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Lo han planteado desde diseñadores hasta grandes firmas internacionales de lujo. La moda no será la misma después del COVID-19. No desaparecerá, pero su forma de consumo sufrirá cambios drásticos si quiere volver a repuntar como una de las industrias más solventes del mundo.
Era febrero 2020 cuando las capitales de la moda desplegaban sus presentaciones por todo lo alto, tal como lo indicaba el calendario del rubro.
La última en presentar tendencias fue Milán (Italia), y al cabo de unos pocos días (menos de una semana), todo se desvaneció. La capital de la moda italiana empezó a registrar un aumento descabellado de casos de COVID-19, y quienes habían estado visitando la ciudad desde todo el mundo empezaban a esparcir con ello el virus al regresar a sus casas. No diremos que por este suceso luego vino una pandemia, pero eventos multitudinarios de este estilo, contribuyeron a que luego todo terminara en esto. Una cuarentena larga y llena de malos pronósticos.
Luego de lo que fue el ‘mes de la moda’, casas de lujo, tiendas pequeñas y diseñadores que habían preparado una producción para vender, tuvieron que cerrar sus puertas, talleres y dejarlo todo a la incertidumbre. No se sabía qué pasaría con las colecciones presentadas, las líneas de distribución y mucho menos la posibilidad de vender sus productos en tiendas físicas. La moda de golpe se frenó, y con ello el surgimiento de mil hipótesis de cómo se podría volver al ruedo algún día.
Consumo más lento, producción consciente
Si algo había sido criticado por algunos medios y diseñadores de ideas ambientalistas era la forma de proponer el consumo de la moda. En el calendario se establecían seis temporadas en lugar de dos como debería ser (guiado solo por el cambio de estación), y ha sido gracias a la pandemia que esa ‘loca’ idea empieza a tomar sentido. Producir colecciones de forma frenética solo lleva a dos consecuencias: desperdicio de materiales y consumo inconsciente.
Por ello los sociólogos de moda, analistas y medios están cada vez hablando más y más de reducir el número de temporadas y por ende colecciones en el año. Ya había algunas marcas que se habían apartado por ello de los eventos de moda para hacer sus propuestas a su propio ritmo, y ahora serán las pioneras en resurgir porque han podido adaptarse a la situación actual. Mientras que otras han tenido que recurrir a medidas drásticas como cerrar fábricas, tiendas y por ende despedir miles de trabajadores.
Los nuevos productos
Un alto porcentaje de marcas de moda han dedicado sus esfuerzos a la producción de mascarillas, hidrogeles, y trajes especiales de protección.
Algunos lo han visto como un gesto desesperado por sobrevivir a la caída de ventas de sus habituales productos. Mientras otros han asegurado que se trata de apoyar una causa común.
Apostar por lo nacional
Esta será otra de las consecuencias pospandemia. Los mercados estarán tratando de promover sus propias marcas nacionales, y fomentar el consumo de comercios más pequeños versus seguir alentando a la compra en multinacionales o cadenas de moda rápida internacional. La intención es valorar más el comercio justo, la producción a menor escala, y por supuesto garantizar un servicio más personalizado.
Menos compra ‘in situ’
La única forma de consumo estos últimos tres meses ha sido online. Así que no habrá otra manera de enfrentar los próximos meses si no es a través del comercio electrónico. Para tiendas como Primark o Lefties (parte del grupo Inditex) esto fue un golpe bajo. Ambas cadenas aunque han monopolizado el fast fashion a precio supereconómico, nunca se habían planteado vender online.
De hecho entre sus estrategias está el visual merchandising aplicado a sus tiendas físicas, lo cual hace que por día se vendan miles de miles de euros. Sin embargo, la pandemia les obligó a cerrar sus tiendas en Europa, y con ello las consecuencias económicas que se esperaban, el desplome de sus ventas y la amenaza incluso de cerrar algunos de sus locales.
Desfiles digitales
Lo que parecía un episodio futurista se aproximó abruptamente. La diseñadora africana Anifa Mvuemba fue la pionera en presentar un desfile sin modelos. Un hito en la historia de la moda, y que llevó a insertar el concepto de lo que sería la producción de eventos online las próximas temporadas, con tal de evitar el riesgo de contagio.
Son varias las aristas que se han mostrado gracias a la pandemia en esta industria. Lo cierto es que como todos vaticinan, la moda no morirá, sin embargo, cambiará para siempre.