El 2023 podría ser un año oscuro para la compañía alemana de moda deportiva Adidas, y también para el recién iniciado CEO Bjørn Gulden, que todavía buscan recuperarse de los estragos de la pandemia. Tras la ruptura de relación con el rapero Kanye West (Ye) y la marca Yeezy, la marca prevé una pérdida neta de 700 millones de euros en el año.
En octubre del año pasado, la alianza comercial entre adidas y Ye llegó a su fin luego de los comentarios antisemitas que profesaba el ‘artista’. La alemana calificó los alegatos del artista de “inaceptables, odiosos y peligrosos”, y declaró que viola “los valores de la compañía de diversidad e inclusión, respeto mutuo y equidad”.
El finiquito laboral dejó en claro que la deportiva ya no vendería más los productos Yeezy, la marca en conjunto, mucho menos producirlas. Según datos de analistas, Yeezy aportaba el 10% de las ventas totales de adidas a nivel mundial en un año. Por tal, el impacto no iba a ser menor.
En la primera semana de febrero (2023), adidas terminó por cerrar “silenciosamente” el sitio web de Yeezy Supply. Sin embargo, esta movida parece haberle jugado en contra pues todavía guarda un fuerte stock de zapatillas, un problema de inventario que está lejos de resolverse.
Con miles de pares sin vender en los almacenes del gigante alemán de ropa deportiva, Adidas sufrirá su primera pérdida en tres décadas si no se venden sus zapatillas Yeezy. Las acciones de adidas cayeron casi 13%, y la compañía enfrenta su mayor crisis en años.
Adidas presenta su perspectiva para el 2023
Según cifras preliminares, la compañía habría registrado un crecimiento del 1% en ingresos durante 2022. Las ventas aumentaron un 6% hasta los 22.511 millones de euros durante el período de 12 meses (1 euro = 1.07 dólares al cambio de hoy). El margen bruto de la empresa alcanzó un nivel del 47,3% y habría generado un beneficio operativo de 669 millones de euros.
Lo anterior reflejaría un margen operativo del 3% (cuando en 2021 fue de 9,4%), y unas ganancias de las operaciones continuas de aproximadamente 254 millones de euros en 2022, 86,92% menos que lo obtenido el año anterior (€1492 millones).
Estas cifras fueron reveladas hoy en un comunicado de adidas con su perspectiva para el presente año. Si bien la compañía continúa revisando las opciones futuras para la utilización de su inventario de Yeezy, esta guía ya explica el impacto adverso significativo de no vender el stock existente.
Dicha situación reduciría los ingresos en alrededor de 1200 millones de euros y el beneficio operativo en alrededor de 500 millones de euros en el año. En este contexto, adidas espera que las ventas neutrales a la moneda disminuyan a una tasa de un solo dígito alto en el presente ejercicio. De materializarse todos estos efectos, la compañía esperaría reportar una pérdida operativa de 700 millones de euros en 2023.
“Los números hablan por si mismos. Actualmente no estamos rindiendo como deberíamos”, sostuvo el CEO de adidas, Bjørn Gulden. “2023 será un año de transición para sentar las bases para volver a ser una empresa en crecimiento y rentable. Nos centraremos por completo en el consumidor, nuestros atletas, nuestros socios minoristas y nuestros empleados de adidas”, aseguró.
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“Adidas tiene todos los ingredientes para tener éxito: una gran marca, excelentes personas, socios fantásticos y una infraestructura global insuperable. Necesitamos volver a juntar las piezas, pero estoy convencido de que con el tiempo haremos que adidas vuelva a brillar. Pero necesitamos algo de tiempo”, finalizó el ejecutivo.