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La difícil situación sanitaria causada en Extremadura por el COVID-19 dejará paso a un escenario económico incierto. La Universidad de Extremadura y la empresa Ingenostrum, ejecutora de 14 grandes plantas fotovoltaicas en la región en la actualidad, colaboran a través de una cátedra de patrocinio para proponer líneas de actuación que aceleren la recuperación económica.
El mundo se halla golpeado por una crisis sanitaria sin precedentes en la historia reciente, que ha obligado a todos los países del mundo desarrollado a cesar su actividad para centrarse en superar la pandemia de la COVID-19. A esta situación se le suma un escenario económico que podría llevarse por delante numerosas empresas y empleos, empujando de nuevo nuestra economía a una situación que ya se daba por superada.
Esta coyuntura económica está llevando a cuestionar ampliamente los modelos en que se ha basado la economía hasta el momento, causando, por ejemplo, problemas de abastecimiento a nivel mundial. Como respuesta a estos problemas hemos podido ver cómo iniciativas innovadoras, como el movimiento ‘maker’, han dado una respuesta inmediata a problemas como la necesidad de EPIS o de respiradores. Para ello han recurrido a sus entornos locales y herramientas digitales, un hecho que ha permitido una reconversión rápida de industrias para poder producir esos bienes en un tiempo récord con las infraestructuras existentes. Esta respuesta eficaz en un escenario crítico y con apenas recursos, muestra la enorme capacidad latente que tiene el país y que puede aprovecharse en los planteamientos para la recuperación económica.
Ante este escenario, conviene reflexionar sobre si cabe esperar que el modelo tradicional, vulnerable recurrentemente a cualquier anomalía, puede ofrecer algo distinto, si se debe reiniciar el sistema o hacerlo evolucionar. Entre las líneas que buscan evolucionar el sistema destaca el ‘Green New Deal’ (el nuevo acuerdo verde), que se apoya de manera estratégica en las energías renovables. Estas son las bases de la iniciativa ‘Alianza europea para una recuperación verde’, lanzada por el Parlamento Europeo, expertos, oenegés y algunas de las grandes empresas que actualmente despliegan proyectos de energías renovables en Extremadura.
El ‘Green New Deal’, alineado con la Agenda 2030, aborda la puesta en marcha de modelos sostenibles junto a la transición ecológica para descarbonizar la economía, fundamental en la mitigación del calentamiento global. El objetivo final es tener un planeta más sostenible e igualitario en términos ecológicos y sociales. Para ello se apoya en una estrategia de crecimiento que, además de proteger el medio ambiente, ayuda a las comunidades locales mediante energías renovables y tecnologías limpias como motor de desarrollo. Extremadura, con la importante cartera de proyectos de energías renovables planteados por grandes compañías como Endesa, a través de su filial Enel Green Power España, Iberdrola, Naturgy, Repsol, Fotowatio y varias más, se presenta como una región idónea para la puesta en marcha de proyectos que estén en consonancia con esta estrategia.
En esta misma línea, la empresa Ingenostrum, codesarrolladora para Enel Green Power de varios proyectos en la región, firmó una cátedra de patrocinio con la Universidad de Extremadura orientada a la investigación y prefactibilidad de proyectos de esta índole. La iniciativa, que no ha visto cesada su actividad con la pandemia, tiene proyectado un centro de experimentación en el campus universitario de Cáceres.
Se prevé que el Centro Experimental para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad (CETES) de Cáceres esté a pleno rendimiento a finales de 2021, contando con aproximadamente 2 millones de euros de inversión. El CETES se proyecta como respuesta a la necesidad de modernizar el tejido productivo extremeño mediante energías renovables y tecnologías digitales. Entre las líneas que albergará destacan los proyectos agrivoltaicos, especialmente relevantes para Extremadura, que estudiarán modelos que combinan la agricultura y la ganadería con plantas fotovoltaicas ya en explotación o la integración de nuevas tecnologías sostenidas con energías limpias a sistemas de cultivos intensivos, como los invernaderos, para incrementar su producción y eficiencia.
Fuera del CETES, la cátedra UEx-Ingenostrum se ofrece a colaborar en los planes de creación de valor compartido que se desarrollan junto con la construcción y puesta en operación de las centrales de generación renovable. Con estas colaboraciones se buscará la creación de nuevas industrias en la región, así como ayudar en la reconversión de los sectores susceptibles de ser modernizados. Así mismo, abordará el estudio de modelos sostenibles para grandes instalaciones de proceso de datos (Data Centers) basados en energías renovables y que integren tecnologías de almacenamiento innovadoras basadas en el hidrógeno. En particular, este estudio buscará zonas en la región que sean idóneas para acoger instalaciones de grandes tecnológicas como Amazon o Google, tal como ya se está planteando en regiones como Aragón.
En estos momentos los esfuerzos del Estado y los españoles se centran en superar la actual situación, pero sin perder de vista el futuro. Nos hallamos ante la posibilidad de coger el tren de una nueva revolución, la transición ecológica, que nos permitiría no repetir los errores de la última década, donde la economía verde y digital será un pilar estratégico alineado con la sociedad y las iniciativas públicas y privadas. Como dijo el reputado filósofo alemán Peter Sloterdijk después de su visita a la región en 2009, «Extremadura es uno de los últimos reductos ecológicos y de vida humana de Europa», un lugar idóneo para poner en marcha estas iniciativas y demostrar que hay otra forma de hacer las cosas.
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