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RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — El Gobierno de Río de Janeiro publicó un decreto que restringe buena parte de la actividad comercial y turística como forma de hacer frente a la expansión del coronavirus.
El decreto establece que, de forma «excepcional» y por un plazo inicial de 15 días, deberán cerrar los «centros comerciales (…) y gimnasios», y que los restaurantes y bares deberán reducir su capacidad al 30% y priorizar las entregas a domicilio.
Las restricciones también afectan a puntos turísticos, como el Pan de Azúcar, que anunció que suspendió las actividades durante quince días, o el Cristo Redentor.
El decreto también prohíbe «frecuentar playas, lagunas, ríos o piscinas públicas», aunque de momento no incluye multas ni avisos más severos.
Además, se suspenden las vacaciones de todos los trabajadores públicos del sistema de salud, así como de los policías, agentes de la Defensa Civil y funcionarios de la administración penitenciaria.
El estado de Río de Janeiro es el segundo más afectado por el coronavirus en Brasil, con 32 casos (en todo el país son 234).