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El gobierno argentino dispuso el miércoles que los precios de más de 1.400 productos de consumo masivo se retrotraigan al 1 de octubre y queden congelados hasta principios de 2022 en un intento por frenar la inflación.
La decisión de la Secretaría de Comercio Interior, que no contó con el respaldo del sector empresarial y entró en vigor en la fecha, establece que los valores de la lista de 1.432 alimentos, productos de limpieza e higiene deberán mantenerse sin cambios hasta el 7 de enero en todo el territorio nacional. El listado incluye más de 600 artículos que formaban parte del programa “Precios cuidados» que desde hace meses buscaba aliviar la presión inflacionaria.
La inflación en Argentina no da tregua y sigue siendo la más alta de la región después de la de Venezuela. En septiembre el alza de precios fue de 3,5% frente al 2,5% del mes anterior. De este modo, el costo de vida se incrementó 52,5% en el último año y acumula una suba de 37% desde enero. Economistas calculan que el año terminará con una inflación de más de 48%.
No es la primera vez que Argentina aplica esta receta cuestionada por economistas que consideran que funciona a corto plazo pero no resuelve el problema crónico inflacionario que sufre el país sudamericano. En otras ocasiones, esta medida causó problemas de abastecimiento.
Al referirse a la falta de consenso con los empresarios, Ricardo Feletti, secretario de Comercio Interior, lamentó que en el difícil escenario socioeconómico de los últimos años, profundizado por la pandemia del nuevo coronavirus, «haya fracciones de la cúpula empresarial que no sean conscientes de sus privilegios y se nieguen a adoptar una actitud colaborativa”.
El funcionario abogó por asegurar la estabilidad de los precios para facilitar la expansión del consumo y cuestionó los reparos empresariales. «Tenés capacidad instalada, recompusiste márgenes todo este año, mucho, y la canasta básica (de productos) sigue aumentando… Paremos un poco, aceptemos este apoyo, no es al gobierno, es al pueblo”, sostuvo.
Los precios de los alimentos sufrieron aumentos en los últimos días luego de que el gobierno anunció su intención de implementar esta medida, la cual se dio a conocer en el marco de la campaña electoral para las legislativas del 14 de noviembre. En esos comicios la coalición peronista que encabeza el presidente Alberto Fernández intentará revertir la derrota registrada ante la alianza opositora en las primarias abiertas de septiembre, en las que fueron elegidos los candidatos a diputados y senadores. Los malos resultados fueron atribuidos en gran parte a los problemas socioeconómicos.
El gobierno decidió avanzar con la medida luego de que fracasaran las conversaciones con empresas y titulares de entidades productoras y comercializadoras de alimentos.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina se quejó de que las propuestas de las compañías no fueron tenidas en cuenta, así como tampoco el pedido de generar un diálogo «que permita clarificar las realidades y posibilidades de los distintos sectores y encontrar en conjunto un acuerdo sostenible”.