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Las proyecciones del mundo cambiaron este mes para la economía global en medio de la contingencia por el coronavirus. Es por esto que ayer la clasificadora de riesgo S&P Global publicó un nuevo informe, donde dice que su escenario base para este año es una recesión global, con crecimiento nulo en EEUU, una contracción de 0,5% en la Eurozona, un crecimiento de 3,2% en China y de 1,9% en el resto del mundo. “Esperamos un estancamiento para América Latina o incluso contracciones leves para sus economías más grandes”, dice el informe.
Allí detallan que de las cuatro compañías chilenas que S&P califica en minería, Codelco (“A+” con perspectiva negativa) “enfrenta mayores riesgos a la baja, debido a su gran programa de inversión que no coincide con sus flujos de efectivo internos que van a la baja”. Fue en diciembre de 2019 cuando revisaron la perspectiva de la gigante estatal a negativa y señalaron que podrían hacer un recorte en la nota en los próximos 12 a 18 meses si es que reducían el SACP a “B +”.
Sin embargo, el informe de ayer aclaró que “tal escenario puede materializarse más rápido de lo que esperamos debido a las condiciones actuales de la industria”. Hoy el cobre cerró con un avance de 3,72% a US$2,17248 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
Por otro lado, si bien el año comenzó prometedor para las emisiones de bonos, con el segundo volumen más fuerte en enero de los últimos seis años, la tendencia empeoró en febrero y marzo. “Esperamos tener algunos meses de congelación del mercado con una recuperación lenta a partir de julio-agosto”, dice el informe de S&P. En 2020, Codelco enfrenta US$400 millones en vencimientos de bonos internacionales, seguido por SQM (US$250 millones) y ENAP (US$174 millones), mientras que los principales bonos corporativos internacionales chilenos que califica S&P, con vencimiento en 2021, provienen de ENAP (US$410 millones), Codelco (US$227 millones) y Cencosud (US$257 millones).
Es con este escenario que desde S&P están mirando de cerca las perspectivas y clasificaciones de las compañías, y Diego Ocampo es el senior director de la clasificadora que se encarga de las empresas corporativas de Latinoamérica.
¿De qué modo están midiendo a las empresas en este escenario inédito?
Vamos ajustando todo a nuestro caso base. Tenemos un caso base macroeconómico para el mundo, y de ahí se desprende para todos los países otros casos, y después ajustamos según sectores. Eso se ajusta todo el tiempo, pero en general el caso base es ver: hasta dónde llega la caída y cuánto dura. Después, como base de disponibilidad de mercado internacional para refinanciar deuda, estamos asumiendo que por lo menos hasta agosto no se va a poder hacer, y en consecuencia, tomando decisiones de rating sobre las compañías que tienen bonos que vencen antes y que tienen un panorama de refinanciamiento más difícil.
¿Cuántos cambios han hecho en perspectivas y notas de empresas tras el nuevo escenario por el coronavirus?
En Latinoamérica hasta el viernes teníamos 13 acciones de rating: tres fueron de downgrade y credit watch, una fue un down grade, ocho fueron watch negative, y hubo un outlook negativo. Hasta ahora es eso, pero con certeza te diría que va a ser bastante más.
¿Según el escenario base que manejan, cuándo ven que podría venir el repunte?
Nuestra visión es que esto va a afectar al mundo occidental y a Europa hasta mediados de año, recién ahí van a tomar fuerza las economías, probablemente ayudadas con algunos estímulos gubernamentales, y hacia fin de año tomando más fuerza.
¿Están modificando las perspectivas y notas de todas las empresas?
Hay compañías, determinados créditos, que vemos que tienen ciertas holguras y resistencia para aguantar un trimestre muy bajo de actividad, con un 60% o 70% menos de actividad. Si tienen liquidez, y se espera que el shock esté concentrado en un trimestre, probablemente no tocamos esos créditos, pero los hemos estado monitoreando, aunque no necesiten una revisión a la baja o un outlook negativo. Pero los que sí se debilitarían son los que tienen vencimientos de deuda relativamente cerca, son los que estamos revisando con mayor precisión.
Entonces no están bajando la perspectiva de todas las empresas, pero sí de la mayoría
Estamos viendo por sector, en Brasil tenemos varias compañías importantes de proteínas, por ejemplo, y siguen vendiendo bien, la demanda prácticamente no cayó tanto. Entonces, hay sectores que no van a tener un año excelente, pero tampoco van a tener un golpe grande en su performance.
¿En Chile qué sectores podrían no verse tan afectados?
Lo que tenemos en Chile como particularidad es que tenemos muchos ratings en investment grade, entonces hay compañías en sectores que están afectados pero que probablemente pasen la situación con una performance razonable. Por ejemplo, en minería, cobre, por más que los precios están mal, hay firmas como Escondida que están bien. Después hay compañías como Codelco que tienen que sentarse, mirar para adentro, y hacer una evaluación de la situación un poco más holístico y ver hacia dónde va el mundo y reconfigurarse en función de eso. Las forestales en general están con un contexto de precios débil, venían de un año con precios relativamente bajos en 2019, y la expectativa era que este año los precios mejoren, pero la verdad es que no lo estamos viendo. Por eso tenemos a Arauco con outlook negativo, y Suzano en Brasil también. Ese sector tiene compañías de cierto porte, que si bien no van a tener un buen año, tampoco podemos pensar en bajar automáticamente el rating ni mucho menos.
¿Y en retail?
En retail creemos que en general va a ser un año difícil para todo el mundo, pero para la región es seguro. Las compañías que tengan una exposición a determinados rubros comestibles, comos supermercados, creemos que por ahí pueden estar un poco más protegidas, las que tengan venta online también, pero para el resto va a ser un año malo, como los mall, retail en general, consumo durable y no durable, estamos viendo todo bastante mal.
¿Y en el caso de las aerolíneas también van a bajar la nota?
Habría que ver caso por caso, pero Azul, GOL, LATAM, Aeroméxico, están en credit watch negative, todas esas compañías están muy golpeadas, todas tienen exposición cambiaria en distintos niveles, entonces han tomado decisiones drásticas de recorte de capacidad, que en realidad es bueno. Las más sensibles son las que tienen más exposición a vuelos internacionales, como LATAM o Aeroméxico, pero ahora ya están todas ajustando la capacidad fuertemente y recalibrando los escenarios.
En el caso de Codelco le bajaron la perspectiva a negativa en diciembre ¿De qué depende que le bajen la nota, podría mantenerla con el actual precio del cobre?
Con los actuales niveles del precio spot del cobre, es difícil que Codelco mantenga la nota en ese nivel. Lo más probable, si esto sigue así, es que se materialice un escenario de downgrade desde “A+” hacia “A”, y después evaluar el caso concreto, cómo sigue el mercado del cobre. Lo bueno de Codelco es que tiene los recursos y la flexibilidad, por lo que llegado el caso, en un contexto de precios bajos, probablemente achique su oferta o su capacidad de producción a un nivel que la haga rentable, sin necesitar tantas inversiones, entonces, de alguna manera ecualiza su flujo de caja.
¿Cómo se posicionan las empresas de Chile en comparación a otros países de la región, están más o menos expuestas?
En un principio, nosotros dijimos que los países con mayor proporción de exportación de commodities estaban más expuestos a la demanda asiática, pero eso duró un mes, ahora me parece que están todos los países igual. De hecho, ahora hay ciertos productos que China ha seguido demandado, y está demandando al mismo ritmo que antes, por ejemplo, el mineral de hierro y la celulosa. Entonces, no podemos decir hoy que haya una característica en Chile que vuelva a las compañías más o menos expuestas a la crisis. Es un análisis de caso por caso, no podría generalizar, pero en general en Chile siempre hemos tenido un portfolio de compañías calificadas con investment grade o con buena calidad de crédito en promedio. Si bien puede haber bajas y revisiones de perspectivas, es un portfolio más resiliente, y además también tiene un mercado doméstico para financiamiento que es muy activo y más profundo que en otros países, por lo cual, de alguna manera tienen bastante más flexibilidad que las compañías de otros países que no lo tienen.