Crédito: fuente
La llegada de Piccioli a Balenciaga coincide con la inminente salida de Demna, quien abandonará oficialmente la casa tras el desfile de Alta Costura previsto para el 9 de julio en París. El diseñador georgiano, que asumirá nuevos retos creativos al frente de Gucci, también propiedad de Kering, deja tras de sí una década de provocación, viralidad y redefinición estética que convirtió a Balenciaga en un fenómeno global.
Demna transformó el ADN de la firma a través de un lenguaje visual radical que cruzaba ironía, crítica sociopolítica y formas deconstruidas, convirtiéndose en el mayor exponente del streetwear de lujo. Pero su etapa final se vio ensombrecida por polémicas y desgaste de marca, lo que precipitó una búsqueda de sucesión que ha sido objeto de intensos rumores durante meses. Entre los nombres considerados estuvieron el de la británica Martine Rose, el del creativo de Alaïa Pieter Mulier o el del ex Burberry Riccardo Tisci, quien abandonó la carrera por el puesto tras verse inmerso en una polémica por agresiones sexuales. Finalmente el grupo, obligado a relanzar las ventas y a aportar seguridad a sus inversores, se ha decantado por una figura de consenso y Alta Costura.
Balenciaga ha confiado en el ex diseñador de Valentino Pierpaolo Picciolo
El fichaje de Piccioli, que abandonó Valentino el pasado año tras más de dos décadas en la firma, supone un retorno a la elegancia emocional y a la autoría introspectiva. Conocido por haber transformado la estética de Valentino en un himno a la inclusividad y la belleza poética, el diseñador italiano aportará a Balenciaga una sensibilidad radicalmente distinta de la de su predecesor.
En una carta pública, Piccioli ha confesado que la primera imagen que subió a su cuenta de Instagram fue un vestido de novia de Cristóbal Balenciaga. “No sé si debería verlo como una señal, pero ahora puedo ver la imagen completa”, ha declarado. También ha rendido homenaje al legado del modisto español con una declaración que revela el peso histórico del reto que ahora asume: “El legado y el archivo de Cristóbal Balenciaga son probablemente una de las declaraciones de moda más influyentes de todos los tiempos, hizo todo antes que nadie, literalmente inventó la cultura de la creatividad”
Por su parte, Francesca Bellettini, directora general adjunta de Kering a cargo del desarrollo de las maisons, ha respaldado públicamente el nombramiento: “Es uno de los creadores más talentosos y reconocidos de nuestra época; su dominio de la alta costura, su voz creativa y su pasión por el savoir-faire lo convierten en una elección ideal para Balenciaga”.
El consejero delegado de la maison, Gianfranco Gianangeli, también ha celebrado esta nueva etapa, destacando la implicación colectiva. “Gracias a la experiencia de nuestros equipos y a la energía creativa vibrante que anima a Balenciaga desde siempre, me entusiasma lo que vamos a construir juntos”, ha celebrado.
Kering ha renovado la dirección creativa de Gucci, Bottega Veneta y Balenciaga
El creador italiano también es conocido por fusionar géneros y cruzar fronteras, llevando el denim a la costura o incluso vistiendo a un amplio abanico de celebridades. En España, el creativo de entonces Valentino en firmó el vestido de novia de Marta Ortega, presidenta de Inditex, una creación de líneas puras y códigos de alta costura que dio la vuelta al mundo y consolidó su estatus como uno de los grandes diseñadores del momento.
Mientras Kering redefine las direcciones creativas de su portafolio (con Sabato De Sarno en Gucci, Louise Trotter en Bottega Veneta y Seán McGirr en McQueen), Balenciaga también está moviendo ficha en su estructura de gestión, en un contexto de reconfiguración profunda. En paralelo al fichaje de Piccioli, la firma ha reforzado su cúpula ejecutiva con el nombramiento de Nathalie Raynaud como consejera delegada adjunta. Responsable hasta ahora de producto, Raynaud ha sido una de las figuras clave en la recuperación del negocio de accesorios, una de las categorías más resilientes en la actual coyuntura del lujo.
La transformación en Balenciaga se produce en un momento delicado para Kering. En el primer trimestre de 2025, el grupo registró una caída del 14% en sus ventas, hasta 3.885 millones de euros, frente a los 4.504 millones del mismo periodo del año anterior. Esta evolución ha llevado al conglomerado a acelerar su estrategia de reposicionamiento, tanto en términos creativos como ejecutivos.
El desafío para Piccioli no será menor. Tendrá que reconciliar los códigos fundacionales de Balenciaga con una visión que se aleje del ruido, recupere la sofisticación y acelere las ventas. El giro está en marcha.