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La importancia de contratar a la persona indicada para un puesto es obvia: los empleados mejor calificados suelen obtener mejores resultados que los mediocres. Por ello, sería de esperar que los empleadores se esforzaran al máximo en las entrevistas y en el proceso de contratación.
Eso debería incluir realizar una evaluación rigurosa de cada uno de los solicitantes y utilizar datos reales para determinar qué preguntas son más eficaces en una entrevista de trabajo. Pero puede que no siempre ocurra así, sostiene Alison Green, escritora estadounidense y la autora detrás del sitio web de consejos laborales “Pregúntale a un gerente” (Ask a Manager).
Entrevistas informales
Green sostiene que los gerentes dan a sus entrevistadores poca o ninguna capacitación y, a menudo, los dejan completamente solos cuando se trata de averiguar qué deben preguntarles a los candidatos. Y como resultado, las entrevistas terminan siendo realmente malas.
Algunos encargados de las contrataciones presentan la entrevista como si fuera una reunión social, una sesión informal para “conocer” al candidato, en lugar de investigar sus habilidades reales, experiencia y capacidad para destacar. Como consecuencia, a veces los candidatos salen de estas reuniones sintiendo que realmente construyeron una buena relación, pero luego se dan cuenta de que nunca llegaron a hablar sobre el trabajo y cómo lo abordarían.
Además, no es de extrañar que este estilo de entrevista haga que los jefes contraten al candidato con el que hicieron “clic”, pero que no necesariamente es el más adecuado para el puesto.
Según Green, otros entrevistadores hacen preguntas “tontas” como “si fueras un animal ¿cuál serías?”, o incluso “¿qué hay ahora en tu refrigerador?”. Puede que hayan sido útiles para algún caso en concreto, pero no tienen conexión con el trabajo y tienden a incomodar a los candidatos, quienes terminan preocupados con que haya una respuesta “correcta” que no conocen. En una ocasión, incluso, el entrevistador pidió revisar el bolso de una candidata, argumentando que eso le mostraría cuán organizada era, cuenta Green.
Algunos creen útil idear ejercicios y simulaciones para ver a los candidatos en acción, lo que puede ser cierto, aunque la mayoría de las veces es algo que no se ejecuta bien durante la entrevista.
La especialista también menciona otro caso en el que un candidato a un puesto en sector educativo fue entrevistado en un local de venta de sándwiches. Durante el encuentro, los entrevistadores fingieron ser niños ruidosos a quienes ella tenía que controlar. Ellos comenzaron a correr por el restaurante y a tirarse cosas, mientras los clientes intentaban almorzar.
Claramente estas terribles técnicas de entrevista no ayudan a las compañías a evaluar a los candidatos como lo necesitan. Y los entrevistadores aparentemente se olvidan de que en las entrevistas también participa la persona interesada.
Los mejores candidatos evaluarán también las acciones de los entrevistadores y emitirán sus propios juicios, que muy probablemente no serán buenos.
¿Por qué lo preguntas?
Las empresas deben tomarse en serio el proceso de contratación. Esto significa capacitar a los entrevistadores para que identifiquen qué habilidades y experiencias son realmente necesarias para sobresalir en un trabajo, y ayudarlos a desarrollar entrevistas que evalúen esas cosas, en lugar de dejarlos solos.
Del lado de los candidatos, es fácil sentir que se está a merced de unos entrevistadores terribles, lo que hasta cierto punto es cierto. Como consecuencia, pueden llegar a retirarse de la entrevista cuando esta parece estar descarrilada.
Si alguien te hace una pregunta tonta como con qué cereal de desayuno te identificas, podés decir: “Esa es una pregunta interesante pero ¿por qué la hacés?”. Si un entrevistador no está hablando sobre el trabajo o la posibilidad de que encajes en él, podés decir: “¿Estaría bien que le hable de mi experiencia profesional?”.
También podés pedirles directamente que te den más detalles del puesto y lo que están buscando con la nueva contratación. Pero, en última instancia, entrevistar correctamente está en manos de los empleadores y la única forma de hacerlo es con capacitación real sobre cómo contratar, sostiene Green.
BBC Mundo