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El grupo energético confía en que el impacto positivo de los proyectos de digitalización supere los 800 millones de euros en 2022. El uso transversal e inteligente de los datos es una de las palancas de su estrategia.
Repsol abre este año una nueva etapa de su viaje digital tras constatar el impacto positivo que ha tenido en su negocio la estrategia perfilada en el plan estratégico 2018-2020. La digitalización ha aportado en estos años un flujo de caja adicional de 300 millones de euros a la petrolera española gracias tanto a la generación de nuevos ingresos como a la optimización de inversiones y gastos.
La nueva hoja de ruta que dibuja el plan 2021-2025 prevé que el impacto positivo de los proyectos de digitalización supere los 800 millones de euros en 2022, manteniendo las cifras de inversión en el entorno de los 150-160 millones anuales de los pasados ejercicios.
«El programa de digitalización, que está en su ecuador, se ha autofinanciado en el primer año y medio», destaca Valero Marn, director de Digitalización y Servicios Globales y miembro del comite ejecutivo de Repsol.
Marn recapitula algunos logros de estos últimos años, como la creación de nueve hubs especializados en ámbitos como datos y analítica, experiencia de usuario, omnicanalidad, blockchain y rebotica, entre otros; el impulso a un ecosistema en el que trabajan 1.500 profesionales -tanto de Repsol como de proveedores externos-, y el abordaje de más de doscientas iniciativas digitales armadas en gran medida gracias a la apuesta por la analítica de datos.
«El programa de digitalización se ha autofinanciado en su primer año y medio»
La estrategia digital de Repsol se vertebra en tres verticales. Una apuesta decidida por la inteligencia artificial; el avance en la automatización de operaciones (con proyectos de gemelos digitales, Internet de las Cosas o robótica); y una visión comercial que siete al cliente en el centro. «Como compañía multienergetica, la digitalización nos tiene que permitir tener una visión global del cliente», subraya Marn.
Un cerebro digital
El grupo español cuenta con dos habilitadores en este proceso: la nube y los datos. En el primer caso, el objetivo es avanzar en el uso de un modelo de plataforma como servicio (Paas en su acrónimo en inglés), mientras que los datos se erigen como uno de los pilares de su apuesta digital.
La ambición de la compañía es desplegar la cultura del dato en cada uno de los procesos apoyándose en una plataforma que han desarrollado internamente, haría, que habilita la gestión y el análisis del dato, operando como «el cerebro digital de Repsol».
«Es la columna vertebral de todo lo que estamos haciendo en data & analytics en la compañía. Nuestra visión es que todos los casos digitales basados en datos están conectados a una única plataforma», resume Marn. El ejecutivo defiende la necesidad de este modelo de gobernanza del dato debido a su impacto positivo en una mayor eficiencia en la operación. «Muchos casos de uso digitales utilizan la misma información. Cuando tienes esta información sistematizada, ordenada y almacenada en un único sitio, tienes un gobierno y trazabilidad más potente y más eficiente», explica.
De esta manera, los empleados pueden acceder de una manera gil a una plataforma en la que residen todos los datos relevantes para tomar sus decisiones, extraer conocimiento y desarrollar modelos y algoritmos que doten de inteligencia a los procesos corporativos, industriales y comerciales.
Construida en la nube pública Azure de Microsoft, está diseñada para poder reutilizar los desarrollos que se realicen para nuevos casos de uso. El objetivo, dicen en la compañía, es acelerar el desarrollo de los nuevos productos digitales al tiempo que se reducen los costes y se facilita la puesta en producción. La plataforma, que se lanza la pasada primavera, tiene ya una treintena de casos disponibles, con el objetivo de alcanzar 80 en un año.
Formación
Valero Marn, director de Digitalización y Servicios Globales de Repsol, explica que el uso de data y analytics es el denominador común de más del 60% de las más de 200 iniciativas digitales del grupo.
Dentro de la cultura del dato que se quiere implantar en la compañía, Repsol lleg a un acuerdo a finales de 2020 con Isdi con el objetivo de formar a 800 empleados en este tipo de competencias, con entre 80 y 100 horas de formación en ámbitos como big data, inteligencia artificial, IoT, visualización y gobierno del dato.
«El programa de formación va a ser diferencial. Queremos dar herramientas a nuestros profesionales para que sepan desarrollar modelos de datos, de manera que puedan sacar el valor a nuestra plataforma», explica Valero Marn.
De esta manera, los profesionales de negocio del grupo energético podrán ofrecer valor a los clientes con ofertas multienergía a medida, mejorar procesos o ser más eficientes.
Marn, miembro del comite ejecutivo de Repsol, incide en el impacto positivo de los proyectos digitales en el negocio, que se traducen en esos 300 millones de flujo de caja adicional generados en los últimos tres años. Menciona, por ejemplo, la app de pago y fidelización Waylet, «que además es un canal que cambia la forma de hablar con el cliente», con dos millones ya de clientes digitales. También destaca la tecnología que usa la fuerza comercial o la robotización de más de 100.000 operaciones al año que antes eran manuales.
Valero Marn considera, ademas, que la digitalización es «una de las palancas en la descarbonización de las operaciones» que recoge el plan del grupo y un «habilitador claro» para hacer llegar al cliente su oferta multienergía.
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PROYECTOS DIGITALES
- Refinerías. Tiene un único modelo la operación de las cinco refinerías que posee en España. Gracias a las herramientas digitales, se analizan más de cinco millones de escenarios posibles en diez minutos, escogiendo as el optimo para realizar la mejor planificación posible de la actividad.
- Entorno industrial. Repsol ha diseñado más de veinte aplicaciones móviles, de manera que los 2.000 operarios del entorno industrial pueden realizar procesos como revisiones, inspecciones de planta, comprobaciones del proceso o los chequeos de seguridad. El resultado de esta apuesta son casi dos millones de euros ahorrados, a los que habrá que sumar otros tres millones en este ejercicio.
- Producción. Los modelos de simulación informan sobre las condiciones de operación optimas. Se integran con el análisis de ‘big data y la aplicación de ‘machine learning’ para predecir desviaciones en los consumos energéticos óptimos. De este modo, ha sido capaz de dejar de emitir 28.000 toneladas de Co2 durante 2020, cifra que se multiplicar cuando se desplieguen las soluciones en desarrollo en sus siete complejos industriales.
- Comercial. Repsol ha integrado varias herramientas. Hoy cuenta con plataformas digitales desde las que sus 10 millones de clientes pueden gestionar sus necesidades energéticas, seguir el estado de su pedido o recibir ofertas personalizadas en función de sus hábitos. La compañía ve una oportunidad de crecimiento debido a los 24 millones de personas que pasan por sus estaciones de servicio.
- Autogeneracin. Repsol ha irrumpido en el campo de la autogeneración con soluciones llave en mano, como Solify, y tiene un modelo de comunidades solares que permite a los miembros compartir sistemas de generación y de almacenamiento energético.