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Una dinámica muy buena era la que tenía Transvip antes de la llegada con fuerza del coronavirus (Covid-19) en Chile, según comenta su gerente general, Santiago Caicedo.
Antes, los planes para la empresa de transportes -que el 40% de sus operaciones depende de la actividad del aeropuerto- era expandirse a Perú y Argentina, el lanzamiento de nuevas líneas de negocios para el segundo semestre del 2020 y el fortalecimiento de su reciente servicios de movilidad para la industria y faenas mineras. Pero hoy su objetivo es “sobrevivir”.
Así que un poco antes de las cuarentena y caída del movimiento en el aeropuerto, vieron que debían acelerar su plan de lanzamiento del servicio de última milla -pensado para el segundo semestre de este año- dado que, bajo sus proyecciones, les permitiría seguir generando ingresos en medio de la crisis sanitaria y ante el buen desempeño que tuvo este segmento en países donde el Covid-19 ya había llegado con fuerza, como Europa y EEUU.
“Nos cambió la vida de un día para otro y nos obligó a reinventarnos. Esto lo hacemos para sobrevivir en vista que no estamos dentro de los paquetes de ayuda del gobierno”, explica Caicedo.
La empresa cuenta, que antes de la implementación de medidas más restrictivas de desplazamiento, tuvieron conversaciones con varios supermercados y el retail para formar alianzas para el delivery.
Además, buscan cerrar acuerdos con los clientes a los que Transvip les prestaba sus servicios y también con el mundo de la salud para movilizar productos hacia clínicas y hospitales u otros lugares de este rubro.
Ante este escenario, el desafío para Transvip es lograr cerrar esos contratos y que otras empresas sepan que están realizando servicios de última milla.
“En el segundo semestre vamos a salir fortalecidos, no solamente recuperando el negocio (del aeropuerto), que en este momento está bajo, sino que habremos ganado un nuevo nicho de clientes”, proyecta Caicedo.
Sobre las críticas al gobierno, el gerente general de la empresa apunta que “hay sectores que están más expuestos que otros, y que a veces no importa el tamaño de la empresa, sino en el nivel de exposición ante una situación crítica”.
Transvip proyecta que sus operaciones se puedan regularizar para septiembre y hasta ahora no han despedido trabajadores.