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El proceso de venta de la mayor cartera logística del momento se acerca a su recta final. Según ha podido confirmar este medio con fuentes implicadas, la operación lanzada por Montepino y CBRE GI para traspasar su sociedad conjunta cuenta ya con siete finalistas, que en las próximas semanas deberán presentar sus ofertas definitivas por unos activos valorados en mil millones de euros.
Uno de los elegidos ha sido Bankinter, entidad que con este movimiento vuelve a poner de manifiesto su interés por las inversiones inmobiliarias. Hace cuatro años, junto a Sonae Sierra, el banco lanzó la socimi Ores, especializada en centros comerciales; mientras que junto a la gestora GMA puso en marcha en 2018 la plataforma hotelera Atom.
Ahora, con su puja por la cartera de Montepino, Bankinter amplía el abanico hacia el alumno aventajado del sector inmobiliario, la logística, auténtico objeto de deseo de los inversores inmobiliarios, que ven en este nicho de mercado un enorme potencial por el auge del comercio electrónico y los cambios en los hábitos de consumo de la sociedad.
Los planes de la entidad dirigida por María Dolores Dancausa pasan, según las fuentes consultadas, por acudir a la puja con un vehículo propio, pero con la idea de aprovechar este proceso para asociaciarse con Montepino, grupo familiar que ya habría mostrado su interés en continuar gestionando la cartera. Desde el banco han declinado realizar comentarios.
Frente a Bankinter, también han sido seleccionados para continuar en el proceso las aseguradoras AXA y Allianz, los fondos Brookfield y GIC y el especialista logístico Prologis, además de un séptimo cuyo nombre no ha podido ser confirmado por este medio. El proceso, que se lanzó formalmente el pasado otoño tras meses de estudios y negociaciones entre los dos socios, está siendo dirigido por CBRE y Morgan Stanley.
Hace cuatro años, Montepino y CBRE GI crearon una sociedad conjunta que, actualmente, suma 22 activos y 800.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable (SBA). Este tipo de inmuebles se han convertido en un oasis en mitad del desierto inmobiliario que está atravesando el mercado de alquiler no residencial, seriamente golpeado por la pandemia del Covid-19.
Las órdenes de cierre de establecimientos, las limitaciones a la movilidad y las reducciones de aforo han desplomado las rentas de los inmuebles comerciales y hoteles, mientras que el auge del teletrabajo ha puesto en jaque al negocio de oficinas. En cambio, la logística se ha visto beneficiada por el auge del comercio electrónico, cuya positiva evolución de los últimos tiempos se ha visto acelerada por la pandemia.
Este contexto, la venta de la cartera de Montepino está llamada a ser la operación del año, tanto por sus dimensiones como por la calidad de sus activos. Para los compradores, este tipo de activos es una de las excasas opciones que hay en el mercado de inversión alternativa con menor riesgo, y de lograr unas rentabilidades que, a pesar de cómo se han contraido en logístia en los últimos tiempos, siguen estando en torno al 4,5%-5%