
Otra medida consistirá en que cada empleado al llegar coloque sobre su escritorio un mantel descartable, que podrá cambiarse más seguido, como ocurre en restaurantes de comida rápida. Así, la superficie se mantendrá siempre higienizada.
Así, las empresas se preparan para una gran transformación y contarán con equipamiento antes sólo usado en laboratorios. Otra muestra más de que la vida laboral tampoco será la misma.
Crédito: fuente
La compañía estadounidense comenzó con la reapertura de sus locales y difundió un protocolo para reducir para asegurar la salud de empleados y clientes
Apple ha comenzado a reabrir sus tiendas físicas Apple Store tras su cierre por el coronavirus y anunció que tomará medidas para prevenir contagios como limitar el número de clientes, efectuarles controles de temperatura a la entrada y obligar al uso de mascarillas.
Así lo ha asegurado Deirdre O’Brien, vicepresidenta senior de Retail y Recursos Humanos de Apple, en una carta dirigida a los clientes de la marca tecnológica estadounidense para informar sobre cómo será el regreso de las tiendas, de las cuales casi cien en todo el mundo ya han reabierto sus puertas al público.
Las tiendas de Apple pasarán a tener «un aspecto algo diferente», comenzando por el hecho de que se limitará su ocupación, de forma que los clientes tendrán más espacio y habrá un «enfoque renovado en la atención personalizada uno por uno de la Genius Bar», según O’Brien.
En la mayoría de sus tiendas, Apple tomará medidas adicionales entre las que destaca la obligación de cubrirse la cara, tanto en el caso de los empleados como de los clientes, a quienes se les proporcionará una mascarilla si no disponen de una.
Asimismo, a la entrada de las tiendas Apple Store, a los clientes se les efectuará un control de temperatura corporal y en caso de tener síntomas de COVID-19 se les preguntará si han estado en contacto reciente con alguien infectado.
Durante el día, Apple ha asegurado que llevará a cabo «limpiezas en profundidad mejoradas» en sus tiendas físicas que afectarán a todas las superficies, los productos en exposición y a las áreas más transitadas. También se habilitarán zonas separadas para la recogida de pedidos por Internet.
Los consumidores que quieran consultar qué tiendas Apple Store cercanas ya han reabierto podrán hacerlo a través de la página web de la compañía, buscando por su código postal o por el nombre de su ciudad.
En la Argentina
Más allá de las medidas que el Gobierno ha tomado para combatir el virus, son varias las empresas argentinas que ya empezaron a pensar en el escenario post-pandemia y todas tienen en claro lo mismo: ya nada volverá ser como antes.
«Hemos sido sorprendidos por la crisis de salud de la COVID-19, que está muy lejos de terminar. Su impacto puede durar varios años«, asegura a iProUP Jorge Figueroa, director de Public Affairs y Sostenibilidad de Randstad Argentina.
Al especialista en gestión de Recursos Humanos no le tiembla el pulso al señalar que el mundo del trabajo no volverá a ser el mismo: «Nos estamos preparando para este desafío que implica asumir una nueva realidad, un cambio muy profundo que plantea hábitos y modalidades de trabajo diferentes a los que veníamos teniendo», asegura.
Tanto gobiernos, como empleadores y trabajadores se encuentran frente al desafío de reiniciar sus labores diarias buscando reducir el impacto económico pero con el foco puesto en preservar la salud de las personas.
«Deberemos convivir durante mucho tiempo con protocolos de distanciamiento físico que afectarán la manera en que las personas se vinculan en los ámbitos laborales y los estándares que deben procurar para brindarles a sus trabajadores ambientes seguros», agrega Figueroa.
Estos protocolos incluirán una mayor flexibilidad para todas las partes. En este sentido, el experto explica que esa nueva normalidad estará impulsada por la economía del distanciamiento físico temporal, en la que se intensificará el teletrabajo o trabajo remoto. «Sabemos que el mayor desafío radicará en el cambio de conductas y hábitos de las personas en esta nueva normalidad», añade. Para generar ambientes seguros, la tecnología e innovación aparecen como aliados fundamentales de la prevención.
Abanico de opciones
Más allá de los esfuerzos individuales de las compañías para proteger a sus empleados, los espacios de trabajo ya empiezan a adoptar los «nuevos estándares» del escenario post cuarentena.
Alex Sakkal, cofundador y director comercial de la desarrolladora inmobiliaria Nómada, explica que en sus proyectos ya se están implementando demarcación visual de distanciamiento, controles en las circulaciones verticales, estaciones de sanitización en áreas comunes y cámaras de detección de temperatura corporal en los pasillos.
En esta sintonía, la búsqueda de cámaras térmicas se volvió un tema de consulta recurrente en tiendas online. Las opciones que ya se comercializan abarcan un amplio abanico de precios y se pueden encontrar en Mercado Libre:
– Cámara térmica de mano Hikvision DS–2TP31B–3AU: $100.000
– Cámara IP Termográfica Dahua Domo TPC–SD2221: $170.000
– Cámara IP Térmica Dahua Bullet Tpc–bf5400–b35: $410.000
– Cámara con medidor de temperatura corporal Jetion JT–66K: $430.000
– Cámara portátil de detección de fiebre Hikvision DS–2TP21B–6AVF/W: $598.000
La diferencia de precios refleja, principalmente, sus funcionalidades: precisión para medir la temperatura, cantidad de personas que pueden ser analizadas en simultáneo e integración con sistemas de inteligencia artificial. Más allá de estos valores de referencia, las compañías instan a «revisar cada caso particular» para ofrecer soluciones a medida.
«Las cámaras térmicas serán una herramienta cada vez más expandida para el control de acceso a espacios de trabajo. Son los mismos dispositivos que se están instalando en el espacio público, como en el Aeropuerto de Ezeiza y hospital Meléndez, y permiten prevenir que personas con alta temperatura ingresen a un lugar», asegura a iProUP, María Florencia Comeron, Marketing Manager de Dahua Technology. Estas cámaras cumplen funciones similares a las de las estaciones de Constitución, Once y Retiro, propietarias de la empresa Danaide.
Para el uso de estos dispositivos se aconseja su instalación en halls y entradas, sobre todo en accesos con molinetes, para evitar que un individuo pueda llegar, por ejemplo, hasta el ascensor si es que presenta fiebre. Si este equipamiento ya tiene bastante tiempo en el mercado, la novedad que registró una demanda exponencial en el último tiempo es la tecnología que permite medir con un «+/– 0,3 grados de precisión». «Esto se logra porque funcionan en conjunto un lente óptico y uno térmico: el primero identifica que se trata las figuras humanas; el otro, el de la temperatura, determina la radiación de esa figura con una significativa precisión», explica Comeron.
Asimismo, las empresas especializadas afirman que se acentuará el protagonismo de herramientas biométricas. «Todo lo relacionado a tecnologías de reconocimiento facial o de iris y, en general, el contactless, que soporta la identificación a distancia, será lo que prevalecerá en un futuro muy cercano», asevera Comeron.
Desde Hickvision aseguran que detectaron grandes ventajas en la experiencia ‘sin contacto’ que proporciona el reconocimiento facial». «Gracias a la tecnología avanzada Deep Learning y a sus diversas funciones prácticas, esperamos que estas terminales aporten más seguridad y eficiencia a empresas pequeñas y medianas, facilitando en gran medida el control de acceso«, añaden.
Soluciones locales
Por fuera de estas soluciones, un emprendimiento argentino busca ser protagonista de la «nueva era de las oficinas». Se trata de UVRobotics, firma que fabrica dispositivos que utilizan tecnología de luz UV–C (ultravioleta del rango «C») para desinfectar distintos espacios.
Inspirados en un modelo creado en Dinamarca, la empresa diseñó su propio robot que apunta a revolucionar el mercado local. «UVRbot opera controlado de manera remota por el usuario a través de una app. Una vez que es dirigido al área de interés, se lo enciende y comienza su ciclo de descontaminación», afirma a iProUP Sabrina Lecam, directora de investigaciones de UVRobotics.
Este equipo, que puede costar entre u$s3.000 y u$s12.000 -dependiendo de las necesidades de los clientes- actúa en espacios que permiten su desplazamiento. Es decir, en pasillos de al menos 80 centímetros por el que se pueda movilizar. Una vez encendido, realiza un procedimiento de reconocimiento espacial con tecnología láser y crea un mapa del entorno. A través de un algoritmo, traduce las distancias en tiempos de desinfección necesarios para entregar la dosis requerida en todos los rincones del ambiente.
UVRbot emite una dosis de luz UV–C letal para la gran mayoría de virus, bacterias, hongos y protozoos, lo cual también incluye al SARS-CoV-2, virus responsable de la pandemia de covid-19.
«Hemos tenido contacto con compañías no solo argentinas sino también de todo el mundo, muy interesadas en adquirir estos dispositivos. Es necesario estudiar las necesidades de cada cliente para poder recomendarles el producto que mejor se adapte», asegura la ingeniera.
Por último, explica que su producto se caracteriza por haber abordado el problema desde una perspectiva «innovadora e ingeniosa» que permitió aprovechar las tecnologías disponibles, con las cuales estaban muy familiarizados.
Otra de las empresas locales que está trabajando en este sentido es TechCom, que comenzó con la fabricación del modelo de mascarilla homologado por el Ministerio de Salud y avanza con la creación de un respirador artificial de bajo costo. También está lanzando una cabina de sanitización para oficinas y consultorios médicos.
«Cuesta entre $60.000 y $100.000 dependiendo de algunas variantes de cada empresa. Se trata de una cabina chica, de 1,2 metros de ancho por 0,8 de profundidad», explica a iProUP Danny Lew, general manager de Techcom SRL. Al ingresar allí, la persona aprieta un botón y es ‘bañada’ por una barrera de aire cargada de ozono durante cinco segundos», señala.
«Descontamina el recinto y la vestimenta de la persona gracias al efecto bacericida, fungicida y viridicida potente del ozono, el cual no tiene efectos tóxicos a dosis controladas sobre el ser humano», añade el ejecutivo, quien también es presidente del departamento de Formacion e Innovacion de la Union Industrial de Avellaneda.
Para su desarrollo, la compañía cuenta con el asesoramiento del doctor Gabriel Calle, miembro de la Asociación Argentina de Ozonoterapia y uno de los profesionales más prestigiosos en la materia. Según Lew, se trata de una versión más económica y «limpia» que «los portones que bañan con rocío sanitizante, que son ideales para una fábrica pero no para una oficina o consultorio médico ya que derraman líquido en el suelo».
La prevención como regla
La vuelta al trabajo requerirá la readecuación de espacios, reubicación de escritorios, menos personas por metro cuadrado y más distancia en los sectores compartidos», comenta a iProUP Hernán Castro, broker de la consultora de real estate Cushman.
En muchos casos se verá una importante inversión en tecnología: cámaras infrarrojas que midan la temperatura, sensores que funcionen por movimiento ubicados en aperturas de puertas o en los ascensores, indicadores de espacios completos -como en los estacionamientos de los shoppings- entre muchos otros dispositivos.
Uno de los espacios que cambiará serán las recepciones. También se verá alterado el uso del ascensor, el recorrido hasta el puesto de trabajo y se añadirán cintas en el piso para delimitar en qué lugar se debe esperar respetando el distanciamiento.
Tal como diera cuenta iProUP, muchas empresas ya están trabajando en establecer un plan que apunta a:
1. – Organizar la entrada de forma escalonada y evitar aglomeraciones
2. – Fomentar las reuniones por videoconferencia
3. – Instalar cámaras térmicas con sensor de temperatura corporal en la entrada
4. – Usar los ascensores de forma individual, con fila de 2 metros de separación entre personas
5. – Recurrir a tapabocas en espacios comunes
6. – Suspender el fichaje con huella dactilar (o dejar desinfectantes a mano)
«La circulación será siempre en dirección de las agujas del reloj, de izquierda a derecha, en todos los ambientes para evitar el cruce en pasillos y cercanía ocasionales», explica Castro.
Otra medida consistirá en que cada empleado al llegar coloque sobre su escritorio un mantel descartable, que podrá cambiarse más seguido, como ocurre en restaurantes de comida rápida. Así, la superficie se mantendrá siempre higienizada.
Así, las empresas se preparan para una gran transformación y contarán con equipamiento antes sólo usado en laboratorios. Otra muestra más de que la vida laboral tampoco será la misma.