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La distribución alimentaria ha demostrado siempre, y especialmente en los últimos años, una capacidad extraordinaria de adaptación a las necesidades de los consumidores y a las circunstancias del entorno, cada vez más cambiante. Fruto de ello es el crecimiento de diferentes modelos de supermercados originales que suponen, sin duda, un paso más allá de la distribución clásica.
Nos referimos a ideas que han surgido relativamente recientes en el panorama nacional, como los supermercados cooperativos, el denominado ‘de los pastores’, los establecimientos ‘frikis’, aquellos que sólo comercializan productos a granel, los que prescinden del plástico en sus centros o, más recientemente, los que desembarcan en nuestro país pero sin tiendas físicas, como es el caso de la startup Dija. Hacemos un repaso por todos ellos.
SUPERMERCADOS COOPERATIVOS
La Osa, Biolíbere, SuperCoop, Som Alimentació, A Vecinal, Food Coop BCN o Super Coop Manresa. Estos son algunos de los pequeños negocios que han ido surgiendo en el panorama nacional y que funcionan a modo de cooperativa, es decir, los clientes son los socios.
En concreto, en Madrid, este tipo de establecimientos sostenibles, ecológicos, cooperativos y participativos se han inspirado en el éxito de la veterana Food Coop, en Nueva York. La Osa, en Tetuán; Supercoop, en la planta alta del Mercado de San Fernando, en Lavapiés; y Biolíbere, en Getafe son los tres ejemplos más significativos. La filosofía de estos establecimientos pasa por ofrecer productos saludables a precios asequibles, poniendo énfasis en productos locales, producidos de forma responsable y en condiciones de justicia social.
En Mallorca, la reciente apertura de Terranostra es el primer supermercado cooperativo de la isla y ya cuenta, según sus promotores, con 363 socias a día de hoy. La filosofía que mueve esta iniciativa se fundamenta en la sostenibilidad, la cercanía (pequeñas empresas productoras locales), la calidad nutricional de sus productos, la máxima ausencia posible de envases de plástico promoviendo el envase retornable, y la lucha por una soberanía alimentaria agroecológica.
París, Bruselas y otras ciudades europeas ya han empezado a implantar también este modelo de consumo que se refuerza aun más con los cambios de hábitos de los consumidores a raíz de la crisis sanitaria originada por el coronavirus.
EL SÚPER DE LOS PASTORES
Hace unos meses os informábamos del nacimiento, en Cantabria, de El Súper de los Pastores. Esta iniciativa, que también tiene su réplica en Bilbao, ha dado el salto a Madrid este mismo año que su modelo de tienda caracterizado por ofrecer productos de proximidad y artesanos.
La idea, impulsada por la familia Zamora, propietaria del grupo hostelero Deluz y Compañía, tiene un marcado carácter solidario ya que ofrece una oportunidad a pequeños productores locales que se han visto muy afectados por la crisis sanitaria y el consiguiente cierre de la hostelería.
En los lineales se pueden encontrar alimentos básicos como arroz, aceite, quesos, huevos, leche, yogures, conservas o café de comercio justo (que tuestan ellos mismos desde su pequeño tostador Café Angélica), a los que se suman nuevos referentes madrileños especializados en productos de la huerta, lácteos, cerveza artesana y quesos de producción local. Además, se venden platos de comida preparada elaborada con el mismo producto ecológico y artesanal de la tienda.
EL SÚPER ‘FRIKI’
El paraíso de los frikis está, por ahora, en Madrid. El centro comercial X-Madrid en Alcorcón acoge Super Friki Market, un centro con más de 1.000 referencias.
En este espacio pueden encontrarse todo tipo de objetos y también productos alimenticios. La mayoría de todo ello procede de Japón y Estados Unidos, pero también pueden encontrarse productos españoles, como bebidas inspiradas en películas.
Las posibilidades de elección son numerosas: gominolas gigantes, bebidas energéticas, caramelo en spray, algodón de azúcar en bolsa, cereales de Super Mario, espirituosos (un vino de lágrimas de unicornio)… Pero, sin duda, el producto estrella de esta tienda es la tableta de chocolate de Willy Wonka, sí, esa, la de la famosa película Charlie y la fábrica de chocolate. Y, por supuesto, con ‘premio dorado’ en su interior.
GUERRA AL PLÁSTICO
En la carrera de fondo que la distribución está haciendo en su lucha contra el plástico, algunas enseñas llevan una ventaja considerable y han hecho de la venta a granel su principal aliado. Es el caso de unPacked Shop, la primera tienda de Madrid libre de plástico. Este establecimiento ofrece la posibilidad de hacer una compra completa, con la venta a granel como principal protagonista. Este modelo ya tiene una ‘hermana’ mayor en Barcelona llamada Yes Future. Ambos siguen la tendencia Zero Waste que ya se está impulsando en otros países del mundo.
Al ser libre de plásticos, la tienda ofrece a los clientes la posibilidad de adquirir recipientes (botellas de cristal, cajas de metal o bolsas de papel reciclable) para llevarse su compra. También permite que un comprador traiga su propio envase de casa. El objetivo es que no haya residuos. En suma, un negocio donde se intenta promover un consumo más sostenible.
Otra iniciativa que se sustenta en esta filosofía libre de plásticos es Spin Food, un súper online puesto en marcha por una pequeña empresa familiar que se sustenta en ofrecer productos de alimentación respetuosos con el medioambiente, desde su cultivo y elaboración con Certificación Ecológica hasta su envasado sin plástico y en recipientes completamente reutilizables o reciclables. Es decir, lleva a gala el seguimiento de las tres ‘R’: reducir, reutilizar y reciclar.
DIJA, EL MODELO MÁS RECIENTE
Y siguiendo con las tendencias dominantes, la actualidad nos lleva al desembarco en España de Dija, un ‘supermercado fantasma’ que busca su hueco en el panorama de la distribución española. Esta enseña, totalmente online, tiene unas peculiaridades concretas que no pueden pasar desapercibidas para las cadenas con envíos a domicilio pero tampoco para operadores como Glovo, Deliveroo e incluso Amazon.
Y es que esta startup de origen londinense ha anunciado su llegada a Madrid con un servicio que cuenta con un compromiso de garantía: si la compra no se reparte en 10 minutos, el cliente recibe tres meses de repartos gratuitos. Además, otra seña de identidad de Dija es ofrecer seguridad laboral a todos sus trabajadores: empleados de oficina, operaciones y repartidores están en nómina.
Sin duda, el objetivo de esta firma es conquistar el mercado de la compra online a domicilio. De momento, ha aterrizado en la capital española con seis micro-centros de distribución, y cuenta ya con una plantilla de más de 100 personas. Actualmente cubre el 90% de la zona metropolitana de Madrid y próximamente abrirá en Valencia, Barcelona, Málaga y Sevilla.