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Por las librerías cerradas por la cuarentena, editoriales apuestan a los formatos digitales, una opción que aquí no está contemplada por la Ley del Libro
Una de las cuestiones que genera dudas entre los autores está vinculada a la decisión de las editoriales de promover los formatos digitales ante la parálisis de las ventas de libros impresos por el cierre temporal de las librerías: los pocos lanzamientos que se anunciaron este mes salieron en versión ebook, una modalidad que en la Argentina no está contemplada por la Ley del Libro y por lo tanto no dispone de un modelo de regulación que permita unificar criterios sobre formas de promoción y derechos de autor.
Frente a un panorama de librerías cerradas por la cuarentena que provocó una caída del 70 por ciento en las ventas de libros según datos de la Cámara Argentina de Librerías, varias editoriales redoblaron en este mes sus apuestas a los formatos digitales, una opción que a diferencia del mercado europeo no ha prendido masivamente en el país y acusa un vacío legal que impide tener precios de referencia y un criterio consensuado a la hora de negociar derechos con los autores.
El escritor Sergio Olguín asegura que «el libro digital es lo mejor que nos pasó desde la creación de la imprenta» aunque no está «tan difundido» y señala que «quizás con la cuarentena crezca el número de lectores de libros digitales. Igualmente, para hacer una lectura cómoda y similar a la del libro de papel, hay que contar con e-readers. Los que hay en el mercado siguen siendo caros».
«Los derechos digitales tienen un porcentaje más beneficioso para el autor que los que se obtienen por los editados en papel, porque quedan afuera los distribuidores y los libreros. Por tanto, suelen representar de un 25 a un 50%, dependiendo del contrato que uno haya firmado. Pero en Argentina no es muy significativa la venta en esa modalidad, hasta ahora», analiza Fernanda García Lao.
«Las regalías sobre ebooks son menores y también el costo es menor. En un mundo post coronavirus tal vez los lectores se acerquen más al libro digital y el tema de las regalías se compensará con el volumen de ventas. De todos modos, creo que falta mucho para que la venta del digital supere al libro tradicional. Los lectores amamos el libro en papel», indica por su parte Liliana Escliar.
Según la autora de «La arquitectura de los ángeles» y «La máquina de sufrir», los autores son un eslabón débil de la cadena, pero no creo el más débil: «En este contexto me parece que los que pueden llegar a romperse son esos personajes entrañables, casi quijotescos, que son los dueños de las pequeñas librerías», subraya.
La poeta, narradora y editora Marina Yuszczuk explica que en Rosa Iceberg hace tiempo que tienen todos los títulos disponibles en versión ebook en bajalibros.com a un precio super accesible pero aclara que las editoriales independientes se esfuerzan «siempre por mantener un precio accesible los libros en papel , entonces tampoco el ebook es tan competitivo», indica Télam.
«Vi sellos que ofrecen ebooks con descuento o hacen campaña para promocionarlos. Somos varias las editoriales que tenemos nuestros títulos en ebook pero lo considerábamos algo secundario en relación a los libros en papel», señala.