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Grandes compañías como Amazon, UPS o DHL anunciaron a bombo y platillo hace ya varios años nuevos proyectos en los que buscaban incluir drones en sus operaciones de transporte y logística. Sin embargo, por el momento esos proyectos no han prosperado adecuadamente y en el corto plazo no vamos a ver sobrevolando por las calles drones entregando paquetes.
Quizás en el futuro sí, pero queda mucho camino por recorrer y son necesarios avances tecnológicos para poder incorporar estos vehículos a las entregas.
Los inicios de los drones
Los drones, o UAV (Unmanned Aerial Vehicle), son pequeñas aeronaves sin tripulación manejados a través de control remoto. Se caracterizan por disponer de entre cuatro y ocho hélices, un GPS y una cámara.
Los primeros drones aparecen en la década de los veinte del siglo pasado, aunque su diseño y las posibilidades que ofrecían eran bastante distintas. “La tecnología de materiales, que ha logrado que cada vez sean más ligeros, así como la miniaturización de componentes, hace posible que hoy contemos con drones de tamaños y prestaciones muy diversas. Desde los minidrones de recreo hasta los destinados a control y vigilancia, hay un amplio listado de modelos”, como se asegura en el portal de la Universidad Internacional de Valencia.
Asimismo, los drones fueron herramientas que se comenzaron a emplear para fines bélicos. Y, poco a poco, han ido aumentando los ámbitos en los que se hace uso de estos vehículos, como los relacionados con la seguridad, la fotografía o el cine.
Ventajas y desventajas del uso de drones en logística
En transporte y logística existen múltiples tareas en las que las habilidades de los drones podrían ayudar favorablemente, desde realizar diferentes operaciones de control del inventario a desplazarse hasta espacios más remotos y de difícil acceso.
No obstante, es conveniente resaltar algunos aspectos negativos y riesgos que conllevaría el uso de drones:
- Determinados modelos de drones presentan carencias en cuanto a autonomía y capacidad de carga. La mayoría de ellos solo pueden transportar mercancías unitarias.
- Actualmente, estos vehículos suponen altos costes ya que requiere inversiones en innovación y desarrollo tecnológico.
- Problemas relacionados con la legislación sobre la utilización de estos dispositivos en el espacio aéreo.
La realidad en la puesta en marcha de los drones
El medio de comunicación Wired destapó hace unas semanas que Prime Air, el servicio de entrega por drones perteneciente a Amazon e iniciado en 2016 en el Reino Unido, se ha convertido en un proyecto “disfuncional” que ha provocado que “más de 100 empleados de Amazon Prime Air hayan perdido sus puestos de trabajo. Decenas de otras funciones se están trasladando a otros proyectos en el extranjero, ya que la empresa cierra parte de sus operaciones en el Reino Unido”.
“Los ejecutivos de Amazon afirmaron que los drones entregarían paquetes en unos pocos años”, señalan en Wired, visión que se ha topado con la pared de la realidad.
Lo mismo le ha pasado a DHL. Recientemente su central ha anunciado que todos sus proyectos de reparto con drones se paralizan, a pesar de toda las comunicaciones y planes anteriores en este sentido.
Es indudable que la implantación de estos dispositivos en el ámbito logístico y de transporte puede ofrecer múltiples beneficios en el futuro, pero sin ninguna duda hay todavía escollos importantes y es preciso invertir más en procesos tecnológicos y menos en propaganda.