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Fue una de las tendencias con las que parecía que iba a arrancar la década de los años 20 de este siglo XXI. Sin embargo, la irrupción de la pandemia de coronavirus y la crisis sanitaria de la Covid-19 ha hecho recular al sector de la gran distribución alimentaria en una de sus quimeras: la entrega de la compra ‘del supermercado a la nevera’, un paso más en cuanto al servicio a domicilio y la comodidad del shopper.
La idea, como tantas otras, surgió en los Estados Unidos, donde Amazon y Walmart -los mayores gigantes del ecommerce y el retail alimentario, respectivamente, comenzaron a experimentar con la idea de llevar la compra a los consumidores sin necesidad de que estos estén en casa.
Más allá del país norteamericano, otro gigante Europeo, Edeka, comenzó a probar este servicio a través de su tienda online, Bringmeister, y en determinadas zonas de Berlín y Múnich.
Este ‘del súper a la nevera’ tiene, de base, un funcionamiento estándar: el proyecto, según informa el retailer alemán, utiliza un sistema de seguridad muy preciso para que los clientes se sientan seguros a la hora de permitir la entrada en sus casas de un repartidor. Para ello se usan cerraduras electrónicas, Smart Locks, que permiten a los trabajadores (repartidores) del supermercado entrar en los domicilios por tiempo limitado y siendo controlados por los clientes. De este modo, el servicio no sólo implica que un súper envíe un pedido pese a que el comprador no se encuentre en su casa, sino que también puede ser el mismo repartidor el encargado de colocar los productos en las cocinas de los clientes. Sobre todo, evidentemente, está recomendado para productos que necesiten frío, los cuales irían directamente a los frigoríficos. Os lo mostramos todo en el vídeo que ilustra esta información.
DEL GOLPE DEL CORONAVIRUS AL ESCASO INTERÉS EN ESPAÑA
No hace falta que os descubramos cómo la pandemia global del coronavirus ha modificado los hábitos de consumo, especialmente los referentes a alimentación e higiene. En una crisis sanitaria como la que hemos vivido en el último año y medio, la idea de dejar pasar a un extraño a casa «hasta la cocina» (nunca mejor dicho) no parece seducir al consumidor.
España, además, no parece contar con las condiciones necesarias para que este servicio se desarrolle con éxito, al menos de momento. Recordemos que muchas de las grandes cadenas, y un claro ejemplo es el líder Mercadona, apenas están comenzando a desarrollar su sistema de venta online. Queda mucho camino por recorrer antes de ofrecer un servicio tan premium en este campo. No olvidemos tampoco el factor urbanístico: «En Estados Unidos viven en sus casas (unifamiliares) y aquí en pisos, y eso hace que sea más difícil implantar un sistema de este tipo en España», señala con acierto Luis Martínez, experto en distribución alimentaria. De ahí que las cadenas de supermercados españolas no estén de momento apostando por este servicio.
Tampoco nos olvidemos del factor precio: el servicio Walmart Inhome, que es como se denomina esa ‘compra en la nevera’ no es gratis. La instalación del sistema Smart Lock-cerradura inteligente- le cuesta al cliente unos 50 dólares y disfrutar del servicio requiere de una suscripción mensual de unos 20 dólares al mes. ¿Estaría el consumidor español dispuesto a pagar ese precio? No nos aventuremos a dar la respuesta, también nos parecía complicado que los telespectadores pagasen por un servicio de streaming y millones de hogares ya cuentan con plataformas cono Netflix.