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El gigante del calzado británico Clarks ha presentado sus resultados financieros hasta febrero de 2020 y las cifras muestran las dificultades a las que hace frente desde antes de que la pandemia obligara a cerrar todas sus tiendas temporalmente y provocara una caída en picado de la demanda de calzado.
Desde el periodo sobre el que informa, ha puesto en marcha un convenio de acreedores (CVA) y ha dado la bienvenida a un nuevo inversor, siendo la primera vez en siglos que la familia fundadora cede el control. Esto ha ayudado a construir una base mucho más estable.
En el año financiero 2019/20, antes de que se desatase todo esto, dijo que su facturación había caído un 8 % hasta los 725,3 millones de libras, lo que se traduce en una pérdida operativa de 14,1 millones de libras, aunque son cifras mucho mejores que los 48,7 millones de libras que perdió el año anterior. La pérdida después de impuestos se situó en los 15 millones de libras, algo menos que los 20,9 millones del año anterior.
El descenso de facturación se debió a que en general se vendieron menos zapatos, «lo que refleja las difíciles condiciones que siguen existiendo en el canal minorista de Reino Unido e Irlanda, donde sigue disminuyendo la afluencia de público».
La tendencia del año anterior de reducir los descuentos se mantuvo también en el periodo en cuestión. Esto ayudó a mejorar el índice de margen alcanzado, lo que supone una buena noticia.
Aunque se produjo una pérdida de explotación, puede considerarse una buena noticia ya que fue mucho menor que la del año anterior. A ello contribuyó un «fuerte control de costes». Algo que se tradujo también en una menor pérdida después de impuestos y en una mejora del margen.
La empresa dijo que la crisis del coronavirus «ha tenido un impacto significativo en las operaciones internacionales de Clarks». Ya conocemos bien la presión a la que se ha visto sometida durante el último año. Pero también ha explicado que observó una mayor volatilidad en el cambio de divisas y que después de fin de año «muchos pedidos se redujeron o cancelaron como consecuencia del Covid-19, mientras que los pagos de inventario se retrasaron en comparación con la previsión original».
También hizo referencia al Brexit, convirtiéndose en la última empresa en destacar el problema que supone la salida definitiva de Reino Unido de la UE. La semana pasada, tanto JD Sports como Ted Baker dijeron que, a pesar de las afirmaciones de que la relación entre Reino Unido y la UE estaría libre de aranceles y cuotas, habría problemas arancelarios y otros costes que supondrían entre 5 y 10 millones de libras adicionales este año.
Clarks también dijo que el Brexit «tendrá un impacto en nuestra rentabilidad y flujo de caja en el futuro próximo y trae riesgos e incertidumbres en varias áreas». Habrá nuevos costes específicos, por supuesto, pero también destacó cómo la debilidad continuada de la libra esterlina podría perjudicarla en relación con la compra de existencias
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