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Los ingresos obtenidos de esta desinversión se utilizarán principalmente para financiar la estrategia de crecimiento de la compañía, mediante inversiones complementarias en negocios y geografías clave.
La mexicana Cemex, una de las mayores productoras de cemento del mundo, informó hoy viernes de la venta de su negocio de cemento blanco, que incluye una planta en España, por US$ 155 millones a la turca Çimsa Çimento Sanayi Ve Ticaret.
La compañía «ha cerrado con éxito la venta previamente anunciada de su negocio de cemento blanco, incluyendo su planta de cemento Buñol en España», indicó en un comunicado.
El consorcio mexicano había notificado un acuerdo vinculante con Çimsa Çimento en marzo de 2019, aunque en ese entonces previó un monto de US$ 180 millones con la meta de concluir la venta durante la segunda mitad de ese año.
La compañía atribuyó entonces la transacción a la «optimización» de su portafolio.
«Los ingresos obtenidos de esta desinversión se utilizarán principalmente para financiar la estrategia de crecimiento de la compañía, mediante inversiones complementarias en negocios y geografías clave, así como el pago de deuda», expuso la empresa.
Pese a esta venta, Cemex afirmó que mantendrá sus activos de cemento blanco, actividades de negocio e inversiones relacionadas en México y Estados Unidos porque «no son parte de la desinversión anunciada».
El anuncio de esta operación ocurre después de que Cemex anotó una pérdida neta de US$ 1.467 millones en 2020 azotada por la crisis económica derivada del coronavirus, que en México obligó a suspender el sector de construcción en marzo y abril pasado.
Aun así, la compañía consiguió un beneficio neto de US$ 665 millones en el primer trimestre de 2021 gracias a la recuperación general de la economía, un dato que multiplica por más de 15 los apenas 42 millones ganados en el mismo periodo de hace un año.
«Cemex ofrece cemento, concreto premezclado, agregados y soluciones urbanas en mercados de rápido crecimiento alrededor del mundo, impulsada por una fuerza de trabajo multinacional», ahondó la empresa.
La cementera, con servicio en más de 50 países, ha prometido alcanzar una «neutralidad de carbono» con innovación constante.
También ha presumido de «estar al frente de la economía circular» dentro de la cadena de valor de la construcción y promover tecnologías para aprovechar residuos y desechos.