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Las instituciones de la Unión Europea (UE) y los Estados miembros tienen que actuar rápido y de manera coherente para dar respuesta a la crisis del coronavirus, asegura el investigador Mats Engström, asesor “senior” del Instituto Sueco para los Estudios Políticos (Sieps), en una tribuna publicada inicialmente en el portal EURACTIV.com, socio de EFE.
El investigador sueco sugiere a la UE y a sus estados miembros la adopción de una estrategia basada en seis puntos, para ponerla en marcha después de la crisis sanitaria, cuando haya que elaborar los planes de recuperación “post Covid-19”.
La crisis climática global no desaparece por el hecho de que en estos momentos nos estemos enfrentando a una amenaza sanitaria urgente. Al contrario, existen beneficios a la hora de gestionar la situación de emergencia junto con medidas que también promuevan la sostenibilidad.
Algunas voces se han alzado en favor de dar la espalda al Pacto Verde y debilitar las políticas climáticas de la UE. Es alentador que ese no sea el punto de vista de la Comisión Europea. Confiemos en que los Estados miembros estén de acuerdo. La política medioambiental ha logrado sobrevivir a crisis anteriores y hoy en día es parte fundamental de la integración europea, proporciona legitimidad e influencia global.
Estos son tiempos difíciles, con muchas incertidumbres. Sin embargo, las instituciones europeas y los estados miembros tienen que actuar rápidamente y de la manera más coherente posible. Aquí van seis puntos a tener en cuenta para la actual toma de decisiones rápida.
Diseñar paquetes de recuperación para la sostenibilidad: Medidas inmediatas para la supervivencia como nuevas líneas de crédito a las que probablemente le sigan (medidas) de apoyo para sectores específicos. La movilidad sostenible es un ejemplo en el cual es posible actualmente realizar cambios sustanciales.
Habrá medidas de rescate para las líneas aéreas, pero tienen que ir acompañadas de “requisitos verdes” y tienen que verse acompasadas de inversiones en modalidades de transporte bajas en carbono. Se debería proporcionar también apoyo financiero a los suministradores de servicios para la movilidad sostenible, muchos de los cuales son pequeñas y medianas empresas (Pyme).
Ayudar a las Pyme a ser más “verdes”: A corto plazo son necesarias soluciones sencillas como el apoyo directo que proporciona Alemania a las Pyme. A medio plazo, un apoyo más focalizado puede proporcionar un impacto medioambiental positivo. Los gobiernos podrían, por ejemplo, considerar la aplicación de “cheques verdes” o incentivos fiscales, entre otras medidas, por ejemplo, para promover la economía circular.
Ampliar la prevista “ola de renovación” en el Pacto Verde creará nuevos puestos de trabajo y proporcionará a las Pyme oportunidades de recuperación, no sólo en el sector de la construcción. Los bancos del gobierno, como el KfW en Alemania, y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) deberían prestar especial atención a cómo contribuyen las empresas a las transiciones verdes cuando incrementan ahora sus inversiones en las Pyme.
Promover la eficacia de los recursos
Apoyar la modernización: La crisis incrementará el cambio estructural. Por ejemplo, las empresas europeas tendrán que enfrentarse a retos más duros provenientes de China, que ahora vuelve a poner en pie su economía. Las medidas para impulsar la transformación baja en carbono propuestas recientemente por la Comisión Europea en la Estrategia Industrial se tienen que aplicar sin demora.
Tendrían que complementarse con políticas que promuevan la eficacia de los recursos y la reducción de otros contaminantes distintos al dióxido de carbono. Las soluciones digitales para la sostenibilidad deberían ser una parte fundamental de ese paquete de modernización.
Un programa de apoyo específico podría convertir en permanentes las soluciones digitales innovadoras empleadas durante esta crisis. Un acuerdo rápido sobre el nuevo Marco Financiero Plurianual debería incluir más recursos para financiar la investigación y el desarrollo. Un acuerdo de ese tipo también podría facilitar un anticipo de dinero procedente de las partidas del presupuesto 2021 para este año.
La necesidad de una gobernanza global fuerte
Construir destrezas verdes: Los estados miembros podrían rápidamente ampliar los programas educativos, entre ellas la formación profesional para reducir el creciente desempleo. Asumir la necesidad de contar con unas destrezas específicas para las transformaciones bajas en carbono debería formar parte de esos programas, y la Agenda de Capacidades debería actualizarse, como se ha propuesto en la Comunicación del Pacto Verde.
Reforzar el multilateralismo: Es un instinto natural de los gobiernos proteger a sus propios ciudadanos. No obstante, la pandemia ilustra de forma dramática la necesidad de una gobernanza global más fuerte con muchas similitudes entre salud pública, cambio climático y diversidad biológica. El suministro de bienes públicos como agua fresca, medicamentos anti virales y vacunas tienen que tener un lugar prioritario en la agenda política “post-crisis”.
La UE debería intensificar sus preparativos para la cumbre sobre la reforma de la ONU de septiembre, y estrechar alianzas con otras partes del mundo fuertemente golpeadas por esta crisis. Las relaciones UE-China serán cruciales así como las relaciones con el Estados Unidos “post Trump”.
Los aspectos medioambientales no son opcionales
Aumentar la “resiliencia”: Los problemas actuales relacionados con la cadena global de suministros de material médico y de protección sanitaria no son exclusivos a los momentos de respuesta ante una pandemia. Existen similitudes, con las alteraciones provocadas por fenómenos meteorológicos extremos. La soberanía estratégica europea seguirá en la agenda, pero también se necesita una mayor cooperación global en las cadenas de suministro sostenibles, incluida una mayor transparencia. No hay que olvidar los factores multiplicadores de riesgo, como la pobreza.
Los aspectos medioambientales no son opcionales en la respuesta a una crisis. Tal como figura en los Tratados, tendrían que integrarse en todas las políticas. Hay muchos nexos con la salud pública. El cambio climático provocará millones de muertes si no actuamos con determinación. Una estrategia de recuperación bien diseñada puede impulsar la sostenibilidad y modernizar a Europa.
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