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Traducido por
Hernandez Sebastian
Publicado el
14 de julio de 2025
Con ocasión de la inauguración de la nueva fábrica de Thélios, dedicada a la producción de gafas de metal, el 10 de julio en Longarone, en la región del Véneto, el presidente de LVMH Italia, Toni, Belloni, habla con FashionNetwork.com sobre los proyectos y la estrategia de la marca de lujo número uno en Italia, al tiempo que aborda la evolución de los consumidores y del mercado del lujo.
FashionNetwork.com: ¿Qué importancia tiene LVMH en Italia?
Toni Belloni: El grupo cuenta con seis casas italianas (Bulgari, Fendi, Pucci, Loro Piana, Acqua di Parma y Cova cafés, nota del editor). Suma 280 boutiques y 66 talleres de producción y da empleo a más de 18 000 personas en este país, al tiempo que emplea a otras casi 100 000 a través de su red de más de 4000 proveedores y subcontratistas. El ecosistema italiano ofrece un contexto particularmente favorable para el desarrollo de las marcas de lujo.
FNW: LVMH invirtió mucho en Italia el año pasado, ¿seguirá haciéndolo?
TB: En 2024 invertimos unos 500 millones de euros en Italia, ya que un gran número de proyectos se materializaron en el mismo periodo. Anteriormente, invertíamos más bien 100 millones de euros, así que no creo que volvamos a destinar tanto dinero. Pero da fe de que el grupo sigue realizando nuevas inversiones importantes.
FNW: ¿Cuáles son los proyectos actuales de LVMH en Italia?
TB: La construcción ex novo de un taller Louis Vuitton dedicado a los accesorios en Pontassieve, en Toscana, está prevista para 2026. También está el gran proyecto de Loro Piana en Ghemme, en el distrito de la cachemira, cerca de Novara, en Piamonte, que creará un complejo industrial en torno a un edificio histórico, reuniendo bajo un mismo techo sus diversos talleres actualmente dispersos por el valle, así como otras actividades. También estamos renovando varios hoteles del Grupo Belmond, entre ellos el Hotel Cipriani de Venecia. En Milán, las flagships de Louis Vuitton, Bulgari y Tiffany & Co. han abierto en Via Montenapoleone; a ellas les seguirán tres nuevas aperturas en la misma calle de Fendi, Dior y Celine.
FNW: En vista de la situación económica, ¿han revisado algunas inversiones?
TB: Los proyectos de inversión son a medio plazo, y no pueden detenerse ni reiniciarse de un día para otro. Como mucho, podemos retrasar la apertura de una tienda unos meses o posponer ciertas inversiones a largo plazo, pero creo que el compromiso estratégico es invertir. En primer lugar, en las tiendas. Este año tenemos previsto abrir al menos cinco de las seis grandes tiendas que he mencionado en Milán. Pero también en la cadena de suministro, que creo que aún debe reforzarse culturalmente en términos de formación, pero también en términos de infraestructura.
FNW: ¿Se ha aplazado alguna de las inversiones previstas?
TB: Nuestro horizonte estratégico, tanto en el retail como en el sector industrial, es realizar proyectos a tres o cinco años. Entonces apostamos por un mercado que seguirá creciendo a medio y largo plazo, mientras que somos más prudentes de cara a los próximos seis o incluso nueve meses. Evidentemente, no estamos en una fase de gloria en el mercado. Pero, como recordatorio, la situación actual sigue a un periodo de casi treinta meses, de 2021 a mediados de 2023, de crecimiento eufórico, que francamente no era sostenible.
«Hemos realizado más de 5000 auditorías»
FNW: ¿Cómo están afrontando esta fase?
TB: A medio y largo plazo, el grupo se está asegurando de que las casas sigan siendo deseables. A corto plazo, hay un esfuerzo de gestión, pero también de adaptación a un cliente cuyas convicciones están cambiando. Valores que parecían muy consolidados, la convergencia de las culturas del mundo y la globalización, se cuestionan ahora, en cierto modo. Las plataformas de conexión y comunicación también cambian constantemente. Por eso es importante que no solo los productos, sino también la forma en que llegamos a los consumidores e interactuamos con ellos, se adapten a sus necesidades y deseos.
FNW: ¿Cómo han cambiado los clientes del lujo?
TB: Hoy en día, existe un deseo creciente por parte de los clientes de vivir una experiencia personal. En los últimos años, el mercado siempre ha estado muy apoyado por la gama alta de la clientela, caracterizada por una gran capacidad y determinación de gasto. Se trata de clientes que exigen un trato, un servicio y unos productos más exclusivos que los que demanda un cliente de nivel básico que se conforma con acercarse a las casas con un perfume, unas gafas, un pañuelo, una corbata o un cinturón.
FNW: El año pasado hubo problemas en Italia con proveedores, entre ellos de Dior, que no eran muy rigurosos con las condiciones de trabajo. ¿Cuál es su posición al respecto?
TB: La producción italiana de alta calidad es una fuerza extraordinaria para el país y para la industria de artículos de lujo. Tiene la característica de estar formada por grandes empresas y por una fragmentación de pymes, la mayoría de las cuales son familiares. Una gran parte de estas empresas son formidables, pero la transparencia, el control y la gestión de todo este ecosistema es a veces un poco difícil.
FNW: ¿Tomaron alguna medida a raíz de la investigación sobre Dior?
TB: El año pasado realizamos más de 5.000 auditorías, también como reacción a lo ocurrido con Dior. Hemos revisado todas nuestras prácticas, tanto desde el punto de vista de la calificación de los proveedores y de los pedidos como de los controles realizados a posteriori. Hemos mejorado nuestras prácticas, lo que ha requerido una enorme inversión de recursos y dinero. Hemos actualizado nuestra carta ética creando, por ejemplo, un órgano de control reforzado para asegurarnos de que cada maison revise sus propias prácticas según criterios de excelencia. El problema es que el sistema está lo suficientemente fragmentado como para que sigan existiendo algunas zonas de incertidumbre en las que debemos mejorar. Como recordatorio, en el caso de la investigación sobre Dior, la autoridad italiana de la competencia no constató finalmente ninguna infracción, y el tribunal de Milán revocó la administración judicial bajo la que había sido puesta Manufactures Dior Srl tras las medidas adoptadas por la maison.
FNW: ¿Cómo se puede luchar contra la explotación de los trabajadores del sector textil?
TB: Creo que la solución no depende únicamente de las empresas. Debemos trabajar todos juntos (con asociaciones, autoridades regionales y nacionales) para lograr una mayor transparencia y establecer un desarrollo social sostenible. Será un proceso de transformación a medio plazo y de consolidación en el que, espero, se conserven todas las fortalezas de la artesanía italiana.
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