Crédito: fuente
Fundada en 2018, sus monturas están realizadas en madera de abedul finlandés procedente de bosques replantados. Los pilares sobre los que se asienta la firma responden a los principios de innovación, diseño y sostenibilidad.
Cuentan sus fundadores que Nina Mûr nació como una alternativa a la producción masiva, más flexible y adaptable a las necesidades del cliente. La de esta marca es una historia de ilusión, constancia y superación construida sobre tres pilares: la sostenibilidad, el arte y la innovación.
«Nina Mûr nace con vocación de servir, dar soporte y ofrecer una alternativa sostenible a la venta tradicional, que le permita adaptarse a sus necesidades y de su cliente aportando valor», apuntan el italiano Davide Fichera y la madrileña Lorena Serrano. Él, diseñador industrial, se crió en la fábrica de muebles de su abuelo, estudió arquitectura en Florencia y fue alumno de Ettore Sottas. Trabajó en Ecoalf, donde conoció a Lorena. Ella es licenciada en marketing y una apasionada del branding sostenible. Estudiante incansable, tiene varios cursos y másteres en diseño, creatividad, empresa y digital. Viene de sectores como la creatividad publicitaria, la dirección de arte y el diseño principalmente para la industria musical y la moda.
Tras su encuentro en Ecoalf, Lorena entró a formar parte de la agencia que Davide tenía con su hermano y formaron Fikera & Quiche. Agencia de diseño, creatividad y comunicación con clientes como Nike, Universal Music, Converse, Eastpak, Mahou…
Las de Nina Mûr son «las únicas gafas sostenibles que unen innovación, diseño y calidad, para ver lo que realmente importa. Diseñamos y producimos internamente, combinando la tecnología y la artesanía, y usando los mejores componentes europeos para ofrecer gafas naturales refinadas«, cuentan. Conciben sus gafas como una pieza emocional de máxima calidad suelen hablar de «unicidad sostenible». «Celebramos la unicidad y la sensibilidad a través de la experimentación, el diseño y la calidad sobre los valores de respeto, valentía y honestidad», apuntan.
Por eso, ello buscan crear un objeto respetuoso que vaya más allá de una tendencia pasajera o una transacción comercial. Buscan una auténtica conexión con la persona que las lleva.
Cuando Davide y Lorena se conocieron, Lorena ya había iniciado el proyecto de las gafas junto con su madre para las ópticas familiares Nina Quiche. Así que llegó un momento en que decidieron «dejar de lado» la agencia y centrarse en la marca. Fue tras de la entrada de Davide cuando alcanzó la calidad y la madurez para salir al mercado bajo el nombre de Nina Mûr.
Colecciones de gafas
El principal objetivo de la firma es que sienten bien, que sean cómodas y ligeras. «Al ser productores y diseñadores y hacer cada diseño de cero, trabajamos mucho los prototipos, sobre todo los puentes para que se adapten a la cara como un guante», explican. También la tridimensionalidad y la estética interior son importantes para ellos.
En un mundo de consumo masivo y rápido se declaran fervientes defensores del slow fashion. «Hemos desarrollado una micro industria en Madrid para la fabricación de nuestras gafas basada en la sostenibilidad y la tecnología digital: muy precisa pero artesana al mismo tiempo», aseveran.
Sus gafas están realizadas en madera de abedul finlandés procedente de bosques replantados y responden a los principios de innovación, diseño y sostenibilidad (ellos lo llaman respeto). Producen bajo demanda y customizado y han suprimido a venta online.
¿Qué les inspira? «Bebemos de diversas fuentes debido a nuestros diferentes backgrounds. Nuestra inspiración viene principalmente del arte, el diseño, la arquitectura y la moda. El movimiento Memphis, la arquitectura deconstrustivista, el cubismo o el barroco han sido inspiración para el diseño y la construcciónde algunas de nuestras primeras colecciones», enumeran. Entre ellas destaca la serie «Eighties».
Durante el confinamiento sacaron una nueva colección The Good Quarantine, aprendieron que «lo digital y el contacto con los clientes es vital. Y que nuestro modelo nos permite hacer cosas muy especiales y únicas». Hicieron el experimento de lanzar una colección colaborativa en la que han participado en el diseño ópticos de todo el mundo.