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Señor Kangrejo, Plankton, Calamardo, Bob Esponja, Gary, Patricio y Arenita, en una foto de familia.
A la serie le costó arrancar. No fue hasta la mitad de la segunda temporada, bien entrado el 2001, que empezó a despuntar en audiencia y convertirse en estratosférico fenómeno pop. Han sido, hasta ahora, un total de 444 episodios -emitidos en 268 capítulos, la mayoría a modo de programa doble- repartidos en 13 temporadas, así como tres largometrajes, dos estrenados en salas de cine, ‘Bob Esponja: La película’ (2004) y ‘Bob Esponja: Un héroe fuera del agua’ (2014); y un tercero, el que nos ocupa, derivado directamente al ‘streaming’ por culpa de la pandemia (que, por cierto, incluye canción y videoclip de J. Balvin a la necesaria altura de las circunstancias).
Además de un aplaudido musical de Broadway, de casi una treintena de videojuegos para todos los formatos y soportes imaginables y de una extensa colección de cómics (publicados en España por Roca Juvenil), ‘Bob Esponja’ contará a principios del año que viene también con una precuela: ‘Campamento coral’, serie en la que se relatarán las aventuras infantiles de nuestros héroes en sus veranos de ensueño, y de la que aparecen los primeros aperitivos, en forma de emotivos ‘flashbacks’, en ‘Bob Esponja: Un héroe al rescate’.
LAS LEGIONES DE FANS
Por supuesto, el universo de Fondo de Bikini ha generado cientos, miles, millones de objetos de ‘merchandising’ durante estas dos décadas, casi tantos como los de otros hitos pop dignos de estudio como ‘Cars’ o ‘Frozen’. Y ha contado con abnegados fans como Pharrell Williams, Marc Jacobs, Karl Lagerfeld, LeBron James y Barack Obama. En el fabuloso mediometraje ‘Descubriendo la Atlántida’ (2007), David Bowie ponía la voz al personaje de Su Alteza Real. Y en el también sensacional capítulo largo ‘Bob Esponja y la gran ola’ (2009), Johnny Depp hacía lo propio con el surfero Jack Kahuna Laguna. En ‘Bob Esponja: La película’, David Hasselhoff regalaba un delirante cameo como socorrista de playa, mientras Scarlett Johansson era la voz de la deliciosa princesa Mindy, hija de Neptuno. En ‘Un héroe fuera del agua’, Antonio Banderas se convertía en el villano de la función como Pirata Burger Barba; y, en fin, poco que añadir a las alucinógenas apariciones de Keanu Reeves en esta última entrega. Ser fan de Bob Esponja siempre ha tenido algo ‘cool’.
LA INFLUENCIA EN OTRAS SERIES
En el 2015, el crítico Juan Manuel Freire afirmaba en estas mismas páginas que “si ‘Los Soprano’ se considera la piedra capital de la tercera edad dorada de la televisión, ‘Bob Esponja’ sería algo así como el equivalente en cuanto a series de dibujos para niños”. Se refería a la influencia capital de su imaginación sin freno en estupendas series posteriores como ‘Hora de aventuras’, ‘Tito Yayo’ o ‘Steven Universe’. Seguramente es eso, su desacomplejada dosis extra de locura, lo que ha fascinado -enloquecido, casi mejor- a niños y a adultos, prendados tanto por la frenética viveza de sus dibujos como por su capacidad, desde el desapego a cualquier forma de cinismo, para hacer del mundo un sitio un poco mejor: la ‘joie de vivre’, la inocencia, la amistad, la luminosidad y el desenfreno, puestos al servicio de la humanidad durante unos pocos minutos.
Niños y adultos han quedado prendados por la viveza de sus dibujos y su capacidad para hacer del mundo un sitio un poco mejor
LAS CONTROVERSIAS
Además del estresante frenesí visual de la serie, que algunos médicos han considerado que podría afectar a la atención de los niños, uno de los aspectos que más ríos de tinta ha hecho correr entre la audiencia más rancia es la estrecha relación de amistad entre Bob y Patricio, pues ha habido quien ha querido detectar en ella supuestos tics homosexuales. El propio Hillenburg siempre habló de sus personajes como “asexuales”, lo que no quita que el gamberro equipo de guionistas haya lanzado más de un saludable, y siempre hilarante, guiño autoconsciente.
Otro foco de controversia de la serie ha sido la dolorosa sumisión laboral de Bob Esponja, trabajador abnegado y feliz a pesar de ser duramente explotado por el Señor Kangrejo en las parrillas de El Krustáceo Krujiente. No es extraño, pues, que se le haya llegado a considerar como símbolo del precariado neoliberal.
Señor Kangrejo, Calamardo y Bob Esponja, en el primer episodio de la serie.
Y… PATRICIO ESTRELLA, POR SUPUESTO
El risueño Bob Esponja da título a la serie, pero Patricio Estrella, el mejor amigo de Bob, es su protagonista no oficial y, sin duda, una de las razones de su éxito. Doblado magistralmente por el actor César Capilla en la versión española, Patricio trasciende la condición de secundario de lujo para convertirse en uno de los mejores robaplanos de la historia. «Patricio es adorable. Es limitado intelectualmente, pero para él no existen prejuicios, dobleces ni límites en su corazón», explica Capilla a este diario.
«Para Patricio no existen prejuicios, dobleces ni límites en su corazón», dice su doblador, César Capilla
Básicamente, se trata de una estrella de mar rosa vestida con bañador verde (idénticas tonalidades que esa tercera equipación del Barça de esta temporada que tantas, e incomprensibles, burlas despertó), con tripa pronunciada, sin trabajo conocido, de escasas luces, aunque todas sus apariciones son una caja de sorpresas que suelen mejorar exponencialmente el episodio.
Siendo tonto como es, Patricio puede tener asombrosas ráfagas de lucidez que le permiten sentencias del tipo: «Personas refinadas y sofisticadas como nosotros no deben ensuciar sus labios con obscenidades». En ‘Un héroe al rescate’, se atreve con reflexiones metafísicas a la altura de ‘Origen’ de Christopher Nolan. «Dos personas no pueden tener el mismo sueño y, mucho menos, estar en ese sueño al mismo tiempo. Eso sería filosóficamente insostenible», afirma nuestro héroe rosa cuando Bob Esponja le pregunta: «¿Estamos soñando?».