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Los sindicatos que agrupan a los más de 230 mil empleados de grandes superficies de ventas en España están en “pie de guerra” contra las marcas. La inflación está afectando los ingresos reales de los trabajadores y, sin perspectivas de mejoras en el corto plazo, la conflictividad se está acentuando.
Los medios españoles reflejan este martes 27 de septiembre que los sindicatos que representan a los más de 234 mil empleados que trabajan en grandes tiendas como Carrefour, Lidl, Ikea, Zara y El Corte Inglés, por ejemplo, exigen aumentos de sueldo de no menos del 18 por ciento para compensar el efecto de la fuerte inflación.
El sindicato CC.OO, uno de los más poderosos de España, dijo que la semana que viene iniciará una ronda de negociaciones para establecer cláusulas que permitan revisiones mensuales o trimestrales si es que la inflación no sólo no cede, sino que se acelerara más. El incremento del mínimo del 18 por ciento es para los próximos cuatro años.
FASGA, otro gremio que agrupa a trabajadores de supermercados y otras tiendas en España, exige una suba de poco más del 19 por ciento, también en cuatro años.
“El entorno inflacionario está afectando y la pérdida de poder de compra de los salarios es un problema que debe ser abordado y corregido de manera urgente”, dijo el CC.OO en un comunicado.
Del lado de los empresarios, ANGED, la asociación que representa a algunos de los grandes retailers españoles, no quiso hacer comentarios al respecto. Sólo se limitó a decir que las negociaciones con los gremios todavía no se han iniciado.
Ikea, Carrefour y el resto del retail impactados por la inflación
El retail español, al mismo tiempo, está presionado por el gobierno para que sostengan los precios bajos con la idea de evitar la suba de los precios.
La semana pasada, ANGED dijo que estaban haciendo “esfuerzos extraordinarios” para evitar el traslado a los consumidores y el incremento de sus costos, especialmente en lo que es energía.
Los retailers de Europa y todas las compañías en general están afectadas por las cada vez más frecuentes demandas de sus empleados para que apliquen aumentos que, al menos, igualen la inflación.
El incremento de los precios se sitúa en máximos de 30 años y todo indica que seguirán subiendo, publica Reuters.
La inflación española de los últimos 12 meses subió en agosto 10,5 por ciento.