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Pese a registrar las mayores pérdidas de la historia por el covid-19, aun con la mayoría de los centros comerciales cerrados durante los últimos 12 meses, El Corte Inglés ha salvado uno de los ‘match balls’ más importantes que enfrentaba para mantener a salvo su solvencia. Según fuentes del mercado, el grupo de grandes almacenes ha conseguido que Fitch y Moody´s le mantengan su ‘rating’. Aunque las dos agencias mantienen la nota por debajo del grado de inversión, el hecho de haber evitado un recorte es esencial para que la compañía no vea encarecida su financiación mientras acelera la transformación del negocio.
Según estas fuentes, Fitch ha decidido mantener la calificación financiera de El Corte Inglés en BB+, con perspectiva negativa. De esta forma, la agencia repite por tercera vez consecutiva este ‘rating’, fijado en marzo de 2020, nada más irrumpir la pandemia. Posteriormente, en julio del pasado año, reiteró esta nota, que anteriormente tenía previsión positiva, ante el empeoramiento de la situación sanitaria y económica en España, lo que iba a impactar de lleno en la cuenta de resultados del grupo.
Aunque la sociedad logró mantener el beneficio operativo o ebitda en positivo, las ventas se derrumbaron un 31,6%
Efectivamente, El Corte Inglés, que fue obligado a cerrar cerca del 60% de su superficie comercial, con la excepción de los negocios de alimentación y electrónica, durante muchos meses, en función de la comunidad autónoma, cerró el año 2020-2021, acabado el pasado 28 de febrero, con unas pérdidas de 2.945 millones de euros. Aunque la sociedad logró mantener el beneficio operativo o ebitda en positivo, gracias en parte al auge de la división ‘online’, las ventas se derrumbaron un 31,6%, hasta los 10.432 millones.
Unos números rojos, incluidos 2.500 millones de deterioro del valor de los centros comerciales, auguraban una revisión a fondo de su solvencia por parte de las agencias de calificación. Sin embargo, Víctor del Pozo, consejero delegado, y Óscar Fernández de Llano, director financiero, han logrado convencer a los evaluadores de Fitch de la calidad de sus activos y de su plan de transformación.
Lo mismo han logrado con Moody’s, que ha mantenido el ‘rating’ en BA1, también con perspectiva negativa. Esta firma cambió su proyección positiva cuando la pandemia hizo estragos en el comercio. «Nuestra calificación de El Corte Inglés refleja su sólida posición de liderazgo en el mercado, la reputación de sus marcas, el interés de terceros de instalarse en sus espacios comerciales, su cartera inmobiliaria, su capacidad demostrada de monetizar activos no estratégicos y el firme compromiso de tener una política financiera más conservadora», señala Moody’s.
Por el contario, critica la excesiva concentración de la compañía en el mercado español, donde obtiene más del 90% de sus ingresos, el carácter cíclico y estacional de su modelo de negocio (diciembre, enero y julio concentran el 32% de las ventas), la baja rentabilidad de sus márgenes (4,3%) y la alta dependencia de sus 10 principales centros comerciales, así como el riesgo de penetración en las ventas ‘online’ en comparación con otros especialistas de la red. La firma, que también tiene con perspectiva negativa otras grandes del sector como Macy’s, Mark & Spencer y Kohl’s, cree que El Corte Inglés recuperará en los próximos 12-18 meses la mayor parte del impacto del covid.
La decisión de Fitch y Moody’s es todo un alivio para el grupo de distribución, ya que, debido a sus necesidades de liquidez, tuvo que acudir a los bancos para reforzar su balance con un nuevo crédito de 1.300 millones. El Corte Inglés cerró el último ejercicio con una deuda de 3.800 millones, un paso atrás para el ‘holding’, que llevaba dos años adelgazando el pasivo con el objetivo de obtener lo que se conoce como ‘investment grade’ o grado de inversión. Tanto la calificación de BB+ (Fitch) como la de BA1 (Moody’s) están en el rango de deuda especulativa.
Del Pozo se quedó a las puertas de conseguir un ‘rating’ de máxima calidad en febrero de 2020, justo tras refinanciar un préstamo de 2.000 millones, cuyo tipo de interés se había reducido al 2%, gracias a la mejoría de las ventas y de la rentabilidad del negocio. El golpe de la pandemia frenó en seco la progresión y por el nuevo crédito ya pagó un precio del 2,5%. A mejor ‘rating’, menos coste financiero y al revés.
Pero el consejero delegado se ha comprometido con los acreedores y las agencias de evaluación a conseguir el ‘investment grade‘ en 2023, objetivo que pasa por la aceleración de las ventas digitales, la diversificación de los negocios (alarmas, telefonía, energía y finanzas) y la desinversión inmobiliaria por al menos 2.000 millones. Aunque Moody’s confía en el actual equipo directivo y lo bendice, anima a El Corte Inglés a continuar con la profesionalización del ‘management’ y la introducción de más consejeros independientes, frente a los dos que tiene actualmente.
Pese a registrar las mayores pérdidas de la historia por el covid-19, aun con la mayoría de los centros comerciales cerrados durante los últimos 12 meses, El Corte Inglés ha salvado uno de los ‘match balls’ más importantes que enfrentaba para mantener a salvo su solvencia. Según fuentes del mercado, el grupo de grandes almacenes ha conseguido que Fitch y Moody´s le mantengan su ‘rating’. Aunque las dos agencias mantienen la nota por debajo del grado de inversión, el hecho de haber evitado un recorte es esencial para que la compañía no vea encarecida su financiación mientras acelera la transformación del negocio.