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¿Sigue siendo importante la sostenibilidad del vino? Con esta pregunta Lulie Halstead, de Wine Intelligence, nos adelanta algunas de las claves del mercado del vino en Estados Unidos que se pueden extraer del informe «Opportunities for sustainable and organic wine in the US market 2021» elaborado por la consultora británica.
La respuesta, según Halstead, es sí, aunque las percepciones de los consumidores sobre lo que constituye la ‘sostenibilidad’ en el vino están evolucionando desde la pandemia, e interrelacionándose con otras cuestiones de tipo ético.
La CEO de Wine Intelligence explica en un nuevo artículo publicado en su sitio web que el consumo sostenible es una tendencia que viene de la mano del consumo local, y se trata además de una corriente que ocurre no solo en los EEUU sino también en otros mercados.
«Los consumidores conocen bien los beneficios ambientales de comprar productos locales, como menos kilómetros y una cadena de suministro más pequeña y transparente», señalando que este cambio de hábito se ha manifestado especialmente a partir del año 2020.
Cuando se trata de saber quién está liderando esta nueva economía hacia la sostenibilidad, parece que «son los bebedores de vino masculinos quiénes tienen una mayor conexión con la sostenibilidad que las bebedoras de vino», añade, «con una mayor proporción de hombres que afirman que están dispuestos a gastar más en un producto sostenible».
Por edades, «son las generaciones más jóvenes (Gen-Z y Millennials) los que están significativamente más conectados con la sostenibilidad en el vino», revela Halstead.
Ahora bien, el gran reto que plantea la consultora es como pueden hacer frente a este cambio los mercados del vino. Es decir, ¿cómo exportar y vender vino a miles de kilómetros, cuando los consumidores buscan precisamente lo contrario, vinos locales y con pocas emisiones que dañen al medio ambiente. «¿Cómo puede un negocio del vino superar el localismo en los mercados de exportación?», señala la CEO.
La respuesta a este desafío podría estar en la propia naturaleza del vino. «Dadas las asociaciones positivas que los consumidores ya tienen con el vino y las asociaciones generales con el vino como producto natural, quizás una forma de que los exportadores superen el movimiento hacia el localismo sea reiterar los elementos ‘naturales’ de nuestra categoría», explica y añade para concluir que, «quizás un desafío clave, y una oportunidad, para el vino radica en el hecho de que los bebedores de vino creen actualmente que el vino, particularmente el vino en botellas de vidrio, ya es ‘sostenible’, en comparación con otras categorías de bebidas. De hecho, indicar que un vino es natural en la etiqueta frontal aumenta un 8% la probabilidad de compra entre los bebedores de vino de EE. UU».
¿Cómo está afectando al mercado español el consumo sostenible?
A falta de informes concretos del sector del vino sobre el consumo sostenible, la consultora Accenture ha publicado recientemente algunos datos que pueden arrojar algo de luz al respecto.
En este sentido, 6 de cada 10 consumidores españoles realiza compras más ecológicas, sostenibles o éticas desde la pandemia, según esta firma de servicios.
En concreto, «el 60% de los consumidores afirma realizar compras de marcas socialmente responsables desde que estalló la pandemia del coronavirus, y es probable que 9 de cada 10 consumidores continúe haciéndolo después de la pandemia», aseguran desde Accenture. Unos datos muy similares a los del Informe de Wine Intelligence, en los que señalaban que el 58% de los bebedores habituales de vino dicen que se preocupan por el cambio climático y están tomando medidas para reducir su impacto personal, mientras que casi la misma proporción de bebedores habituales de EE. UU. (56%) eligen productos locales.
En cualquier caso, lo que parece claro es que el coronavirus ha cambiado las prioridades de los consumidores hacia productos más sostenibles, ecológicos y locales. «En muchos casos, los usuarios han aprovechado la pausa vital causada por la pandemia para reflexionar sobre el propio consumo, provocando una tendencia creciente hacia el consumo a nivel local, de forma consciente y con conciencia sobre los costes y el impacto medioambiental. En este sentido, el 56% de los usuarios compra en tienda de barrio o productos de origen local, y 8 de cada 10 personas encuestadas afirma tener la intención de continuar con estos hábitos de consumo cuando la nueva normalidad sea una realidad», revelan desde Accenture.
Además, desde la consultora señalan las cinco claves para mejorar la posición de las marcas ante esta nueva tendencia: «Tener un propósito de marca diferenciado, conocer a los clientes, humanizar las relaciones en la omnicanalidad, reinventarse o morir y rediseñar las dinámicas para orientarse al cliente, como son la nueva psicología de cliente y acercamientos más personalizados».