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Los atascos en el transporte de carga y la escasez podrían estar configurando un fenómeno de mayor escala
Supermercados con estantes vacíos, puertos con infinidad de buques a la gira, fábricas de automóviles cuya producción se ve frenada por la falta de microchips, factores que desembocan en un resultado común, la expansión de la inflación, conforman un panorama que supera a los ya renombrados atascos de la cadena de suministro para dar paso a un panorama de Gran Crisis de la economía global. Indicadores elaborados por Bloomberg Economics ponen de manifiesto la gravedad del problema y la incapacidad del mundo para encontrar una solución rápida.
Los bancos centrales, dejan poco a poco su opinión de que la inflación es «transitoria» y aumenta la opción de verse obligados a contrarrestar el aumento de los precios con subidas de las tasas de interés antes de lo previsto, lo que supone nuevas amenazas para una recuperación ya tambaleante, en medio de atascos que lucen redes de transporte sobrecargadas, escasez de mano de obra en puntos clave y una demanda en EE.UU. reforzada por los estímulos económicos fiscales impulsados por la pandemia y que derivan al consumo de bienes por sobre los servicios.
Pero el punto es que no se trata sólo de un problema de transporte de cosas, puesto que el mundo sigue luchando por crearlas, dado que el repunte de demanda tomó desprevenidos a los fabricantes, después de haber recortado las órdenes de materiales el año pasado, cuando los consumidores dejaron de gastar.
Así, Europa ha pasado rápidamente de un exceso de oferta a una importante escasez. En Vietnam, las fábricas de calzado de Nike redujeron su producción porque los trabajadores inmigrantes se han marchado por miedo a Covid-19. China enfrenta a nuevos brotes de virus y responde con cierres selectivos y los precios de sus fábricas están aumentando a un ritmo anual del 10%, el más rápido desde la década de 1990.
Debido a todos estos factores los índices de oferta de Bloomberg Economics muestran que la escasez está a punto de alcanzar el nivel más alto de los últimos 20 años en EE.UU. mientras que los indicadores del Reino Unido y la zona Euro se encuentran en un nivel igualmente elevado.
Toyota redujo la producción de septiembre en más de un tercio con respecto a 2020, ya que la escasez paralizó su producción «just in time«-, dejando en vilo a los compradores que esperan las entregas. Amazon aseguró que todos sus beneficios del cuarto trimestre podrían desaparecer por un aumento del costo de la mano de obra y del cumplimiento. Apple perdió US$6.000 millones en ventas por la incapacidad de satisfacer la demanda, y podría perder más el próximo trimestre.
Shanella Rajanayagam, economista comercial de HSBC, señaló que las condiciones de envío deberían empezar a aliviarse después del Año Nuevo chino, a principios de febrero, «aunque las interrupciones podrían durar al menos hasta mediados del próximo año», apuntó, agregando que incluso entonces, con la demanda reprimida y la reposición de los inventarios manteniendo la presión, todavía podría pasar algún tiempo para que las cadenas de suministro se alivien completamente.
Los sistemas logísticos suelen seguir los altibajos de la economía mundial con un patrón predecible: El aumento de la demanda impulsa el comercio, lo que hace subir las tarifas de transporte y anuncia buenos tiempos para los transportistas de carga, hasta que aumentan en exceso su capacidad y se produce un colapso. Sin embargo, la pandemia ha alterado este ciclo. Incluso en medio de los signos de ralentización del crecimiento, el comercio internacional nunca ha estado tan atascado como ahora.
¿Soluciones?
Se sabe que los más de 70 barcos a la gira frente a Los Ángeles, cuando atraquen en el muelle desembarcarán sus contenedores que se toparán con otros miles que ya están atascados en el muelle a la espera de un viaje hacia el interior, en medio de una escasez de conductores, camiones y de chasis.
Soluciones a largo plazo de toda esta situación incluyen el control de la pandemia, la construcción de nuevas infraestructuras, puertos más eficientes, y aumentar y mejorar las transacciones digitales.
En otras partes del mundo, los atascos del transporte marítimo se han debido a las condiciones meteorológicas adversas y a los rebrotes del Covid-19. Un análisis de la congestión portuaria en Singapur mostró que el retraso en el este hub logístico internacional, era elevado, con 53 buques portacontenedores a la gira, el mayor hasta ahora.
Esto es un problema para EE.UU., donde la ropa y los productos electrónicos para el hogar que llenan los carritos de los compradores dependen de insumos y ensamblaje extranjeros. Y con las tasas de vacunación en muchos países asiáticos todavía bajas, es un problema que no desaparecerá pronto.
Simon Heaney, director de investigación de contenedores de Drewry afirma que «para que la cadena de suministro se recupere, va a ser necesaria una cierta dosis de suerte» -evitar catástrofes meteorológicas o nuevos focos de Covid- «además de tiempo e inversión para añadir más capacidad logística», afirma.
Impacto en la economía
Para una economía mundial que sale de la recesión más profunda de la historia reciente, la escasez de oferta causada en parte por la fuerte demanda es un gran problema. La inflación ya es lo suficientemente alta como para estar fuera de la zona de confort de los responsables de la política monetaria. En EE.UU., está en el 5,4% ahora y podría permanecer en el rango del 4% al 5% el próximo año si las restricciones de la oferta no se alivian.
Esto no significa que el mundo vaya a volver a sufrir una estanflación como la de los años setenta. Sin embargo, el entorno actual -llamado «stagflation-lite»- es un reto para los bancos centrales. Mantener las tasas de interés en sus niveles bajos actuales permitiría continuar la recuperación, pero se corre el riesgo de que los precios suban en espiral si los hogares y las empresas esperan más de lo mismo.
Sin embargo, el endurecimiento de las políticas monetarias no sofocaría la inflación por la insuficiencia de la oferta, sino por la reducción de la demanda en una «Operación exitosa, pero que dejaría al paciente muerto», lo que recuerda que las medidas de rápido endurecimiento monetario han sido sistemáticamente erróneas en el pasado, y podrían volver a serlo.