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Mango, con sede en Barcelona, cerró el ejercicio de 2021 con una facturación de 2234 millones de euros, lo que supuso un crecimiento anual del 21,3% y situó sus ventas próximas a las de 2019 (que fueron de 2374 millones de euros). Este 2022, tiene la previsión de rebasar la facturación de antes de la pandemia y, para acompañar su desarrollo, acometerá en el transcurso del año inversiones por valor de 124 millones de euros que se concentrarán en cuatro áreas clave: tecnología, logística, instalaciones y tiendas.
Por un lado, el grupo acaba de terminar la ampliación de su centro logístico en Lliçà d’Amunt (Barcelona) y ha comenzado la instalación de los sistemas de intralogística. Se prevé que las nuevas instalaciones (con una inversión total de 88 millones de euros) estén en marcha en 2023 y le permitan centralizar su operativa online para dar respuesta a su desarrollo internacional.
En paralelo, Mango trabaja en la construcción de su nueva sede corporativa, que previsiblemente iniciará su actividad en 2024 y que incorporará lo que desde la compañía llaman “Campus Mango”.
El conglomerado también registró avances en materia de sostenibilidad en el primer semestre. En abril vinculó su deuda a criterios ESG (medio ambiente, social y buen gobierno corporativo). “El coste de la deuda se reducirá si se alcanza un 100 % de uso de algodón sostenible, poliéster reciclado y fibras celulósicas de origen controlado en 2025, así como una reducción del 10 % en las emisiones de CO2 de alcance 1 y 2”, exponen desde la empresa.
En junio, la SBTi, una entidad impulsada por el Pacto Mundial de la ONU, validó que los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del grupo se avanzan en paralelo a los del Acuerdo de París.
Asimismo, Mango, ha adelantado algunos de sus objetivos en este campo: por ejemplo, estima que el total de su poliéster será reciclado en 2025 (con lo que duplica su objetivo inicial para esa fecha).
Mango superó las ventas prepandemia en el primer semestre de 2022. En el citado periodo, la compañía española de moda creció un 24,8 % interanual y registró una facturación de 1214 millones de euros.
Esta cifra de ventas superó considerablemente los 973 millones de euros del primer semestre de 2021 y supuso también un volumen de ingresos mayor al de la primera mitad de 2019, según ha subrayado la compañía este jueves, 14 de julio.
“La evolución en el primer semestre es un signo más de la nueva etapa de crecimiento en que se encuentra Mango. Nuestros clientes aprecian y valoran nuestro producto y hemos acelerado nuestra expansión y hecho más eficientes nuestras operaciones”, en palabras de Toni Ruiz, consejero delegado del grupo de moda, que terminó el primer semestre del año fiscal con un resultado bruto “al alza” respecto al mismo tramo de 2021.
Si bien la expansión de la pandemia a comienzos de año y el estallido de la guerra en Ucrania marcaron el comienzo del ejercicio, “Mango ha capitalizado el regreso a las tiendas a partir de abril y la recuperación de los eventos sociales”, analiza la compañía.
Por geografías, la empresa de moda registró una “evolución positiva” en los principales mercados en los que opera, a excepción de Rusia, donde cesó sus operaciones directas en el primer semestre. Este movimiento se ha traducido en una provisión de 20 millones de euros.
Destacó especialmente el buen desempeño de países clave para el negocio de Mango, como España y Francia. En el mercado galo, la compañía reformó recientemente su flagship store parisina en Haussmann y anunció su plan de expansión, que contempla alcanzar los 300 puntos de venta en 2025.
En el mercado británico, Mango planea crecer con aperturas en ubicaciones clave como el centro comercial londinense Battersea Power Station, al tiempo que apostará por ampliar su presencia en Italia, poniendo el foco en el sur del país.
El primer semestre del ejercicio estuvo también marcado por la inauguración de la tienda insignia de la firma en la Quinta Avenida neoyorquina, así como por la presentación de su plan para el país, en el que prevé alcanzar las 40 tiendas en 2024.
“En India, por su parte, la empresa ha acelerado su desarrollo de la mano de su partner Myntra hasta contar con 50 puntos de venta y una previsión de entre 15 y 20 aperturas más en el segundo semestre”, agrega el grupo.
Al cierre del primer semestre, Mango disponía de 2508 puntos de venta y había sumado 61 aperturas netas desde el mes de diciembre. Para el segundo tramo del año, planea inaugurar un centenar de puntos de venta y, así, concluir 2022 con más de 2600 establecimientos.
En lo relativo al canal online, este registró un ligero descenso interanual del 3,9 %. Desde la compañía achacan esta caída a que, en los seis primeros meses de 2021, los principales mercados europeos mantenían aún restricciones al comercio físico.
Inversiones de 124 millones de euros
Mango, con sede en Barcelona, cerró el ejercicio de 2021 con una facturación de 2234 millones de euros, lo que supuso un crecimiento anual del 21,3 % y situó sus ventas próximas a las de 2019 (que fueron de 2374 millones de euros). Este 2022, tiene la previsión de rebasar la facturación de antes de la pandemia y, para acompañar su desarrollo, acometerá en el transcurso del año inversiones por valor de 124 millones de euros que se concentrarán en cuatro áreas clave: tecnología, logística, instalaciones y tiendas.
Por un lado, el grupo acaba de terminar la ampliación de su centro logístico en Lliçà d’Amunt (Barcelona) y ha comenzado la instalación de los sistemas de intralogística. Se prevé que las nuevas instalaciones (con una inversión total de 88 millones de euros) estén en marcha en 2023 y le permitan centralizar su operativa online para dar respuesta a su desarrollo internacional.
En paralelo, Mango trabaja en la construcción de su nueva sede corporativa, que previsiblemente iniciará su actividad en 2024 y que incorporará lo que desde la compañía llaman “Campus Mango”.
El conglomerado también registró avances en materia de sostenibilidad en el primer semestre. En abril vinculó su deuda a criterios ESG (medio ambiente, social y buen gobierno corporativo). “El coste de la deuda se reducirá si se alcanza un 100 % de uso de algodón sostenible, poliéster reciclado y fibras celulósicas de origen controlado en 2025, así como una reducción del 10 % en las emisiones de CO2 de alcance 1 y 2”, exponen desde la empresa.
En junio, la SBTi, una entidad impulsada por el Pacto Mundial de la ONU, validó que los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del grupo se avanzan en paralelo a los del Acuerdo de París.
Asimismo, Mango, ha adelantado algunos de sus objetivos en este campo: por ejemplo, estima que el total de su poliéster será reciclado en 2025 (con lo que duplica su objetivo inicial para esa fecha).