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Las cadenas de suministro son tradicionalmente actores silenciosos, entregando productos a los consumidores y tiendas sin la consideración o el reconocimiento requeridos.
Eso cambió a partir del caos que trajo la pandemia de COVID-19. Ahora pasaron a un plano protagónico, con políticos interrogando y comentando estrategias de abastecimiento a nivel nacional.
Su importancia estratégica ha surgido en toda su dimensión con el escenario plagado de dificultades por el coronavirus, que ha demandado a las cadenas de suministros adaptaciones importantes.
En el intercambio con Ignacio Gallo, Gerente de Desarrollo de Negocios de Miebach Consulting Argentina (consultora global especializada en Supply Chain con más de 25 años en el país, www.miebach.com), surgieron 8 conceptos clave que transformaron la normalidad del supply chain y que deben formar parte en la normalidad post pandemia.
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# Tendencias y nuevos hábitos de consumo
Hay que dar respuesta a dos tendencias: el crecimiento del e-commerce y consumidores que cambiaron el porqué, para qué y dónde de sus compras.
# Agilidad
Contar con Procesos de Planificación (S&OP) ágiles y altamente sensibles a la demanda.
“Esto se ha transformado en un factor de supervivencia. Hay que hacer foco en el portfolio de productos clave y esenciales, priorizando entregas y abastecimiento a clientes, con alta sensibilidad y comunicación end-to-end al resto de la cadena (proveedores, plantas, almacenes, transportistas, entre otros)”, resalta Gallo.
# Estrategias
Están cuestionados los planes de muchas compañías apalancadas en proveedores con bajos costos pero con lead-times de aprovisionamiento distantes y complejos.
No son pocas las empresas que han debido replantearse y migrar al rápido desarrollo de proveedores locales o sustitutos para poder garantizar el abastecimiento. Será necesario considerar la evaluación de estrategias nearshoring, ponderando riesgos y beneficios.
# Paradigmas
A nivel global se han puesto en revisión paradigmas, al menos en un mediano plazo, como por ejemplo la gestión con mínimos niveles de inventario o estrategias de crossdocking puro.
Ante situaciones críticas de stress como las vividas con la pandemia, la cadena corre altos riesgos o en muchos casos se rompe. Será necesario repensar políticas de inventario óptimo segmentado por familias de productos. Factores como la proximidad y la disponibilidad de producto serán esenciales para diferenciarse en el mercado.
# Esquemas colaborativos
Las relaciones con empresas transportistas en muchos casos se han considerado históricamente como un “costo” para la estrategia de suministro. Aquellas compañías que han logrado desarrollar partners estratégicos han podido diferenciarse, asegurando el abastecimiento en estas semanas críticas.
Son tiempos para desarrollar esquemas colaborativos y abordar estrategias “win-win” con empresas de distribución. Apoyando e invirtiendo en relaciones de largo plazo, soportadas en la incorporación de tecnología y mejora continua. De nada sirve contar con el mejor producto si no logramos arribar al cliente en tiempo y forma.
# Digitalización
El impacto de la digitalización en la cadena de suministro en los próximos años es un hecho. Permitirá generar ahorros a través de menores costos operativos, menores ventas perdidas y óptima gestión de inventarios.
Se trata de obtener mayor nivel de servicio con menores costos, el desafío de todo profesional Supply Chain.
Se deben incorporar herramientas IT que permitan la utilización de Big Data, capturando datos disponibles a nivel de punto de venta y de inteligencia de mercado, conectando “online” demanda con suministro. También contar con herramientas para optimizar rutas de entrega, sistemas de tracking online, conceptos como fabricación 3D, plataformas compartidas de transporte, vehículos autónomos.
# Automatización
En momentos de distanciamiento social, con riesgos de no contar con el personal necesario y su consecuente impacto sobre continuidad del negocio, las compañías con mayor grado de automatización han logrado diferenciarse.
En ciertos procesos críticos, como pueden ser movimiento de productos y preparación y clasificación de pedidos, el rol de la automatización logística se torna cada día más indispensable para estar a la altura de niveles de servicio y eficiencias. Volúmenes de demanda crecientes y complejidad operativa, combinado con menores costos de acceso a la tecnología, llevan a períodos de repago cada vez menores.
# Flexibilidad
La potencia y velocidad de la crisis han puesto de manifiesto la necesidad de las empresas para reaccionar en tiempo récord.
Resulta imprescindible poder contar con una configuración de red logística flexible, que logre balancear los beneficios de la centralización con la necesidad imperiosa de proximidad a la demanda para garantizar nivel de servicio.
Esto implica redefinir estrategias de suministro (“route-to-market”), alineadas con la estrategia comercial por canal (“go-to-market”).
Definir estrategias para distribución última milla resultan indispensables con la creciente concentración en grandes urbes. Dónde ubicar los nodos productivos y logísticos, cuántos nodos disponer y con qué perfil deben operar.