Crédito: fuente
El grupo chileno controlante de ambas marcas evalúa la posibilidad de volver a negociar el traspaso de la cadena proveedora de artículos para construcción
El jueves 2 de abril, además de conmemorar un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, un grupo de inversores recibió un llamado telefónico en el cual les comunicaron de manera oficial que el proceso de venta de Sodimac podría reflotarse.
Los interlocutores del mensaje eran ejecutivos del grupo Falabella, dueños de la cadena de venta de artículos para la construcción. En concreto, fueron dos los llamados. Uno a los dueños del fondo Inverlat y el segundo a los de Cono Sur Investments.
El primero está conformado por los socios Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli y Guillermo Stanley y es dueño de la cadena Havanna, entre otras importantes marcas de consumo masivo. El segundo es un fondo liderado por José Manuel Ortiz Masllorens, un ex miembro del mítico fondo inversor The Exxel Group, fundado por Juan Navarro.
En ambos casos, el mensaje se orientó a explicar las últimas medidas que se tomaron en la Argentina con los negocios de la sociedad Falabella Argentina, vehículo legal cuyos activos estaban compuesto precisamente por la cadena de tiendas departamentales y la de venta de artículos para la construcción.
Según fuentes del mercado, en esa comunicación se le adelantó a los inversores el cierre de los últimos tres locales que Falabella mantenía operativos en la Argentina y que bajaron sus persianas este martes 6 de marzo: Microcentro porteño (Florida 202); Unicenter y el ubicado en la ciudad de Rosario.
Anteriormente, habían cerrado los establecimientos en varias localidades del país como Mendoza; San Juan; Córdoba; el punto de venta en el microcentro porteño, en Florida al 300; shopping Tortugas Open Mall (TOM); el Dot Baires Shopping y Alto Avellaneda.
Este plan de achique se complementa con retiros voluntarios para todo el personal que aún prestaba servicos en Falabella con fondos que serán los últimos aportados por la casa matriz.
De esta forma, Falabella Argentina S.A pasó a controlar nada más que las actividades de Sodimac que son las que despiertan el interés de Inverlat y Cono Sur Investments que rechazaban la compra total, con Falabella incluída en la operación.
Los propietarios de la cadena comunicaron de manera oficial que el proceso de venta de Sodimac podría reflotarse
Estrategias
Hasta hace unas semanas atrás, la estrategia del holding chileno se había volcado a mantener el control sobre Sodimac, intentando alcanzar la sustentabilidad de la filial local sin tener que inyectar fondos desde Chile.
De hecho, en febrero pasado, presentó un plan de inversiones por u$s800 millones, que excluye a la Argentina y que se encuentra mayormente enfocado en crecer en Chile, México y Brasil, y al desarrollo de la franquicia Ikea, la cadena sueca de artículos para el hogar, en Chile y Colombia.
iProfesional pudo saber que ambos grupos acercaron tres ofertas diferentes durante este proceso de venta y que durante varias semanas se cortaron las negociaciones tanto con Inverlat como con Cono Sur Investment.
Un silencio que hizo pensar en un desenlace inesperado, luego de que a mitad del año pasado los chilenos anunciaran la decisión de abandonar sus negocios en la Argentina cerrando todos los locales de Falabella y transfiriendo el control de Sodimac.
Esta semana, Falabella decidió cerrar sus últimos tres locales en la Argentina
Sin embargo, con la comunicación de la semana pasada existe una posibilidad de que las negociaciones se refloten al haberse despejado el mayor problema que trababa el proceso de venta de Sodimac como era la obligación para el comprador de quedarse también con las pocas sucursales de Falabella en el país que ahora fueron definitivamente cerradas.
Pandemia
Es que los chilenos pretendían que los posibles compradores de Sodimac también se hicieran cargo de Falabella, de la cuantificación de las contingencias y de la futura liquidación de esta marca, además de establecer que cualquier conflicto legal deberá dirimirse bajo la justicia chilena, entre otros aspectos.
El año pasado, los ejecutivos del holding del país vecino advirtieron que la pandemia aceleró el proceso de digitalización del retail y afectó los resultados de sus actividades. Anticiparon también que para adaptarse a esta nueva tendencia y hacer sustentable la operación en el tiempo, Falabella y Sodimac determinaron cerrar tiendas en Buenos Aires.
De todos modos, el proceso se hizo largo y generó un fuerte desgaste a los interesados a partir de que ninguna de las ofertas convenció al grupo del país vecino, generando un ambiente de indefinición que terminó por desgastar, aburrir y frustrar a los posibles nuevos inversores.
Todo esto en un contexto macro económico con el que atraviesa la Argentina, caracterizado por una alta inestabilidad y volatilidad que siembra dudas sobre el futuro de los negocios y de posibles nuevas inversiones.
Además, para poder cerrar las propuestas los dos grupos que quedaron en carrera tuvieron en cuenta la cada vez más compleja situación de la Argentina de la mano del escenario macro que plantea la economía doméstica.
Falabella desembarcó en la década del 90 y llegó a tener 10 tiendas en el país: tres en Capital Federal, tres en la provincia de Buenos Aires y cuatro en el interior, en Córdoba, Mendoza, Rosario y San Juan.
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El grupo chileno controlante de ambas marcas evalúa la posibilidad de volver a negociar el traspaso de la cadena proveedora de artículos para construcción
El jueves 2 de abril, además de conmemorar un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, un grupo de inversores recibió un llamado telefónico en el cual les comunicaron de manera oficial que el proceso de venta de Sodimac podría reflotarse.
Los interlocutores del mensaje eran ejecutivos del grupo Falabella, dueños de la cadena de venta de artículos para la construcción. En concreto, fueron dos los llamados. Uno a los dueños del fondo Inverlat y el segundo a los de Cono Sur Investments.
El primero está conformado por los socios Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli y Guillermo Stanley y es dueño de la cadena Havanna, entre otras importantes marcas de consumo masivo. El segundo es un fondo liderado por José Manuel Ortiz Masllorens, un ex miembro del mítico fondo inversor The Exxel Group, fundado por Juan Navarro.
En ambos casos, el mensaje se orientó a explicar las últimas medidas que se tomaron en la Argentina con los negocios de la sociedad Falabella Argentina, vehículo legal cuyos activos estaban compuesto precisamente por la cadena de tiendas departamentales y la de venta de artículos para la construcción.
Según fuentes del mercado, en esa comunicación se le adelantó a los inversores el cierre de los últimos tres locales que Falabella mantenía operativos en la Argentina y que bajaron sus persianas este martes 6 de marzo: Microcentro porteño (Florida 202); Unicenter y el ubicado en la ciudad de Rosario.
Anteriormente, habían cerrado los establecimientos en varias localidades del país como Mendoza; San Juan; Córdoba; el punto de venta en el microcentro porteño, en Florida al 300; shopping Tortugas Open Mall (TOM); el Dot Baires Shopping y Alto Avellaneda.
Este plan de achique se complementa con retiros voluntarios para todo el personal que aún prestaba servicos en Falabella con fondos que serán los últimos aportados por la casa matriz.
De esta forma, Falabella Argentina S.A pasó a controlar nada más que las actividades de Sodimac que son las que despiertan el interés de Inverlat y Cono Sur Investments que rechazaban la compra total, con Falabella incluída en la operación.
Los propietarios de la cadena comunicaron de manera oficial que el proceso de venta de Sodimac podría reflotarse
Estrategias
Hasta hace unas semanas atrás, la estrategia del holding chileno se había volcado a mantener el control sobre Sodimac, intentando alcanzar la sustentabilidad de la filial local sin tener que inyectar fondos desde Chile.
De hecho, en febrero pasado, presentó un plan de inversiones por u$s800 millones, que excluye a la Argentina y que se encuentra mayormente enfocado en crecer en Chile, México y Brasil, y al desarrollo de la franquicia Ikea, la cadena sueca de artículos para el hogar, en Chile y Colombia.
iProfesional pudo saber que ambos grupos acercaron tres ofertas diferentes durante este proceso de venta y que durante varias semanas se cortaron las negociaciones tanto con Inverlat como con Cono Sur Investment.
Un silencio que hizo pensar en un desenlace inesperado, luego de que a mitad del año pasado los chilenos anunciaran la decisión de abandonar sus negocios en la Argentina cerrando todos los locales de Falabella y transfiriendo el control de Sodimac.
Esta semana, Falabella decidió cerrar sus últimos tres locales en la Argentina
Sin embargo, con la comunicación de la semana pasada existe una posibilidad de que las negociaciones se refloten al haberse despejado el mayor problema que trababa el proceso de venta de Sodimac como era la obligación para el comprador de quedarse también con las pocas sucursales de Falabella en el país que ahora fueron definitivamente cerradas.
Pandemia
Es que los chilenos pretendían que los posibles compradores de Sodimac también se hicieran cargo de Falabella, de la cuantificación de las contingencias y de la futura liquidación de esta marca, además de establecer que cualquier conflicto legal deberá dirimirse bajo la justicia chilena, entre otros aspectos.
El año pasado, los ejecutivos del holding del país vecino advirtieron que la pandemia aceleró el proceso de digitalización del retail y afectó los resultados de sus actividades. Anticiparon también que para adaptarse a esta nueva tendencia y hacer sustentable la operación en el tiempo, Falabella y Sodimac determinaron cerrar tiendas en Buenos Aires.
De todos modos, el proceso se hizo largo y generó un fuerte desgaste a los interesados a partir de que ninguna de las ofertas convenció al grupo del país vecino, generando un ambiente de indefinición que terminó por desgastar, aburrir y frustrar a los posibles nuevos inversores.
Todo esto en un contexto macro económico con el que atraviesa la Argentina, caracterizado por una alta inestabilidad y volatilidad que siembra dudas sobre el futuro de los negocios y de posibles nuevas inversiones.
Además, para poder cerrar las propuestas los dos grupos que quedaron en carrera tuvieron en cuenta la cada vez más compleja situación de la Argentina de la mano del escenario macro que plantea la economía doméstica.
Falabella desembarcó en la década del 90 y llegó a tener 10 tiendas en el país: tres en Capital Federal, tres en la provincia de Buenos Aires y cuatro en el interior, en Córdoba, Mendoza, Rosario y San Juan.