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La batalla contra el fast fashion se aviva en las calles francesas. En paralelo al debate en el Senado de la conocida como ley anti Shein, que se celebra hasta este martes, el comercio francés ha dado un paso adelante para alzar la voz contra los gigantes de la moda ultrarrápida. En una carta abierta dirigida al Gobierno, las principales federaciones del sector, como el Consejo del Comercio de Francia (Cdcf) y la Confederación de Comerciantes de Francia (Cdf), han solicitado hoy el déréférencement (una medida que permite a las autoridades francesas la retirada de las plataformas y su bloqueo en los motores de búsqueda) inmediato de Shein, Temu y AliExpress.
Estas entidades, que agrupan a más de 230 empresas galas, acusan a dichas plataformas de competencia desleal, incumplimiento normativo y riesgos para la seguridad del consumidor. Asimismo, las patronales argumentan que las plataformas eluden el pago del IVA, evitan los derechos de aduana y no respetan las normativas de etiquetado y transparencia comercial. Esta situación pone en riesgo a los comercios locales y a las pymes que sí cumplen con las regulaciones vigentes.
Según datos recientes recogidos por AFP, el 94% de los productos controlados provenientes de estas plataformas no cumplen con las normativas europeas, y el 66% son considerados peligrosos. Los sectores más afectados incluyen textiles, calzado, electrodomésticos y juguetes infantiles. Además, se han detectado sustancias prohibidas y ausencia de marcados CE en numerosos productos.
«Este año invertimos trece millones de euros en la seguridad y conformidad de los productos, incluidos 2,5 millones en pruebas de seguridad y calidad, lo que supone un aumento del 25% respecto al año pasado», ha respondido, por su parte, Shein a AFP.
En 2021, la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (Dgccrf) ya ordenó el déréférencement de la plataforma Wish por motivos similares, decisión que fue respaldada posteriormente por la justicia francesa. Las federaciones comerciales instan a que se apliquen medidas similares con las plataformas actuales.
Las patronales aspiran a bloquear las plataformas Shein, Temu y AliExpress en Francia
“Si China roba datos, copia diseños, explota a su mano de obra y vende productos de ínfima calidad, es legítimo responder”, aseguró a Modaes Yann Rivoallan presidente de la Fédération Française du Prêt à Porter Féminin (Ffppf). Para el representante, uno de los mayores defensores de la ley anti Shein, Francia debe seguir el ejemplo de Estados Unidos y contestar para proteger el mercado con medidas similares, tales como “limitaciones a la publicidad, penalizaciones medioambientales o requisitos sociales…”.
Durante las últimas semanas, se ha acentuado el debate alrededor de las operaciones de las compañías chinas de producción y distribución masiva a precios bajos en el mercado. A la espera de que la legislación sea votada el próximo 10 de junio, diversas asociaciones han expresado su preocupación por el debilitamiento del texto original durante su paso por la comisión. Asimismo, múltiples actores del sector han señalado la coincidencia con una intensa campaña de lobbying por parte de Shein.
Las armas del lobby de Shein: un comité de expolíticos, informes e influencers
La empresa china ha contratado a figuras destacadas, como el exministro del Interior Christophe Castaner y la exsecretaria de Estado Nicole Guedj, para formar parte de su comité asesor en responsabilidad social corporativa. Además, ha recurrido a la influencer Magali Berdah para difundir mensajes en contra de la propuesta de ley, argumentando que penaliza a los consumidores de bajos ingresos.
Shein también ha enviado a los parlamentarios un informe de 37 páginas, elaborado por el economista Frédéric Jenny, que compara la propuesta de ley con la controvertida «ecotasa» de 2018, sugiriendo que podría desencadenar un descontento social similar. Varios han denunciado la presión ejercida por la empresa.
Ante estas acciones, las ONG Les Amis de la Terre y el Observatorio de las Multinacionales han presentado una denuncia ante la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública (Hatvp), solicitando una investigación sobre las actividades de lobbying de Shein y posibles irregularidades en sus declaraciones.
