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Las ventas digitales de Grupo Coppel pasaron de 1% en 2019 a 8% en 2020. Aunque esta cifra aún representa un porcentaje relativamente bajo de las ventas totales de la compañía, el rápido crecimiento del comercio electrónico y la consolidación de jugadores como Amazon o Mercado Libre han prendido las alertas de la compañía.
“La pandemia ha detonado nuevos modelos de negocios que exigen una visión diferente, donde la tecnología juega un rol muy importante”, dice Rivera. “La pregunta que ahora tienen que contestar los retailers es cómo voy a adaptar mi modelo de negocio actual a la era digital y cómo voy a destacar mi canal digital entre todas las opciones”, añade.
La división de Nuevos Negocios y Alianzas Estratégicas de Grupo Coppel busca responder a estas preguntas. “Esta posición surgió para ver qué más hacíamos en el grupo. Sabemos que la industria del retail se está transformando bastante, entonces los socios querían tener visibilidad de qué más podemos hacer, ya sea para fortalecer las capacidades de los tres negocios actuales, o para incursionar en nuevos negocios donde haga sentido invertir”, dice Ley.
En ambos casos, la compañía tiene claridad sobre la necesidad de buscar alianzas con otros jugadores estratégicos, ya sea con pequeñas startups o con grandes empresas tecnológicas: los Google, los Facebook, los Rappi.
Las claves de la innovación
Una empresa que se resiste a evolucionar en línea con el mercado está destinada a desaparecer. La compañía india Godrej and Boyce, dedicada a fabricar teclas de máquina de escribir, cerró en 2011 en medio del boom de los procesadores. No son pocas las compañías que han creado áreas de innovación y nuevos negocios, pero sí son pocas las que logran aterrizar ‘las grandes ideas’ en negocios concretos. Lograrlo es el trabajo de Ley dentro de Grupo Coppel.
Durante el año que ha formado parte de la división de Nuevos Negocios, Ley ha encontrado tres claves para concretar proyectos:
1. Tener una visión clara de lo que se quiere lograr. Debe haber una hipótesis, indicadores y pruebas para medir resultados. Si no se mide no se va a poder replicar.
2. Disciplina. Si no se le da seguimiento a los proyectos es muy fácil quedarse en la indefinición. Hay que ser estricto con las fechas de entrega de los resultados.
3. Metodología ágil. No todos los proyectos piloto van a funcionar, pero es importante tener una metodología que permita correr las pruebas y medir resultados a partir de indicadores rápidamente.
“Es importante matar rápido lo que no funciona porque si no lo haces te vas a eternizar en cosas que no van a prosperar. Lo mejor es aprender por qué no funcionó y pasar a lo siguiente”, dice Ley.